Henry Vivas, es un líder comunitario de la parroquia Caucagüita del municipio Sucre, en el distrito metropolitano e Caracas. Tiene 50 años y ha dedicado más de tres de décadas de su vida a promover una serie de programas sociales, con la finalidad de formar como buenos ciudadanos a los niños y jóvenes que viven en su comunidad.
“Esta es una zona popular en donde abundan los problemas sociales. Aquí es muy mala la calidad de los servicios públicos y no tenemos transporte. Por las tuberías solo sale polvo y aire en vez de agua potable. No recogen la basura, la electricidad la cortan casi todos los días y hay muchas familias en situación de pobreza”, señaló Vivas en una entrevista con El Estímulo.
Vivas nació en el estado Apure, al sur de Venezuela. Es casado y tiene dos hijos. «Angelina de 14 años de edad, es estudiante de cuatro año de bachillerato y mi hijo mayor se llama como yo Henry, quien tiene 24 años, hasta hace un par de años estudiaba para ser abogado, pero al igual que muchos jóvenes decidió irse del país. Ya no teníamos como pagar la universidad y no encontraba mayores oportunidades para su desarrollo”, dijo.
El líder comunitario dice que nunca ha pensado en marcharse del país, pues todavía cree en Venezuela y su desarrollo. “Yo crié a mis dos hijos con valores. Estoy orgulloso porque son buenos ciudadanos y quiero seguir ofreciendo esa misma orientación a los jóvenes y niños de mi sector. Viviendo aquí comprendí que no hay mejor manera de alejar a la juventud de la delincuencia que haciendo deporte, así como actividades culturales. Enseñándole que hay muchas oportunidades”, señaló.
Desde hace 20 años, este líder comunitario abrió las puertas de una escuela deportiva ofreciendo entrenamientos en las disciplinas de voleibol, baloncesto y fútbol, en donde participan una gran cantidad de jóvenes tanto del sector La Embajada, así como de las barriadas ubicadas en los alrededores.
“En mi casa funciona un comedor popular, en alianza con el programa social Alimenta la Solidaridad, en donde 65 niños en situación de vulnerabilidad reciben de lunes a viernes un almuerzo bien resuelto, con lo cual también ayudamos a combatir los problemas de desnutrición que pudieran estar afectando a nuestra infancia local”, indicó
Con estos programa sociales, señala se ha bajado significativamente los índices delictivos en su comunidad. “Esto es gracias a los padres y representantes, quienes también han venido sumándose a estas labores sociales, pues han visto que si han servido para proteger a sus hijos”.
Crisis hospitalaria
En 2019, Henry Vivas vivió en carne propia la crisis de salud en Venezuela. Por problemas renales tuvo que ser hospitalizado. Por tres meses, estuvo internado en el Hospital Pérez Carreño, donde, gracias a la solidaridad de muchos, pudo recobrar su salud.
“Una cosa es que te lo cuenten y otra es que tu vivas en carne propia la crisis de salud que se padece en el país. Duré 90 días en un centro asistencial en donde lo único que no faltaba era la disposición de los médicos para atender a los pacientes, pero no había ningún recursos, ni medicamentos, ni equipos. En mi caso, como de otros pacientes, tuve que comprar la mayoría de los tratamientos para realizar los exámenes en laboratorios privados pues no existen reactivos. Allá no hay nada”, relato Vivas.
Indicó que desde hace unos 20 años tiene que asistir a secciones de diálisis, tres veces a la semana. Gracias al apoyo de la Fundación Impronta, le pudieron colocar una nuevo catéter que es muy costoso y pudo seguir con su tratamiento.
“Esta misma Fundación de Impronta me ha colaborado para realizar el tradicional encuentro deportivo navideño con los niños de mi sector, en donde unos 500 niños pudieron compartir un desayuno comunitario y recibieron una juguete. Esto ha sido un alivio para la mayoría de los padres que no tienen recursos para poder hacer frente a los tradicionales regalos, estrenos y comidas navideñas”, resaltó.
A seguir con los planes
Para el 2020, este líder comunitario de Caucaguita aseguró a El Estímulo que se compromete a seguir realizando estos programas sociales, pues asegura que con la grave crisis que atraviesa Venezuela «ahora es cuando se tiene que trabajar por los niños y la juventud».
“Imagínate que yo mismo me he tenido que sentar a conversar con los integrantes de las bandas delictivas de mi comunidad y les he pedido apoyo para seguir con estos programa sociales. Nos ayudan con la condición que no solicitemos nada a los funcionarios policiales”, señaló.
Igualmente indicó que el año que viene se iniciará una campaña para que las autoridades, empresas y personas interesadas en apoyas les donen equipos deportivos como balones, uniformes, zapatos, entre otros. “Actualmente solo me queda un balón en muy malas condiciones, que utilizan todos los equipos para sus entrenamientos diarios”, explicó.
Risas por un día
La cancha de la comunidad La Embajada, por un día se llenó de risas y alboroto de los niños que recibieron emocionados un desayuno y su regalo de Navidad.
Atamaica Zuniaga, madre de una de las niñas que asistió al evento, indicó que estas actividades tienen que repetirse no solo en Navidad, sino durante todo el año, pues además de que los niños se diviertan también fomentan la convivencia ciudadana.
«Henry Vivas es un hombre entregado a la comunidad. Espero que las autoridades y empresarios lo sigan apoyando”, dijo Alirio Pérez.
Allí también estaba Ana Julia, de 39 años de edad, rodeada de sus cinco hijos que también recibieron su desayuno y juguete.
“Yo estoy muy agradecida, pues en casa no hay recursos para comprar regalos, estrenos y tampoco comida navideña, viviendo en una situación muy difícil y estas actividades que realiza el señor Henry Vivas, se agradecen y nos dan ganas de reír, así se solo por un día”, dijo.