Luego de que los últimos cuatro activistas afines al Gobierno chavista fueran desalojados de la embajada venezolana en Washington DC, Nicolás Maduro ordenó a su canciller, Jorge Arreaza, llevar la denuncia «hasta las últimas consecuencias» en lo que calificó un asalto al recinto diplomático
“Hoy el Gobierno de EE.UU., violando la Convención de Viena y el derecho internacional, ha asaltado el recinto de la Embajada de Venezuela en Washington DC”, dijo durante un acto de la Misión Vivienda.
Tras lo ocurrido en la capital estadounidense, Arreaza señaló, vía Twitter, que se estaban evaluando posibles acciones «amparadas en el reconocido principio de reciprocidad». La primera medida del Ejecutivo chavista ha sido «reforzar la protección policial» sobre el edificio de la embajada americana en Caracas, anunció Maduro.
El gobernante, desconocido por medio centenar de países, consideró que ningún venezolano puede respaldar acciones «contra la dignidad nacional» e hizo un llamado a repudiar el hecho. «Ellos creen que con esto nos van a atemorizar. No, al contrario, nos llenan de indignación».
La mañana de este jueves, autoridades estadounidenses detuvieron a los cuatro activistas que permanecían en las instalaciones en la casa diplomática venezolana, bajo el vitoreo de los seguidores de Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por EE.UU. y otros 50 países, y el desaprobación de la Administración chavista .
Los activistas tomaron la legación hace semanas para evitar que los enviados de Guaidó se hicieran con el control de la embajada tras la marcha de los diplomáticos de Maduro.
La embajada venezolana, en el acomodado barrio de Georgetown, se ha convertido en un símbolo de la lucha del poder dentro de Venezuela, donde Guaidó, juramentado el 23 de enero, y Maduro se disputan la jefatura de Estado.
Con información de EFE