Venezuela

Amenazan con bloquear estaciones de gasolina en Táchira donde se denuncie corrupción

Hacer largas colas para poner gasolina en San Cristóbal se ha convertido, más allá de una rutina, en un martirio para quienes no cuentan con pesos colombianos para pagar el llenado del tanque, sin retrasos, ni extensas filas. Entre almohadas, termos de café, viandas de comida, hacer las necesidades en cualquier lugar y sortear las amenazas de las autoridades cuando se reclama un derecho, se pasan los días en las colas de las gasolineras

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FOTOGRAFÍA: ROSALINDA HERNÁNDEZ

A pesar de estar cerradas un buen número de las estaciones de gasolina de San Cristóbal, en el estado Táchira, son decenas de usuarios los que pasan días y noches en las colas, esperando a que llegue la cisterna y que los funcionarios de seguridad inicien el remarcado con la numeración de los vehículos para luego descargar el combustible y comience la venta supervisada.

No tener la suerte de estar entre los 300 primeros carros de la fila, puede hacer que la larga espera sea inútil y no se logre llenar surtir combustible. Así le sucedió a Carlos Gómez, habitante de la región de San Antonio (oeste de Táchira), quien en vista de la poca gasolina que llega a la zona de frontera, se desplazó a la capital tachirense para ver si tenía suerte. No logró hacerlo.

“A las seis de la mañana llegue a la cola de la bomba, marcaron apenas 340 carros cuando llegó la gandola. Yo estaba muy atrás y no logre pasar después de esperar por más de 12 horas”, comentó el tachirense que aun buscaba gasolina al día siguiente.

Las denuncias, cierre de vías y otras acciones de protesta, protagonizadas por los ciudadanos en calles y avenidas de San Cristóbal, han dado pocos resultados. Nadie da respuesta de por qué no hay gasolina.

Roberto García, un venezolano de la tercera edad, denunció para El Estímulo que cuando acuden a reclamarle a la Guardia Nacional las irregularidades que se presentan en las gasolineras, el trato que reciben no es el adecuado y menos el que la autoridad debe ofrecer cuando «se está exigiendo sus derechos».

“Lo primero que nos dice es: ¡cállense la boca! Y ahí viene la discusión porque no lo respetan a uno. Nos han dicho que si a ellos les da la gana trancan el sistema en la bomba y nadie echa gasolina ¿y si lo hacen, después quién lo abre si son ellos quienes dirigen la estación de servicio? Esa gente se está llenando”, aseveró.

Dirigiéndose a los representantes del Estado Mayor de Combustible, conformado por el Jefe de Región de Defensa Integral (Redi-Andes), García, señaló: “General, usted lo que tiene es una cuerda de corruptos. Mande gente que haga contraloría con el pueblo y usted verá que con 23.000 litros de gasolina se pueden llenar unos 500 carros o más; y todos contentos. Pero están llenando 50, 100 carritos no más. ¿A dónde va el resto de la gasolina, General?, Ayúdenos porque si esto sigue así, no sé qué va a pasar”.

Nelsy Pernia, también afectadas en espera de gasolina, reveló que los funcionarios que custodian la estación de servicio, pasan por encima de quienes están en la cola. “Desde ayer, estoy esperando por gasolina y en nuestra cara han pasado 20 carros por delante. Es una sinvengüenzura lo que hacen. Tengo 66 años y en lugar de estar descansando en mi casa, tengo que dormir, dentro del carro en la calle y aguantando hambre a ver si logro llenar el tanque de gasolina”.

A través de una disposición del llamado Estado Mayor de Combustible en el estado Táchira, los vehículos surten gasolina de acuerdo al número terminal de la placa. Quienes no puedan llenar el tanque el día fijado, deben retirarse de la cola porque para el próximo día, está fijado otro grupo.

De acuerdo a los ciudadanos que hacen la cola, pagar entre 25.000 y 40.000 pesos colombianos por llenar un tanque de gasolina, convierte a algunos en los privilegiados de quienes custodian las estaciones de servicio.

Algunas de las personas consultadas por El Estímulo, asumen que parte de lo que sucede es la responsabilidad ciudadana.

“Nosotros tenemos la culpa como pueblo de lo que está pasando. Nos dejamos de unos militares que son iguales al pueblo, lo único que nos diferencia es que ellos son unos corruptos. Cuando reclamamos, nos mandan a callar la boca porque no les conviene que se sepa que ellos se están llenando los bolsillos”, recalcó.

La vida en una cola

Ángela Torres, inició la cola en la estación de servicio La Colina, el pasado jueves 8 de agosto en la mañana. Eran las seis de la tarde del viernes 9 y aun su carro no había logrado llenar el tanque de gasolina.

“Cuando fuimos a ver qué era lo que pasaba, nos dimos cuenta que los señores de la guardia nacional hacen doble cola, un surtidor aparte para los coleados que pagan en pesos. Reclamamos y nos respondieron que era falso. No sabemos si hay esperanza de echar gasolina porque nadie nos dice nada. Tenemos más de 24 horas en la cola y en la finca dejamos de guadañar, de clavar cercas y hacer todo el trabajo del campo. Estamos paralizados (…) Maduro póngase las pilas, si usted no es capaz de gobernar, deje el puesto ya”, vociferó la tachirense que se trasladó desde El Piñal, zona sur del estado a poner gasolina en San Cristóbal.

El poco respeto a quienes hacen las largas filas para surtir gasolina, es la queja más reiterada que hacen los usuarios durante el recorrido que realizó El Estímulo por las estaciones de servicio.

Los adultos mayores, son los más vulnerados por las autoridades que tienen bajo el control las gasolineras.

Sin comer porque ya habían agotado las provisiones que trajeron de casa, y no tenían dinero para comer en la calle, se encontraban la mayoría de los entrevistados, pasado el mediodía del viernes.

“Ayer me traje el desayuno, almuerzo y cena. Hoy no he ni desayunado, no tenemos plata y las tarjetas están en cero para decir que vamos al menos a comprar un pan. Estamos muertos de hambre”, comentó Marlene, otra de las usuarias en cola.

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