Bono por tuitear: así se paga por impulsar propaganda y desinformación en Venezuela

Ilustración Daniel Hernández |El Estímulo

Desde hace años, el discurso del chavismo en redes se expande gracias al apoyo de ciudadanos, que al recibir un pago, se convierten en los peones de un juego de ajedrez cuya misión es imponer narrativas en medio de un ecosistema de propaganda y desinformación que se sostiene por pilares muy sólidos | Por C-Informa

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Jesús fue convocado para una reunión. Le prometieron que sería una oportunidad para conseguir un bono extra en un momento en el que su sueldo le parece un chiste. Trabaja desde hace 15 años en educación, y sí, confiesa que sabía que en ese gremio no se gana mucho, pero tampoco pensó que sería tan poco. Los sueldos de los profesores y personal administrativo del sector educativo en Venezuela se alinean con los de los trabajadores públicos en general. Desde hace años, la crisis, la hiperinflación y los salarios congelados pulverizaron en Jesús la idea de comprar una casa, un carro o incluso salir de vacaciones.

Su sueldo es de unos 20 dólares al mes aproximadamente. Se “rebusca” reparando cosas de los vecinos para lograr dinero extra y espera el bono de Guerra Económica mensual que da el Gobierno a los empleados públicos como complemento del sueldo (unos $60 aproximadamente). Pero igual, suma todo y no le alcanza para vivir con calidad. Por eso, cuando le dijeron que desde la escuela podrían pagar un nuevo bono por algo que debía hacer, se mostró interesado

El día de la reunión, Jesús se preocupó por ir con su camisa “más decente”. Quería causar buena impresión porque no estaba claro con quién hablaría, si los invitados eran ya los elegidos o si después serían seleccionados. Tampoco sabía cuánto le podrían pagar extra, pero sí estaba claro que algo más de ingresos no le caería mal. En la reunión no estaba solo, al menos otros 10 compañeros llenaban la pequeña sala donde fueron convocados en un pequeño municipio del estado Trujillo. Al igual que él, los presentes tenían curiosidad sobre lo que escucharían, aunque la mayoría, como él, iban por el dinero.

“Esto es un curso de capacitación para que expandamos la comunicación de los logros educativos de cada sector”, empezó a escuchar. Dos hombres se presentaban en la sala como los coordinadores regionales del proyecto. Poco a poco, Jesús fue tomando nota de lo que decían. En su libreta hay palabras sueltas que escuchaba y que anotaba rápidamente para que no se le escapara nada: CDCE, Twitter, redes, etiquetas, tendencias.

A los minutos, Jesús entendió que la idea era impulsar regionalmente los mensajes del denominado Centro de Desarrollo de la Calidad Educativa (CDCE), el cual opera nacionalmente pero tiene coordinaciones en cada estado y municipio. Para eso estaba Jesús allí. Para integrar ese grupo que a inicios de 2024 se encargaría de impulsar en redes sociales, principalmente Twitter (ahora X), la narrativa de los logros de la educación en el país, o al menos eso era lo que le decían.

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Impulsar y mostrar los logros educativos tiene un alto contraste con la protesta docente en los últimos años en Venezuela, pues éstas han reflejado el descontento de los trabajadores del sector por los malos sueldos y la falta de recursos para trabajar. La calidad educativa también ha mermado. De hecho, los estudios lo demuestran.

En Venezuela, 11 millones de niños son de edad escolar, pero sólo 6,5 millones están inscritos en el sistema educativo, mientras que cerca de 200 mil profesores dejaron las aulas para emigrar o dedicarse a otras labores cansados de sus bajos sueldos. La deserción escolar va de la mano con la mala infraestructura (60% de los colegios públicos no cuentan con servicios básicos como iluminación, baños e internet), lo que lleva en parte a que el 80% de los bachilleres reprobaran un examen de habilidades de matemáticas básicas según un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).

Esta realidad la vive Jesús día a día. Sin embargo, la idea de que le paguen por impulsar la narrativa de los éxitos educativos lo tienta. Ya está en, al menos, cuatro grupos de WhatsApp por los que les envían las directrices de lo que deben decir y qué etiquetas impulsar. Están aún en período de prueba, todavía todo es muy lento en el proceso, pero según le comentan poco a poco irán aumentando el ritmo de envío. Aún no le pagan, aún no le dan el celular nuevo que le prometieron, pero aún está allí, a la espera.

Elon Musk y el adiós de los twitteros de la patria

La estrategia de que ciudadanos y trabajadores públicos impulsen tendencias en redes sociales no es nueva. De hecho, son ellos que realmente mantienen el volumen del despliegue comunicacional del chavismo en espacios como Twitter, Instagram y Facebook. Sin embargo, y contrario a lo que desde las filas del Gobierno hacen creer, este volumen no viene en su mayoría por la convicción de la ciudadanía de alabar las políticas públicas o las ideas socialistas del gobierno de Maduro, sino que esconde una estrategia comunicacional muy bien orquestada y perfeccionada en los últimos años que emplea a venezolanos comunes, como Jesús, quienes a cambio de recompensas como bonos o teléfonos celulares, siguen lineamientos específicos para publicar y replicar tendencias en redes sociales sobre temas de los que no se harían eco sin ningún tipo de beneficio. En pocas palabras, dignas de una táctica de un juego de ajedrez.

Los peones del chavismo se mueven en fila como soldados que siguen instrucciones para ganar una “guerra comunicacional”, como distintas figuras de alto gobierno le han llamado y para ello emplean una gran cantidad de dinero, equipos y talento que tienen como objetivo único impulsar propaganda y desinformación.

Pero Jesús desconoce esta misión. Este trabajador del sector educativo no sabe que se está sumando a una nueva red que apenas está germinando en un país en el que distintas redes de militantes, cuentas falsas, Tuiteros de la Patria, y empleados públicos ya vienen desde hace tiempo trabajando para amplificar los mensajes que desea posicionar el gobierno.

Sin embargo, no es casualidad que la propuesta a Jesús llegara en un momento en el que las etiquetas impulsadas por el Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela ya no tienen tanto alcance como antes. Aunque “Twitterzuela” sigue dominada por el chavismo en cuanto a volumen en la conversación e impulso de etiquetas diarias, una caída drástica en el impulso de propaganda chavista se registró tras la llegada de Elon Musk.

Desde que uno de los hombres más millonarios del mundo compró Twitter, la red social cambió. El cierre del acceso al API imposibilitó la publicación de las centenas de tuits que las personas realizaban para impulsar etiquetas, por lo que los bonos por ser “activo en redes sociales”, que se otorgaban a los denominados Tuiteros de la Patria a través del Sistema Patria, fue paralizado y con eso también el trabajo.

Menos pagos, menos tweets

Un análisis de la organización ProBox, que constantemente monitorea la actividad sociopolítica digital venezolana, documenta la evolución de la caída del volumen de tuits después que las recompensas en bonos por publicar en esta red social dejaron de entregarse.

Durante el 2023, ProBox registró 821 tendencias sociopolíticas en la conversación digital en X (Twitter), que concentraron más de 205 millones de tuits. De todos estos, el 95,25% fueron generados por el oficialismo. Sin embargo, el problema no es que el oficialismo hable más en X, sino que gran parte de esta conversación no es real. Es generalmente contenido de muy baja calidad, o spam, compuesto por gran cantidad de retuits, menciones a otras cuentas y consignas repetitivas que brindan una apariencia de popularidad en redes sociales –que no es real– a todo lo relacionado con el gobierno. Una distorsión digital que puede ser medida calculando el porcentaje de usuarios que usan sus cuentas como lo haría una cuenta bot, o automatizada. Es decir, que se comportan de forma “inorgánica”.

El último cálculo realizado sobre el nivel de “inorganicidad” en la conversación impulsada por el chavismo fue el 14 de marzo de 2023, antes de que Musk eliminara el acceso que permitía a investigadores venezolanos tener acceso a los datos de X. En ese momento, ProBox descargó los datos de la tendencia #ChávezAntiimperialista con un total de 2.1 millones de tweets, y en ella se identificó un nivel de “inorganicidad” de 96,79%. Esto significa que los mensajes impulsados eran coordinados y no representaban una conversación real y espontánea entre usuarios, lo que demuestra que muchas personas como Jesús estaban tuiteando lo que se le pedían, aunque no necesariamente estuvieran interesados en el contenido que divulgaban.

La dinámica para posicionar tendencias en Venezuela por parte del Mippci ha funcionado desde hace años de la siguiente manera: desde su cuenta en X, el Mippci despliega una etiqueta en la mañana y la cataloga como la etiqueta del día. Tras la publicación de este tweet, las personas que formaban parte de los Twitteros de la Patria, las tropas comunicacionales y empleados públicos acatan la orden y empiezan a escribir tweets con esa etiqueta para generar un volumen y posicionarla como tendencia.

Para marzo de 2023, ProBox registró 36 tendencias impulsadas por la cuenta del Ministerio de Comunicación e Información (MIPPCI) que reunieron más de 50 millones de tweets en tan sólo un mes, siendo el mayor registro detectado por ProBox desde que empezó su monitoreo de la conversación sociopolítica hace 4 años. Sin embargo, luego de este gran pico de actividad, que coincidió inmediatamente después con el cambio del API de Twitter bajo la administración de Elon Musk, hubo una continua disminución de la actividad del Mippci, que si bien continuó dominando la conversación digital en esta plataforma, no pudo mantener el récord de masividad registrado para la fecha. .

En los siguientes gráficos que abarcan la actividad del Mippci desde 1° de enero de 2023 hasta el 22 de febrero de 2024 se puede observar que si bien se han mantenido las tendencias posicionadas por el ente, su cantidad de tweets ha disminuido drásticamente, destacando como pico marzo de 2023 y como menor registro de mes completo diciembre de 2023.

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Si bien no es un trabajo tradicional, para muchos ciudadanos inscribirse en el Sistema Patria como Tuiteros de la Patria representaba hasta hace un año un ingreso extra que muchas veces se convirtió en el ingreso principal de una persona.

A través del Sistema Patria, creado por el Gobierno chavista para asignar bonos a los ciudadanos, pagar pensiones y también la bonificación de los sueldos de los empleados públicos, también se impulsó por varios años el pago de bonos a los ciudadanos dispuestos a tuitear diariamente mensajes con las etiquetas que el Mippci impulsa.

Un trabajo publicado por Cazadores de Fake News, retrató cómo una tuitera que trabaja con más de 15 cuentas de Twitter distintas ganaba alrededor de $80 al mes por impulsar las etiquetas del Mippci. Así estuvo por varios meses trabajando, hasta que todo cambió cuando no recibió más bonos de recompensas.

De un momento a otro, y ante la imposibilidad de registrar correctamente el trabajo de los Twitteros de la Patria, el gobierno perdió una importante parte de su tropa comunicacional, incluso, recibió protestas de ellos. El 17 de mayo de 2023, ProBox registró el inicio de una campaña en redes para exigir respeto al “trabajo” de los Tuiteros de la Patria. La etiqueta #RespetoParaLosTuiteros se impulsó con aproximadamente 6.700 tweets entre una comunidad que se preguntaba por el pagos de su bono. De repente, los tuiteros, acostumbrados generalmente a promover etiquetas de forma inorgánica principalmente de propaganda, estaban desarrollando una protesta digital en Twitter.

Otra etiqueta utilizada ese mismo día fue #TuiterosPatria que tuvo un aproximado de 4.800 tweets. Lo interesante de estas conversaciones es que al mismo tiempo que criticaban los problemas con los pagos, seguían promoviendo las etiquetas impulsadas por el Mippci.

El jueves 18 de mayo continuó la protesta. La etiqueta #RespetoParaLosTuiteros consiguió este día 10.000 tweets aproximadamente.

Que gran parte de los Tuiteros de la Patria hayan dejado de postear, no quiere decir que el aparato comunicacional oficialista se haya quedado sin peones. Como Jesús, hay redes de empleados públicos que tienen como función promover etiquetas e impulsar tendencias.

Cazadores de Fake News y Probox llevan reportando desde hace años distintas redes de cuentas que se alinean para impulsar mensajes del Mippci, retuitear mensajes de Maduro, o ayudar a diseminar propaganda sobre temas específicos – o desinformación, si así lo establece la agenda. Cuentas de militares, de funcionarios públicos, de embajadas y de militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se enfilan para impulsar narrativas en un entramado con una estrategia muy bien articulada que no solo arropa las redes sociales, sino que se difunde por todos los medios de comunicación.

Peones de una estrategia mayor

Lo que está aprendiendo a hacer Jesús para impulsar etiquetas desde el estado Trujillo, y lo que hacían los twitteros de la patria para ganarse bonos a través del Sistema Patria por ser “activos en redes sociales”, viene de una estrategia mayor para esparcir propaganda y desinformación en todos los niveles comunicacionales, una operación digital que surge como reacción a lo que el chavismo considera un asedio comunicacional, especialmente en redes sociales

El chavismo desarrolló y perfeccionó una estrategia comunicacional que le ha funcionado para imponer sus narrativas y que guarda muchas similitudes con la del gobierno ruso. Las narrativas de ambos son esparcidas con el apoyo de cinco pilares que sostienen la estrategia de propaganda y desinformación y que conforman un ecosistema comunicacional que es útil no solo para amplificar discursos, sino también para acallar las comunicaciones disidentes.

Un informe especial del Global Engagement Center (GEC) del Departamento de Estado de Estados Unidos explica el ecosistema de desinformación y propaganda que Rusia utiliza para crear y amplificar sus narrativas. Este mismo esquema fue extrapolado por C-INFORMA para explicar cómo opera el aparato de comunicación y propaganda del gobierno venezolano.

El ecosistema de propaganda y desinformación puede ser dividido así en cinco pilares:

  1. Comunicaciones oficiales del Gobierno.
  2. Mensajería Financiada.
  3. Medios Proxy.
  4. Tropa Comunicacional.
  5. Desinformación Cibernética.

Bajo este esquema, el oficialismo venezolano ha venido desarrollando estrategias de amplificación de propaganda que difunde narrativas a través de cada pilar, aunque la diseminación de esta información suele generarse de manera distinta, dependiendo de si se trata de propaganda o de desinformación.

Para efectos de la investigación, describiremos uno a uno los cinco pilares que conforman este ecosistema.

1. Comunicaciones Oficiales:

Este pilar está conformado por los voceros oficiales del Gobierno y las redes sociales oficiales. A través de este canal surge, generalmente, propaganda que se difunde rápidamente por el resto de los pilares para amplificar la información.

Estos comunicados son publicados generalmente por medios oficiales y replicados por medios proxys.

2. Mensajería Financiada:

En este pilar se agrupan medios financiados abiertamente por el Estado Venezolano. Incluye una amplia variedad de medios de comunicación financiados por el Estado, que va desde medios locales dirigidos a público interno (VTV, FANB TV, ANTV y otros), como medios locales dirigidos a público extranjero (teleSUR), medios con sede en el extranjero e, incluso, instituciones socioculturales que cumplen la labor de crear, repetir o amplificar mensajes relacionados con propaganda oficial.

3. Medios Proxy:

Estos medios los conforman portales noticiosos, pseudo-noticiosos o de análisis que simulan ser independientes del gobierno que los patrocina, publicando una mezcla de información periodística de agencias internacionales y medios locales auténticos, comunicados oficiales y contenido de otros medios proxys, que a su vez citan al replicador o a uno de sus periodistas, produciendo un fenómeno de “hibridación” para simular credibilidad al no usar fuentes estatales directas.

Sin embargo, y a pesar de querer desligarse financieramente del gobierno, tienen intereses comunes y sus dueños suelen ser personas muy cercanas a personas vinculadas con el poder político. 

4. Tropa Comunicacional:

Emparentada con el anterior concepto de Guerrilla Comunicacional, esta se remonta a la promoción de etiquetas en Twitter desde el programa de televisión La Hojilla, en Venezolana de Televisión. Esta misma estrategia es promovida ahora desde el programa Con El Mazo Dando y desde las cuentas del Ministerio del Poder Popular para las Comunicaciones. Su objetivo es contaminar, inundar o desviar la conversación digital hacia ideas o conceptos de interés para el gobierno venezolano.

5. Desinformación cibernética:

Este apartado corresponde a las estrategias cibernéticas que se utilizan desde el poder para disipar, censurar o acallar las voces críticas o la información en contra en el mundo digital. De esta forma el bloqueo de páginas web de medios informativos, el hackeo de cuentas de redes sociales o páginas de información y hasta la clonación de páginas como método para espiar han sido estrategias comunes en el ámbito venezolano.

Desde propaganda hasta desinformación: el viaje en los pilares

La red que se entreteje en el aparato propagandístico y comunicacional del Gobierno se mueve entre los pilares de manera distinta dependiendo cada caso, aunque no hay una regla que se ajuste a todos los casos.

Cuando el mensaje se asocia a propaganda, generalmente comienza a difundirse abiertamente a través de comunicaciones oficiales, replicándose en los medios financiados por el gobierno y en los medios proxy, mientras la tropa comunicacional habla del tema en redes sociales para darle visibilidad a la conversación.

El proceso de diseminación y viralización de contenidos desinformativos suele ser distinto. La desinformación (información falsa, falseada o manipulada con intención de daño), suele aparecer primero en fuentes aparentemente no vinculadas con el gobierno, con el objetivo de ocultar su punto de partida. Suele ser publicada primero por cuentas trolls o falsos noticieros en redes sociales, por cuentas que forman parte de la tropa comunicacional o a través de medios proxy, para luego esparcirse en redes sociales, amplificarse y posteriormente llegar a medios financiados e incluso comunicadores oficiales, una vez que su origen engañoso ha sido ocultado por las conversaciones sobre el mismo bulo

Por ejemplo, un caso de impulso de propaganda dentro de los pilares puede rastrearse con la activación de la “Furia Bolivariana”, una estrategia de intimidación invocada por el Gobierno para desactivar cualquier “plan golpista”. El inicio del impulso en este plan se genera del principal vocero oficial del Gobierno, Nicolás Maduro, quien el jueves 18 de enero en un discurso transmitido por VTV llamó a la activación de la “Furia Bolivariana” en contra de conspiraciones en su contra.

El plan fue respaldado comunicacionalmente el 23 de enero con la etiqueta #FuriaBolivarianaActiva por el MIPPCI con más de 27.400 tweets (Comunicaciones Oficiales), para luego ser presentada como una solución necesaria en el programa de Diosdado Cabello (Con el Mazo Dando, Mensajería Financiada), quien la promovió en redes el 24 de enero con la etiqueta #AntídotoFuriaBolivariana, que alcanzó más de 10.100 tweets (realizados desde la Tropa Comunicacional).

Rápidamente, el mensaje de la Furia Bolivariana viajó por medios financiados y medios proxy en español y en inglés.

En redes sociales se posicionó como tendencia #FuriaBolivarianaActiva por las tropas twitteras e incluso, el Observatorio Digital ProBox determinó la participación de los Centros de Desarrollo de Calidad Educativa (CDCE por sus siglas) desde donde Jesús está empezando a “trabajar”. Cuentas como @CDCEAragua, @AragEducBolivar y @CDEC_Ribas hablaron sobre el tema.

En este caso de la campaña del Gobierno sobre la Furia Bolivariana, el impulso de la narrativa nació desde la presidencia y llegó a replicarse por todos los actores dentro del ecosistema de propaganda y desinformación. Esta estrategia fue el punto inicial para preparar el terreno a un plan de ataques a espacios cívicos y ONG que se concretó con la detención de la activista de derechos humanos Rocío San Miguel y la expulsión de los miembros de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos.

Mientras esto pasa, Jesús, el trabajador del sector educativo en Trujillo, se emociona por un bono que le llegará pronto por tan solo enviar unos tweets que considera inofensivos, pero que lo hacen parte de un ecosistema desinformativo afinado desde hace más de 20 años y que se adapta a la par de las nuevas tecnologías, sin perder por ello su esencia y objetivo inicial: controlar el espacio informativo venezolano, imponer narrativas y justificar acciones contra disidentes.

A puertas de una elección presidencial, en la que las redes sociales cobran relevancia como uno de los espacios de debate más importantes, el poder comunicacional para difundir propaganda y desinformación por parte del chavismo puede inclinar la balanza e influir en la agenda pública nacional.

Este trabajo forma parte de las entregas de la Coalición Informativa “C-Informa”, equipo periodístico venezolano que tiene como objetivo hacerle frente a la desinformación y está integrado por Medianálisis, Efecto Cocuyo, El Estímulo, Cazadores de Fake News y Probox con el soporte del Consorcio para Apoyar el Periodismo Independiente en la Región (CAPIR) y la asesoría de Chequeado de Argentina y DataCrítica de México.

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