La dinámica de la censura que adoptó el fallecido Hugo Chávez encontró catalizador en Nicolás Maduro, cuya mano dura y concentración de poderes ha incidido de manera directa contra los medios y sus exponentes, motivo de rechazo en incontables oportunidades desde dentro y fuera del territorio nacional.
Los medio tradicionales transitan un camino cada día más oscuro y en el que muchos han tirado la toalla ante las constantes presiones y amenazas oficialistas. Con menos ventanas que antes, el norte ha sido establecerse en plataformas digitales, terreno fértil al que el gobierno de Maduro ha pisado son saña en los últimos meses.
Según datos de Ve Sin Filtro, proyecto dedicado a denunciar el bloqueo y restricción a la libre información a través de internet, durante el año en curso se registran un total de 22 portales de noticias nacionales e internacionales que fueron eclipsados por cortos lapsos.
Marcas como El Pitazo, Efecto Cocuyo, Vivo Play, VPI y El Estímulo fueron víctimas del acoso gubernamental, algunos casos con mayor duración y frecuencia que otros, y en donde las malas costumbres pasaron a ser un hábito dentro de la maquinaria oficialista, cuyo fin es el de cerrar la mayor cantidad posible de ventanas en las que se pueda reflejar la realidad del país.
Las redes sociales tampoco han escapado de la dinámica. En medio de las apariciones del presidente de la Asamblea Nacional y mandatario encargado de Venezuela, Juan Guaidó, cuyas comparecencias suelen ser compartidas en vivo a través de plataformas como Twitter, Periscope, Instagram y YouTube, la respuesta de quienes manejan el principal servicio proveedor de internet en el país, Cantv, ha sido dar coto a las transmisiones mediante restricciones en el ingreso a los mencionados portales.
El ataque del gobierno de Maduro contra los medios crece a diario, en una arremetida que se cuenta con altas cifras.
Un informe elaborado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, la organización Espacio Público, Caracas Press Club y PEN Venezuela dio a conocer que, entre los años 2013 y 2018, se han cerrado 65 emisoras, 41 medios impresos han dejado de circular y ocho canales de televisión no están disponibles en la señal abierta, totalizando 115 medios de comunicación los que han sido callados durante la gestión de Maduro.