El gobierno de Nicolás Maduro anunció este sábado, 21 de septiembre, que denunciará ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presuntos vínculos entre el líder opositor venezolano Juan Guaidó y paramilitares colombianos.
«Estas graves denuncias, las evidencias y muchas cosas más las vamos a llevar a las Naciones Unidas», aseveró la vicepresidente, Delcy Rodríguez, en una concentración oficialista en el centro de Caracas.
El viernes, el gobierno venezolano difundió nuevas fotografías de Guaidó, reconocido como presidente encargado por medio centenar de países, junto a supuestos miembros de la banda narcotraficante Los Rastrojos.
Basado en el testimonio de un integrante del grupo, detenido por las autoridades venezolanas, el Ejecutivo sostuvo que un escuadrón de Los Rastrojos trasladó a Guaidó a territorio colombiano el pasado 22 de febrero desde el fronterizo estado de Táchira.
El opositor asistió el 22 a un concierto benéfico y un día después intentó sin éxito ingresar ayuda humanitaria desde Colombia.
Otras dos fotografías en las que Guaidó posa con dos miembros de Los Rastrojos – detenidos en Colombia el pasado 18 de junio – fueron publicadas el 12 de septiembre por una ONG que opera en la zona limítrofe.
Pero el jefe parlamentario tachó el viernes la denuncia de «montaje», y sostuvo que el gobierno trata de enlodarlo con «testimonios forzados».
El mitin de este sábado tuvo como fin acompañar la entrega a altos funcionarios de 13 millones de firmas que el gobierno asegura haber recolectado en su campaña «No more Trump» (No más Trump) en rechazo a las sanciones económicas de Estados Unidos contra Venezuela.
Las rúbricas serán llevadas por Rodríguez y el canciller venezolano, Jorge Arreaza, al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, la semana entrante con motivo de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
«Esperamos que con estas firmas nos puedan escuchar», dijo a la AFP Astrid Albornoz, de 26 años, beneficiaria de programas sociales del gobierno.
Maduro ha negado que su administración obligue a los ciudadanos a firmar a cambio de alimentos subsidiados, como denunció el Departamento de Estado norteamericano.
«Al imperio o a Trump no le importa nada (…). Yo creo que es algo simbólico, más a lo interno que a lo externo», comentó Jairo Ricaurte, funcionario público de 53 años, quien sin embargo marchó para pedir la anulación de las sanciones.