Venezuela

El bloqueo de X (Twitter) o cómo Maduro pretende apagar las redes sociales

Ayer fue X, mañana no se sabe. Nicolás Maduro ordenó el bloqueo de la red social de Elon Musk, a quien considera su nuevo enemigo. Pero la pregunta que se hacen muchos es si este es el inicio de un escenario de bloqueo general de redes sociales para el país

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Nicolás Maduro tiene nuevos enemigos. Elon Musk es uno de ellos. El dueño de X, antiguo Twitter, es ahora el archienemigo de un mandatario que cree que las redes sociales están en su contra y que juegan un papel importante en un «golpe cibernético» contra su Gobierno. Este nuevo enemigo apareció tras las elecciones presidenciales del 28 de julio. Musk no solo cuestionó los resultados electorales, también la inteligencia de Maduro e incluso lo invitó a una pelea. Por otro lado, Maduro hizo lo mismo: lo calificó de fascista, lo acusó de formar a quienes protestan en Venezuela y finalmente, el jueves 8 de agosto sentenció la salida de Twitter de Venezuela. Lo bloqueó.

La cruzada de Maduro no es solo contra X. Todas las redes sociales han sido nombradas. Instagram, TikTok y WhatsApp también son «facistas», «imperialistas», «conspiradoras». Hace unos días el mismo Maduro le pidió a todos sus seguidores borrar WhatsApp. Él lo eliminó de su celular en medio de una transmisión en vivo. Pidió usar Telegram. De hecho, señaló que tenía un botón para bloquear a la principal red de mensajería instantánea del mundo y de Venezuela. Dijo que no lo haría, pero sí lo hizo con Signal. Sí lo hizo con Twitter.

¿Cuál es la guerra en este momento de Maduro con las redes sociales? ¿Por qué ahora son las enemigas cuando meses atrás le pedía a todos sus seguidores tener presencia en ellas, seguirlo, darle like? ¿Qué pasó y qué revela realmente la decisión de bloqueo de Twitter en Venezuela?

La historia tras una hegemonía que no se logró en redes

A lo largo de los últimas dos décadas, el espacio público e informativo en Venezuela se ha reducido y la hegemonia comunicacional del chavismo en los medios tradicionales en el país es prácticamente completa.

Lo que inicio en 2007 con el cierre del canal de televisión RCTV, continúo en 2013 con la compra de los principales medios de comunicación (prensa y televisión), con la salida de la parrilla de programación de canales internacionales como CNN y con el cierre contínuo y sistemático de emisoras de radio en todo el país. La amenaza de sanciones y multas a canales de televisión y radios logró que la oposición al chavismo desapareciera prácticamente de cualquier espacio informativo tradicional. En 2019 este escenario se radicalizó con la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino.

Desde hace 5 años la oposición venezolana desapareció del espectro comunicacional tradicional y encontró en las redes sociales y en los portales informativos digitales e independientes un espacio para comunicarse. Sin embargo, estos espacios también han tratado de ser conquistados o invisibilizados por el chavismo.

Más de 60 páginas web en Venezuela están bloqueadas por Conatel, gran parte de ellas son portales informativos independientes y oenegés que reportan datos sobre la situación en el país. Antes del 28 de julio, esta práctica se profundizó y en el último mes fueron bloqueados 12 portales informativos y de verificación de contenido.

Sin embargo, con las redes sociales sucedía algo distinto. Ningún gobierno está en capacidad de bloquear un perfil de IG, de X o de TikTok, para ello tendría que bloquear a la red social completa, algo que hasta hace poco era impensable o poco probable que sucediera por las implicaciones mediáticas que tendría.

Antes de este bloqueo de X, la estrategia del chavismo era distinta. En vez de cerrarle el paso a las redes sociales, apostaron por inundarlas con mensajes, etiquetas y twitteros pagados para replicar propaganda y desinformación. Así se pretendió generar también una hegemonía comunicacional en redes durante años. Esa fue la estrategia, hasta ayer.

¿Qué fue lo que cambió? La decisión de sacar a X de Venezuela refleja una pérdida de poder del chavismo en el manejo o control del discurso narrativo en redes sociales. La campaña de María Corina Machado y Edmundo González fue una muestra de ello.

Con todo el aparato comunicacional en contra, la oposición logró capitalizar a través del discurso impulsado en las distintas plataformas digitales cada vez más seguidores y voltear las encuestas a su favor. Sin presencia o con tal vez contadas apariciones en medios tradicionales, la oposición liderada por María Corina fue difundiendo su discurso por distintos canales y redes sociales. En Instagram, por ejemplo, Machado cuenta con 8,1 millones de seguidores, mientras que Nicolás Maduro suma 1,6 millones.

Para la directora ejecutiva del Observatorio Digital ProBox, Mariví Marín, las redes sociales se convirtieron en uno de esos pocos espacios donde todavía existe una representación de las voces críticas, no solo de la oposición, sino también de activistas, gremios, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil. «Representan un espacio importantísimo para toda la disidencia en Venezuela», dice.

En medio de las olas de protestas y detenciones del chavismo, precisamente han sido las redes sociales los canales por donde se han compartido imágenes y videos sobre detenciones, amedrentamiento y abuso de poder de los efectivos policiales en Venezuela. Los videos sobre la forma como fueron detenido dirigentes opositores como Freddy Superlano, Williams Davila, y María Oropeza le están dado la vuelta al mundo. En el caso de Oropeza, ella logró transmitir en vivo el momento en que agentes rompían la puerta de su casa para sacarla sin una orden.

De X a TikTok: el plan de Maduro cambia mes a mes

Hace poco más de un mes el chavismo pedía seguir a Maduro en todas las plataformas. El 19 de mayo circulaba en redes un panfleto con instrucciones para impulsar la cuenta del presidente y candidato a la reelección con el fin de «romper el bloqueo digital» en TikTok.

ElObservatorio Digital ProBox ha venido documentando este nuevo fenómeno.Bajo la etiqueta #NicoLike, promovida en todas las redes sociales por parte de entes públicos como el Ministerio de Comunicación e Información, desde mayo de este año se está llamando a la población a darle like, seguir, comentar, mencionar y compartir el contenido de Maduro.

A la par de llamar a que lo sigan, Maduro empezó a denunciar en ese momento un supuesto baneo por parte de las redes sociales, acusando, por ejemplo a TikTok, de censurarlo o disminuir su rango de acción, pese a que TikTok es una compañía creada en China, país aliado a Maduro.

Desde TikTok respondieron. La plataforma eliminó una red de 521 cuentas falsas que sumaban alrededor de 38.428 seguidores y que se usaron para amplificar contenido político de manera inorgánica en medio de la campaña a favor del referendo del Esequibo.

En el reporte “Covert Influence Operations” (en español: “Operaciones de influencia encubiertas”), TikTok reveló información sobre las operaciones de influencia encubiertas que fueron deshabilitadas bajo la lógica de “promover la transparencia y compartir aprendizajes con la industria” de redes sociales.

Estas prácticas de promover contenido inorgánico en redes a través de cuentas que actuan como bots no es algo nuevo ni oculto en el chavismo. Con X lo habían practicado tanto de forma abierta como velada. Abiertamente, el gobierno chavista impulsó el pago de bonos a los denominados Twitteros de la Patria, que recibían recompensas monetarias a través del Sistema Patria por impulsar etiquetas del Ministerio de Comunicación e Información (Mippci). De forma velada, se han encontrado redes de cuentas inorgánicas que se enfilan para impulsar ideas, desinformación o atacar a líderes opositores.

Sin embargo, y a juicio del analista político y director de Medianálisis, Andrés Cañizalez, la desinformación impulsada en redes ha perdido efectividad.

«La desinformación opera y tiene mucho éxito en contextos donde la gente tiene pocos referentes. En el caso venezolano, las personas conocen a Nicolás Maduro y a María Corina Machado desde hace años, así que la desinformación no tiene asidero en el cambio de percepción de la gente», asegura.

En medio de este contexto, apagar una red social por completo ha sido la nueva estrategia del chavismo.

Lo que representa X en Venezuela

La red social X es la primera que Nicolás Maduro ha bloqueado. Sin embargo, la pregunta que está en el aire es si hará lo mismo con las demás, y aunque el peso de Twitter puede parecer bajo, en comparación con otras redes, el uso que se le da en Venezuela lo hace relevante en la construcción de la narrativa sociopolítica del país.

Según el Informe Digital Global 2024 de DataReportal, Venezuela cuenta con 21,37 millones de conexiones móviles celulares activas a inicios de 2024, el equivalente a 73,4 por ciento de la población total. De esta muestra, se contabilizaron 14,05 millones de identidades de usuarios de redes sociales activas en enero de este año.

Mientras que Facebook cuenta 14,05 millones de usuarios en Venezuela, Instagram 8,15 millones y TikTok 12,35 millones de usuarios; X estaría entre los últimos en cantidad de usuarios, con 2,31 millones. Sin embargo, es en esta red social donde se comparte más información entre personas que quieren estar hiperinformadas.

El bloqueo de X representa entonces el bloqueo de la red social que más está dirigida al público informado en Venezuela. Muchos líderes de opinión se congregan en esta red social y amplifican estos mensajes entre las personas que los ven como referentes importantes y que pueden estar o no en X.

Maduro está bloqueando así los espacios en los que confluyen las personas que más buscan información. El 8 de agosto también bloqueo Signal, un app de mensajería similar a WhatsApp, usada en la mayoría de los casos por periodistas, ONG, y personas que quieren compartir información con mayores protocolos de seguridad para evitar que sus metadatos sean interceptados.

No solo es X: WhatsApp en la mira

Borrar WhatsApp, la app de mensajería más extendida en Venezuela también es una orden presidencial. La app no está bloqueada, aún, pero Maduro ha dejado claro que tiene el poder para hacerlo.

Esta app representa otro frente de ataque para el chavismo. Muchos analistas concuerdan en que WhatsApp se ha convertido en el nuevo «boca a boca» en Venezuela desde donde se comparte gran cantidad de información política en grupos de familiares, a través de estados o entre privados.

La ventaja en este momento, es que a través de WhatsApp las personas sienten más seguridad de compartir contenidos, pues en teoría no están expuestos, son privados y el Gobierno no tiene manera de ver lo que se comparte, a menos de que alguien se los muestre o revisen directamente en el celular, como se reporta que vienen haciendo efectivos policiales en los últimos días para justificar detenciones.

A juicio del director de Cazadores de Fake News, Adrián González, el efecto de WhatsApp en toda la campaña se subestimó muchísimo. «Generalmente nosotros nos referimos al posicionamiento de narrativas de propaganda en redes sociales (Twitter, Instagram y TikTok), donde hay muchas personas que entran por supuesto a informarse. Sin embargo, ese boca a boca en la actualidad pasa es por WhatsApp. Así la gente se enteraba cuándo y dónde María Corina llegaría a su localidad», señala.

desinforma campaña redes sociales
María Corina Machado en Apure

A juicio de Andrés Cañizalez, WhatsApp funciona como un replicador del contenido de redes sociales. «La gente se trae las cosas de las otras redes y las comparte con sus contactos, sus amigos, sus conocidos. Esa dinámica ha sido determinante para el fenómeno María Corina Machado».

Las alternativas del bloqueo

Ante el bloqueo de X, de Signal, y de al menos 60 portales más de noticias e información, el uso de VPN en Venezuela viene en aumento.

Una VPN o red privada virtual es un tipo conexión que permite conectar, de forma privada, dispositivos en internet. Las VPN posibilitan el traspaso de datos de forma anónima y segura y, en el caso venezolano, ayudan a sortear los bloqueos de páginas por parte del Gobierno. Las opciones son muchas y ante los nuevos bloqueos cada vez más usuarios la están usando.

En esta nueva dinámica, los venezolanos están intentando mantener más protocolos de seguridad: usar VPN, ocultar grupos o chats de WhatsApp, limpiar conversaciones, no publicar estados. Tras el 28 de julio, las medidas para cuidarse aumentaron, así como el miedo a la persecución.

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