Venezuela

Club El Paraíso: "¿Quién iba a imaginar que una fiesta iba a terminar en tragedia?"

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FOTOGRAFÍA: ALEJANDRO CREMADES | EL ESTÍMULO

Jóvenes que asistieron a la fiesta que terminó con la muerte de al menos 17 personas este sábado llevan horas rindiendo declaraciones en la Policía Científica en Caracas sin la presencia de abogados. Muchos de sus representantes se les impide el acceso a la sede policial y desconocen si hay fiscales del Ministerio Público.  Los menores de edad son protagonistas de esta tragedia.

Familiares de las víctimas y sobrevivientes de la tragedia de Los Cotorros, el club social donde las personas murieron en una estampida causada por el lanzamiento de una bomba lacrimógena en plena fiesta de graduación, están a las puertas de la sede policial. Unos para esperar a sus seres queridos, otros para rendir declaraciones y buscar a menores de 20 años de edad en la morgue de Bello Monte, la mayor de Caracas.

Los sobrevivientes a la estampida de las personas llevan más de seis horas rindiendo declaraciones a la policía. Muchos son menores que rindieron declaraciones sin la presencia de sus padres o representantes o de abogados, como refirieron varios a las afueras del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) ya que no se les permitía estar en las instalaciones de ese cuerpo. Desconocen además si había presencia de fiscales especiales para menores. Otros se encuentran en el Hospital Perez Carreño, siendo tratados por asfixia y politraumatismos. Unos están en terapia intensiva, de acuerdo a las versiones de los familiares ofrecidas a El Estímulo.

La policía busca indagar que pasó antes de la estampida de las personas que trataron de escapar de los gases tóxicos. Hay varias versiones sobre lo que ocurrió a la 1:30 de la mañana en una fiesta de graduación de varias escuelas del oeste de Caracas en el club El Paraíso, ubicado en esa urbanización, al oeste de Caracas.

La versión que cobra más fuerza es la de la activación de la bomba lacrimógena en un baño de mujeres por un adolescente que participó en una riña ocurrida en la fiesta, donde habían más de 500 personas. El efecto de los gases generó una reacción inmediata: las personas intentaron salir despavoridas del lugar pero la puerta principal estaba cerrada, según algunas de las denuncias ofrecidas por familiares.

«Hubo personas pisadas por la desesperación por salir del local. Pero habían cerrado la puerta», dijo la madre de Kimberly García, una adolescente de 17 años de edad, que sobrevivió porque un amigo la sacó por una puerta del establecimiento antes de ocurrir la estampida.

«Los que estaban cerca de la puertas lograron salir, otros no», dijo la madre, quien esperaba a su hija a las puertas de la sede policial, donde rendía declaraciones.

La madre de Kimberly contó que su hija esperó en vano a dos de sus amigas a la puerta del local. «Pero nunca salieron», contó afligida a periodistas.

«¿Quién iba a a imaginar que una fiesta de promoción iba a terminar en una tragedia?», se preguntó.

Una joven de 14 años, sobreviviente del hecho, relató que solo alcanzó a escuchar botellas rotas y gritos. Allí, decidió salir del local. Ella iba con una amiga de 15 años. Una vez fuera del local se percata de que su amiga sigue dentro del club por lo que decide ingresar para buscarla. Apenas alcanzó a verla, la haló por un brazo y la sacó del lugar. Otra vez fuera, su amiga se desplomó. Ya afuera había ambulancias, en una de éstas la montaron a ella y a su amiga quien falleció producto de la asfixia. Recuerda además que en la ambulancia ya había otros dos jóvenes sin vida.

La menor de 14 años, entre lágrimas, recordaba que era la primera vez que su mamá la dejaba ir a una fiesta.

familiar cotorros 2

Bárbara Bárcenas, de 25 años, es otra de las sobrevivientes. Ella fue con su hermana, de 26 años, quien falleció. Jennifer, deja a una niña de seis años. Bárbara tuvo que acudir a la sede del Cicpc a rendir declaraciones. Tras varias horas, salió cojeando y con un hematoma en el ojo.

familiar cotorros

A kilómetros de distancia, en la morgue de Bello Monte, varios familiares hacían los trámites para que los cuerpos les fueran entregados. Uno de ellos, Haydée Berríos, tía de Kleiver Eloy Berríos, un joven de 17 años. Ella es contundente en su pedido: «justicia».

Exige que los responsables, dos según la información que maneja, sean detenidos así como los dueños del local por no contar con la seguridad necesaria para evitar el trágico hecho. Rechaza además que se permitiera una fiesta con menores hasta altas horas de la madrugada.

El padre de Luis Roniel Guerra, de 20 años, también aguardaba a que le entregaran el cuerpo de su hijo quien fue con su hermano y la novia de éste. Ella murió. Se trata de Jennifer Bárcenas.

zapatos cotorros

En los alrededores del club, algunos pares de zapatos y vidrios de botellas rotas quedaban como testigos de la estampida que cobró la vida de varios jóvenes, en su mayoría, menores de edad. Los vecinos de la zona señalan que la policía acudió en la madrugada y ya, para las 6:00am, no había un solo efectivo policial en el lugar. El local quedó clausurado y bajo investigación.

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