Venezuela

Levantar las sanciones no hará que se eleve la producción petrolera

¿Qué tan clave es el efecto Chevron en el marco de la posible nueva ronda de negociaciones entre el gobierno y la oposición? Hay quien cree que EEUU quisiera que se active su producción petrolera en Venezuela para que la oferta haga bajar los precios del mercado. ¿Esto es realista?

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chevron y el petróleo en Venezuela

Ha comenzado a esponjar con consistencia una especie un poco extraña: la reanudación del diálogo en México podría implicar que EEUU quite las sanciones que mantienen en su mínima expresión la actividad de Chevron en el país. Esto –dicen- podría elevar la producción petrolera de Venezuela al punto de impactar hacia la baja los precios en el mercado global.

No obstante, para un criollo escuchar estas hipótesis es abigarrado y extraño. Ya se sabe que la industria está desmantelada, y que la promesa de Tareck El Aissami de llegar a una producción de 2 millones de barrilles diarios en 2022 no se cumplió. Ni se cumplirá. No pasamos de 700 mil barriles. Conversamos con tres analistas petroleros de alto calibre para aclarar las cosas.

¿Y la seguridad jurídica?

José Toro Hardy es un experto petrolero de amplia experiencia. Fue uno de los directores de la vieja Pdvsa, la de antes, la que llegó a ser considerada la segunda petrolera más importante del orbe.

Toro Hardy despacha la especie de modo claro y contundente: “En el corto plazo es limitado lo que Venezuela puede producir de petróleo, de manera adicional. La industria petrolera ha sido severamente dañada, hay que hacer inversiones”.

Explica que, no obstante, hay compañías que están interesadas en participar o en reactivarse. Es el caso de Chevron, que está haciendo un lobby importante para que se eliminen las sanciones a Venezuela.

Esta empresa –dice- maneja un número relevante de pozos en nuestro país: “Y Pdvsa tiene una deuda sustancial con Chevron”. De modo que la única manera de recuperar esa deuda es incrementar su producción.

Luego, hay otra serie de compañías europeas que quieren comprar petróleo a Venezuela. “Pero se necesitan inversiones muy grandes. Por ahora la producción se concentra en los crudos extra pesados de la Faja Petrolífera del Orinoco, los cuales no pueden ser vendidos en la forma en que se producen”, expone el autor de tomos como “Venezuela y el petróleo del Islam” (1991) y también “Oil, Venezuela and the Persian Gulf” (1995).

Relata que estos crudos extra pesados se están mezclando con diluyentes traídos de Irán, pero antes esos mismos diluyentes se producían en el país.

Dice que los mercados petroleros mundiales atraviesan una crisis por la invasión de Rusia a Ucrania. En años anteriores –hace un ejercicio retrospectivo- el mundo volvió la vista hacia Venezuela cada vez que se hizo escaso el petróleo porque era neutral ante los conflictos, pero ahora tomó parte por Rusia.

“Si Venezuela quisiera aumentar su producción lo primero que tendría que hacer es generar seguridad jurídica”. Y va al meollo del asunto: hay una gran cantidad de campos que han sido incluso vandalizados, pero que son relativamente fáciles de recuperar. Con una inversión de 4 a 5 mil millones de dólares se podrían producir 4 millones de barriles en el mediano plazo.

“Con la Apertura Petrolera, Venezuela logró incrementos de 180 mil barriles diarios por año, pero se hacían inversiones importantes, y había seguridad jurídica; ese no es el caso en este momento”. Además, el Estado no tiene músculo financiero para hacer las inversiones, por lo cual se necesita capital foráneo. “Es difícil pensar que en el corto plazo Venezuela pueda producir para impactar los precios internacionales en circunstancias como las actuales”, redondea.

Un ligero aumento

Francisco Monaldi es investigador del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice en Houston, y dirige el Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA, en Caracas. Está convencido de que si Maduro hace algunas concesiones en la mesa de diálogo en México, entonces “saldrá la licencia de Chevron”.

“Estaban esperando que Maduro bajara el costo político de tomar esa decisión”, asevera el analista. Pero, más allá de eso, no cree que pasen demasiadas cosas en el corto plazo, fuera de la licencia de Chevron: “Quizás Eni y Repsol pidan algo parecido”.

“Puede haber un incremento adicional al de Chevron de unos 50 mil barriles, entre los otros proyectos”, calibra el potencial de aumento: “Si CNPC, la accionista de Sinovensa, puede exportar petróleo para China habría otro incremento, pero eso tomará largo tiempo. Y la India quizá puede comprar petróleo de Venezuela”.

“Si EEUU no sigue exigiéndoles a los indios y a los chinos que no compren crudo, sino que se hacen los locos o lo autorizan, eso le permitirá a Maduro exportar a India, quizá exportar a CNPC y tener menores descuentos, lo que traería más flujo de caja. No mucha gente más va a invertir. Pueden ganar la presidencia de nuevo los republicanos en dos años, ni hablar del desastre que es la industria petrolera nacional, en fin, todo depende de cómo se desarrollen los acontecimientos”, habla claro y toma distancia con prudencia.

Pero no descarta que la producción de Chevron crezca: de 50 mil barriles podría llegar a 90 mil. “Venezuela en este momento tiene solo una capacidad cerrada de unos 100 mil barriles, que dependen de Petroboscán, que es de Chevron. Pero no hay mucho más. No hay taladros operando en Venezuela, solo taladros de mantenimiento”, pone los pies en la tierra.

En los próximos seis meses un incremento de 40 mil barriles es muy poco, pero sí envía el mensaje de que Venezuela va a volver en el futuro. Un incremento de 200 mil barriles en los próximos dos años tampoco va a impactar los precios del crudo a escala internacional. Sería más una intención política de la gestión Biden de ofrecer alguna zanahoria a Maduro para que haga concesiones.

Chevron lo que quiere es cobrar

Rafael Quiroz Serrano es economista petrolero y profesor de la UCV. Es más contundente. Pondera que si hay una flexibilización de sanciones por parte del gobierno estadounidense, “o incluso las llegaran a quitar del todo”, Chevron no tendrá voluntad ni intención de invertir en la industria venezolana. Chevron está comprometido en pozos maduros o marginales en algunas zonas de Brasil, Surinam, entre otros: “Les sale menos riesgoso y menos costoso”.

Y se va por la libre: “Chevron está en Venezuela haciendo tiempo a efectos de que le paguen 2 millones de dólares que le debe Pdvsa. Aún cuando quisiera invertir sería un aumento moderado. No se va conseguir sino a mediano plazo. En dos o tres años sumarían 150 o 200 mil barriles, pero en nada va a afectar al mercado energético mundial. Venezuela ya no es la que era antes. Dejó de ser clave en el mercado internacional de hidrocarburos”.  

“Yo no creo que Venezuela esté en condiciones de alterar la producción internacional del petróleo. Es un problema de capacidad cerrada de producción. Eso de que estamos listos para vender petróleo a EEUU, a Europa, etcétera, es parte de la ficción de Miraflores. Hay gente para comprarlo, pero no se puede producir. Se necesitan ingentes capitales, entre 2 y 3 mil millones de dólares. Ahí hay empresas internacionales en la Faja, ¿por qué no invierten?”, se pregunta quizá como una manera de responder al mismo tiempo el enigma.

Explica Quiroz Serrano que el problema no son las sanciones, va mucho más allá: “Las sanciones pueden haber remarcado la problemática, pero ese no es el elemento fundamental de la no producción petrolera venezolana. Es una exageración la importancia que se le da a las sanciones. Chevron no va a invertir más acá, el presidente de la empresa lo dijo recientemente: Chevron no está en capacidad de incrementar la producción ni en el corto, ni en el mediano plazo, ni aun quitando las sanciones. Tuvo que decirlo el presidente de la Chevron”.

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