La Comisión Interamericana de Derechos Humanos incluyó a Venezuela en el capítulo IV de su informe anual en el que establece que como criterio para la inclusión de un país miembro en la lista «negra» de la organización. «Los países que cometen violaciones graves de los elementos fundamentales y las instituciones de la democracia representativa previstos en la Carta Democrática Interamericana. Estos son medios esenciales para la realización de los derechos humanos».
Otras razones para señalar a Venezuela es el acceso discriminatorio del poder. Además de la suspensión ilegítima parcial o total de los derechos garantizados en la Convención Americana.
La comisión agregó: «La presencia de otras situaciones estructurales que afecten seria y gravemente el goce y disfrute de los derechos fundamentales consagrados en la Declaración Americana, la Convención Americana o los demás instrumentos de derechos humanos aplicables”.
En particular la comisión señaló que la grave crisis institucional infringió el disfrute de los derechos humanos. «Hay graves omisiones en la adopción de disposiciones necesarias para hacer efectivos los derechos fundamentales o cumplir las decisiones de la Comisión y Corte Interamericana».
Grave crisis
En Venezuela, presente en la lista de la CIDH desde 2005, se han agravado las condiciones estructurales que afectan los derechos de los venezolanos y conlleva una grave crisis política, social, y económica, hoy existe una ausencia del Estado de Derecho.
Por ser el informe de 2018 en ningún momento se mencionó al presidente encargado Juan Guaidó. Pero el texto señala que los comicios del 20 de mayo son considerados fraudulentos por más de 50 países del mundo. Y agregan que profundizaron la crisis institucional en Venezuela.
El organismo exhortó al Estado de Venezuela a restablecer el orden constitucional; a liberar a los detenidos por ejercer su derecho a la protesta y a evitar las detenciones ilegales o arbitrarias; así como a tomar las medidas necesarias para garantizar el acceso a alimentos y medicinas.
La CIDH observó que persisten en Venezuela situaciones estructurales que afectan los derechos humanos de los y las venezolanos que han derivado en una grave crisis política, social, y económica; y concluye que la agudización de esta crítica situación ha derivado en la ausencia del Estado de Derecho.