Venezuela

Cuatro niños fueron asesinados con un martillo en El Valle

El pasado 13 de septiembre los vecinos del barrio El 70 de El Valle, en Caracas, daban por desaparecidos a cuatro niños.

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TEXTO: FERNANDO TINEDO | FOTOGRAFÍA: REFERENCIA | ARCHIVO EL ESTÍMULO

Denunciaron en la Policía Nacional Bolivariana (PNB) la supuesta desaparición de los infantes. Sin embargo, el posterior desenlace del hecho probaría que no era tal la situación, era otra y mucho más cruel.

Al día siguiente, la misma comunidad preocupada por no saber nada de los niños comenzó a realizar la búsqueda de los mismos por diferentes sitios del sector, incluso por las zonas boscosas. Pasaban las horas y no había rastros de los niños, hasta que dentro de una casa del barrio, avistaron lo que parecían ser los cuerpos.

De inmediato, llamaron a la PNB para poder ingresar al inmueble. Al hacerlo se realizó el espeluznante hallazgo. Encontraron los cuatro cuerpos, uno al lado del otro sin signos vitales. Posteriormente, una mujer que dijo que esa era su casa, ingresó para reconocer los cadáveres. En efecto, se trataba de carolina Graterol, madre de Roxana Conde Graterol de 10 años, Yulianyerli Conde Graterol de 4 años y jonas Conde Graterol de 1 año, tres de los cuatro niños asesinados.

Asimismo, se hizo presente otra ciudadana y por la cual se dijo desde un principio que los niños estaban secuestrados. Lisbeth Maita Gómez, madre de Humberto Ruíz de 10 años de edad. Ambas fueron detenidas preventivamente por el Cuerpo de Investigaciones Citíficas Penales y Criminalísticas (Cicpc).

Pasados dos días del abominable hecho, comienzan a surgir las versiones del caso. Los niños nunca estuvieron desaparecidos. Carolina Graterol, dejó a sus tres hijos solos en casa y bajo llave, mientras fue a un recinto penitenciario, se desconoce cual, a llevarle ropa y comida a su esposo quien se encuentra privado de libertad.

En este lapso de tiempo, un sujeto de nombre José Morgado de 48 años, pasó frente a la casa y se puso a conversar con los infantes. Al parecer en días recientes ya había tenido contacto con los niños a quienes les habría dado algunos dulces. Como ya tenía cierta confianza con ellos los convenció de que abrieran la puerta para poder pasar, y lo logró. El cuarto infante caminó frente a la casa y lo llamaron. También ingresó. No se supo más de ellos.

Al parecer la madre los niños no durmió esa noche en casa. Pues el hallazgos e hizo al día siguiente. Los cuerpos de los niños yacían en el piso, uno al lado del otro, y cerca de ellos lo que parece ser el arma homicida, un martillo ensangrentado. Tras el examen forense practicado los menores presentaron signos de abuso sexual.

Según información de funcionarios del cuerpo científico, lo primero que se deben hacer además de recabar evidencias en el sitio de suceso, es buscar en el círculo más cercano de los infantes. Sus padres y madres son los primeros indagados, para así determinar donde estaban cuando no se supo más de los niños.

José Manuel Morgado, de 48 años de edad, sería el presunto autor de la masacre.

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