Mientras no deja subir de manera desproporcionada la lista de profesionales de la salud muertos en medio de la pandemia de covid 19, el gobierno de Nicolás Maduro encarcela a la enfermera Ada Macuare, acusada de instigar el odio por pedir mejores condiciones de trabajo, salarios justos y condiciones de seguridad para el sector.
Varios gremios profesionales de trabajadores de la Salud levantaron sus voces de protesta en las últimas horas para pedir la libertad plena de la enfermera Ada Macuare, encarcelada por el régimen de Nicolás Maduro acusada de instigar el odio. La trabajadora al servicio del Estado venezolano demandó condiciones de trabajo dignas y seguras, en un país que tiene récord de personal sanitario muerto en medio de la pandemia del coronavirus.
Macuare trabaja en un ambulatorio (dispensario) del estado Anzoátegui, en el oriente del país. Es madre de dos niños y lleva más de 10 años dedicada al oficio de enfermera. Agentes de un cuerpo policial del régimen la detuvieron el 21 de julio, en su sitio de trabajo. La enfermera había usado las redes sociales para llamar a protestar por las condiciones de trabajo que padecen los profesionales de la salud.
Este martes 27 de julio un tribunal decretó una medida de «privación de libertad» (prisión y pase a juicio) acusada en el marco de una leonina Ley del Odio vigente en Venezuela. El chavismo suele usar esa ley de forma arbitraria y sumaria para perseguir a los disidentes.
El pasado #23Julio Ada Macuare enfermera del Edo. Anzoátegui fue detenida arbitrariamente tras exigir mejoras salariales y condiciones laborales decentes.#LiberenAAdaMacuare pic.twitter.com/DrbtkawTAm
— Observatorio Nacional de DDHH (@ONacionalDDHH) July 27, 2021
El Observatorio Nacional de Derechos Humanos, es una ONG dedicada a documentar los casos de violaciones del derecho a la vida, libertad personal, derecho al respeto a la integridad (prohibición de tortura), inviolabilidad del hogar, derecho a las comunicaciones privadas, al debido proceso, libre transito, libertad de expresión, entre otros derechos.
Informes de organismos internacionales, incluyendo la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, denuncian reiteradamente la situación de miles de venezolanos sometidos a diario a diferentes formas de atropello.
Según cifras recopiladas por la asociación de profesionales «Médicos por las Salud», hasta el 26 de julio habían muerto en Venezuela 714 profesionales de la salud con cuadros clínicos de criterios para covid-19.
Esto supone casi la quinta parte del total de 3.392 víctimas mortales de la pandemia que reconoce el gobierno chavista hasta el día 26 de julio.
Reporte #25Jul Se recibe información de 8 nuevos fallecimientos de personal de salud con criterios para Covid-19, para llegar a 714 fallecidos. Mientras voceros oficiales anuncian 3392 totales
Alerta máxima ante la llegada de variante Delta. Deberían estar reforzando las medidas pic.twitter.com/HP8g1btrA7
— Médicos Unidos Vzla (@MedicosUnidosVe) July 26, 2021
Los gremios de médicos, enfermeras y trabajados sanitarios en general protestan y se quejan a diario de los bajos salarios, falta de equipos de protección y bioseguridad. También reclaman la ruina de los hospitales públicos, donde son patentes la falta de equipos, insumos y medicinas. También es evidente en todo el país la escasez de vacunas contra covid y otras enfermedades epidémicas y endémicas.
Los profesionales reclaman la pésima infraestructura y de los despidos arbitrarios en los hospitales y dispensarios que dependen del Estado venezolano.
El chavismo no atiende estas protestas y reclamos. En cambio responde con represión mediante fuerzas policiales, de la Guardia Nacional y mediante artilugios legalistas.
Trabajadores del Hospital «Dr. José Ignacio Baldo» El Algodonal, #Caracas salieron a protestar por la situación laboral, condiciones de trabajo y medidas de bioseguridad y fueron interceptados por piquetes de la policía nacional (los único empleados bien remunerados de la nación) pic.twitter.com/axhCIlAsJI
— Médicos Unidos Vzla (@MedicosUnidosVe) July 26, 2021
Las enfermeras y el resto del personal de salud juegan cada día a la ruleta rusa en los arruinados hospitales públicos de Venezuela. Por salarios que no alcanzan ni para comer, arriesgan la vida con pacientes o sospechosos de contagios del coronavirus. Confiesan sus miedos y piden a las autoridades equipos de bioseguridad, mientras la epidemia apenas comienza a mostrar sus garras en este aislado país tropical.
Venezuela se destaca como un claro ejemplo de represalias del Estado contra personal de salud. Desde que Amnistía Internacional comenzó a monitorear la situación de las personas trabajadoras de la salud en toda América a principios de abril, este es el único país que ha llegado a encarcelar a quienes se han expresado públicamente sobre los riesgos para su seguridad y la de los pacientes, denuncia la ONG.
En Venezuela los trabajadores de la salud que combaten la pandemia de covid-19 están desprotegidos en vida y después de la muerte. A la falta de quipos de protección, comida, abrigo y transporte se suma la certidumbre de saber que si caen enfermos no tendrán atención. Y si mueren, ni siquiera tendrán un hueco donde enterrarlos, o un horno donde su cadáver pueda ser cremado. Esta es la historia de una enfermera víctima de la negligencia más allá de la muerte.
