Venezuela está conmovida con el cáncer de seno de Elizabeth Salazar, una ciudadana natural del estado de Anzoátegui (este) que se ha aferrado a su fe y a la solidaridad de la gente, ante los oídos sordos del Gobierno de Nicolás Maduro que se ha negado a escuchar su lamento público.La mujer de 63 años que llamó la atención esta semana, durante una protesta, al mostrar su seno izquierdo visiblemente afectado por un «cáncer ductal de tipo III B», según el más reciente diagnóstico con fecha del 3 de mayo, ha visto cómo se ha complicado su enfermedad ante la falta de reactivos y medicamentos en el país.
Según su propio relato, la enfermedad fue diagnosticada hace ocho meses cuando acudió al médico por la aparición de una «pepita» en su pecho.
«Lo primero que me hicieron fue una biopsia, una muestra que fue una cosa muy dolorosa (…) pasaron casi 23 días para que me dieran el resultado», relató a Efe tras salir de una consulta en la ONG Senos Ayuda, que le ofreció apoyo tras conocerse su caso.
Desde el día en que fue diagnosticada, Elizabeth y su esposo, Luis Escobar, quien asegura luchar por los derechos humanos y haber estado preso en dos ocasiones por defender estos derechos durante protestas «pacíficas», mantienen una lucha por conseguir un hospital que tenga los reactivos necesarios para la realización de los exámenes.
«Apenas tengo» los «exámenes de sangre» que «pude cubrir con un seguro que yo tengo, pero que es una miseria» prosiguió la mujer, al tiempo que se quejó de que las citas para recibir atención en los hospitales públicos son «esporádicas», y que cada vez que iba los exámenes ya estaban vencidos y había que repetirlos.
«Y así se pasó el tiempo» y ahora el cáncer está «avanzado tipo III B a nivel de piel», pero aún «hay tiempo», dijo y esta es la razón por la que ella y su esposo decidieron emprender una campaña por su salud y acudir a la protesta del 5 de junio ante el Ministerio de Salud en Caracas, pero no fueron atendidos.
Salazar, que recibió la indicación de su tratamiento hace tres meses ante el agravamiento de su caso y pese a no tener los exámenes completos, contó que ese día les hicieron ingresar al Ministerio de Salud pero «para burlarse», porque el ministro, Luis López, no los atendió.
Tras la campaña y esta protesta por la que la imagen de su seno, afectado con una costra morada, con partes negras y blancas, que le cubre todo su pecho izquierdo, la dama ha recibido múltiples manifestaciones de ánimo, así como donaciones de medicamentos menos el que necesita para su quimioterapia, el Docetaxel de 100 miligramos.
Efe fue testigo de cómo durante toda una mañana el esposo de Elizabeth recibía constantes llamadas de personas desconocidas que se comunicaban para informarle que habían realizado un aporte en el número de cuenta que circula en redes sociales y en el que espera juntar el dinero necesario para costear el tratamiento de su mujer.
«Mi número de teléfono circula por todos lados, no entiendo cómo nadie del Gobierno se ha comunicado», manifestó Escobar a Efe durante el trayecto a la sede de Senos Ayuda.
Escobar, que aseguró haber creído en un tiempo en el Gobierno chavista, soltó unas lágrimas luego de recibir una llamada de un señor que aseguraba ser un barrendero de calles y no tener mucho dinero, pero que, al conocer la noticia decidió hacer un pequeño aporte económico.
Para Elizabeth estas llamadas han sido muy positivas, pues con una ligera sonrisa manifiesta su regocijo por el apoyo recibido.
«¡Qué manera de animarlo a uno, de levantarle la moral. Qué maravilla, qué bella es la gente», comenta y añade: «hay un señor que me ofreció: ‘yo te traigo para República Dominicana y te curo aquí'».
Y así Elizabeth cree que estas manifestaciones de apoyo son obra de Dios, a quien le canta entre sollozos y lágrimas: «Confiando en ti Jehová, confiando en ti Jehová, es que yo vivo».
Está convencida de que Dios le hará «el milagro», aunque, recuerda, que aún no ha podido conseguir ni por donaciones el Docetaxel, pues esta medicina era proporcionada por las farmacias de alto costo del estatal Seguro Social, y desde 2016 se presentaban fallas.
«Hoy no se consigue a menos que tengas un familiar en el extranjero o lo compres fuera del país», aseguró Nancy Cardozo, gerente de Senos Ayuda.
Toda esta situación ha llevado a Elizabeth a calificar al Estado venezolano como «irresponsable» porque «no puede tildársele de otra manera a quien sabiendo que sus hijos están enfermos no corre a buscar el medicamento (…) no puede tildársele de otra manera porque nosotros somos responsabilidad del Estado».
Le pido a Maduro «que abra su corazón y acepte la ayuda humanitaria» que han ofrecido otros países.
La situación que se vive en materia de salud la conocemos «los enfermos», afirmó e insistió de nuevo a Maduro para «que acepte la ayuda humanitaria».
El Estímulo
Venezuela