Más de 100 profesionales de distintas disciplinas de Médicos Sin Fronteras están trabajando en el Hospital Pérez de León II, en Petare. Este es uno de los centros centinelas asignados por las autoridades venezolanas para atender pacientes de COVID-19.
Petare es el conglomerado de barriadas más grande de Venezuela. Está ubicado al extremo este de Caracas y se calcula que allí viven millón y medio de personas.
Se trata de un plan de respuesta que la organización médico humanitaria realiza en colaboración con las autoridades nacionales y la dirección del hospital. El plan incluyó rehabilitación de la infraestructura y el diseño de un circuito para pacientes de coronavirus.
El plan, además, establece medidas de protección y capacitación para el personal que recibe a quienes pudiesen requerir hospitalización y atención en unidades de cuidados intensivos.
Protección para los médicos
Un ala del hospital Ana Francisca Pérez de León II ha sido dispuesta exclusivamente para atender la pandemia. Ahí trabajan médicos, epidemiólogos, enfermeros, psicólogos, técnicos, transportadores y personal de mantenimiento de Médicos Sin Fronteras y del propio hospital. El abordaje a los pacientes con COVID-19 es de tipo médico y psicológico.
“Ha sido un trabajo arduo y no exento de desafíos, por la premura de la situación y la necesidad de adaptar la estructura hospitalaria a las medidas de bioseguridad sin comprometer el resto de actividades de emergencias», dijo Isaac Alcalde, coordinador general de Médicos Sin Fronteras para los proyectos de Caracas, Miranda y Respuesta a Emergencias.
Uno de los mayores desafíos a los que se ha enfrentado este proyecto es la falta de disponibilidad de material de protección para el equipo sanitario.
“Sabemos que en muchos países el personal sanitario ha estado expuesto y ha habido muchos contagios por falta de material. Haremos todo lo posible por que esto no suceda acá. Queremos, además, realzar la labor de los equipos médicos que, aunque estén protegidos, enfrentarán situaciones dificilísimas, tanto personales como profesionales. Estaremos muy pendientes de brindarles todo el apoyo necesario, también psicológico, para minimizar el impacto de esta situación tan extraordinaria”, resalta Alcalde.
El protocolo
Una vez que un paciente llega al Hospital Pérez de León II, es recibido por un equipo médico que hace preguntas pertinentes sobre sus síntomas. Así se evalúa si en efecto cumple con el protocolo para realizar una prueba rápida o una PCR.
Si el diagnóstico es positivo, el paciente pasa a la zona de aislamiento. Se le evalúa, se estabiliza y se le da atención médica y de salud mental.
En paralelo, se realiza un trabajo de promoción a la salud y también soporte psicológico para la familia, al tiempo que se hace una búsqueda activa de posibles casos en su entorno.
El centro cuenta con una capacidad máxima de 22 camas: 16 de hospitalización y 6 de cuidados intensivos.
Adicionalmente, tres ambulancias son operadas por personal de Médicos Sin Fronteras para realizar transporte interhospitalario, así como entre CDI y hospitales, no sólo de casos de coronavirus, sino de otras emergencias que no hay que olvidar en estas situaciones de epidemias. También se rehabilitaron 5 ambulancias del Siamu en Distrito Capital.
En Venezuela, Médicos Sin Fronteras adaptó sus operaciones en respuesta a la emergencia sanitaria del COVID-19. Intenta dar prioridad a la población más vulnerable de los estados Anzoátegui, Amazonas, Bolívar, Sucre, Miranda y Distrito Capital y que padecen otro tipo de enfermedades.
Médicos Sin Fronteras es una organización médico humanitaria imparcial, neutral e independiente con presencia en más de 70 países y que trabaja en Venezuela desde 2015.