«El régimen criminal de Maduro tiene, a través de testaferros, muchísimas propiedades en el exterior. Queremos ver a los gobiernos congelando esos activos y utilizándolos para aliviar la migración venezolana que está en todos nuestros países», defendió Ramírez en declaraciones a los periodistas en la Organización de los Estados Americanos (OEA), con sede en Washington.
La vicepresidenta colombiana se reunió con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, con quién conversó sobre la crisis humanitaria de Venezuela y la agenda a debatir en la próxima Asamblea General de la OEA que se efectuará en Medellín a finales de junio.
Sobre esa cita, Ramírez se mostró expectante por la visión que tendrán los estados respecto a la situación en Venezuela y abogó por una postura más dura hacia este país.
«Cuánto nos perdimos por haber tenido actitudes blandengues cuando procurábamos hacer la integración de las Américas», lamentó.
Respecto a la polémica generada por las declaraciones sobre la inmigración realizadas por el embajador colombiano ante la OEA, Alejandro Ordóñez, la vicepresidenta aseguró que «prefiere confiar en la buena fe de las personas».
«Esta mañana me explicaron que cuando el embajador Ordoñez hizo una declaración que tal vez se interpretó fuera de contexto», explicó Ramírez, quien a su vez calificó al representante diplomático como un «general de cuatro soles».
La semana pasada, Ordóñez aseguró que hay «una agenda global para irradiar en la región el socialismo del siglo XXI» y dijo que la migración hace parte de esa estrategia para lograr ese propósito.
«La dictadura de Nicolás Maduro (…) hace parte de una agenda global para irradiar en la región el socialismo del siglo XXI. Para ello, la migración y las alianzas transcontinentales son parte de la estrategia para concretar ese propósito, el cual lo vienen desarrollando calculadamente», afirmó el embajador en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA.
Ramírez señaló que saben que «la migración venezolana es una tragedia y consecuencia de una dictadura criminal», sin querer debatir más sobre el asunto