Janeth Márquez, directora de Cáritas Venezuela aseguró que la pandemia de la COVID-19 agrava el ya deteriorado cuadro de la alimentación de los venezolanos. El 17,3% de las personas atendidas por esta ONG sufre de desnutrición aguda.
Durante los dos primeros meses del 2020, el país y las familias vulnerables a las que acompaña la organización, venían demostrando una leve mejora, esto relacionado con el envío de remesas de los migrantes. Sin embargo, al iniciar la cuarentena, la situación colapsó y la alimentación pasó a ser un factor preocupante.
Márquez indicó que desde hace cinco años Cáritas lleva el monitoreo sobre cómo se alimentan los venezolanos. Ya ha denunciado la poca capacidad que tiene la población para alimentarse de manera adecuada. Además, este escenario se complicó con la llegada de la pandemia.
La directora de Cáritas explicó que de los 12 tipos de alimentos que una familia que debe obtener para lograr una buena alimentación, hoy solo consumen cinco de ellos. Lo peor es que estos productos están asociados con el grupo de los carbohidratos.
“La alimentación hoy es blanca, y debe ser de colores”, dijo.
Cifras alarmantes
En el mes de diciembre las estadísticas de Cáritas eran alarmantes. Ahora lo son más. A finales de 2019, de 100 personas atendidas solo 27 comían carne. En este momento, de esas mismas 100 personas, solo 19 comen carne.
En cuanto al consumo de los vegetales y frutas, este pasó de 32% a 21% desde diciembre hasta ahora. Por otra parte, el consumo de los lácteos y los huevos también ha mermado. Después de la pandemia, 35% de las familias no cuenta con este grupo de alimentos en su mesa.
En el mes de febrero, la desnutrición aguda estaba en 9,5%, pero en marzo este índice subió a 16,7% y en abril se ubicó en 17,3%.
Como referencia, valga decir que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que cuando el indicador se ubica en 10% ya hay una crisis alimentaria. Al superar el 12% se clasifica como una emergencia.
Los venezolanos necesitan ayuda
En Venezuela, hay nueve millones de venezolanos que requieren ayuda alimentaria. Según Márquez, el país se encuentra en una emergencia alimentaria, algo que desde hace tiempo viene denunciando el Programa Mundial de Alimentos.
Con respecto a las cajas de alimentos racionados por el Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap), afirmó que en 2019, un 73% de la población tuvo acceso a esa ayuda básica. Para abril de este año, de acuerdo con las comunidades a las que se les hace seguimiento, solo 41% de las familias recibieron este subsidio directo.
También, 61% de las personas encuestadas por Cáritas aseguran que pocas veces reciben mensualmente la caja CLAP.
La pueden recibir cada 45 días o dos meses. Otra denuncia frecuente es la disminución de los productos, de 18 iniciales, ahora solo trae nueve, con proteína solo ocasionalmente.
Cáritas hace un llamado a unirnos, a poner un granito de arena para todas las personas que necesitan una respuesta, una política pública, que requiere de medidas programadas y no esporádicas para solventar la alimentación.
La directora hizo énfasis en que la situación actual en el país es dramática. Además señaló que la carga emotiva, física y sanitaria amplía la vulnerabilidad de las personas y por eso se debe aumentar la ayuda humanitaria, fomentar la cooperación y acompañar a personas que no pueden responder a sus problemáticas, solas.