Economía

Constituyente profundizará colapso de la economía en Venezuela

La aprobación de una Asamblea Constituyente, que en las próximas horas dará más poderes al chavismo para barrer a la oposición y sacudir las bases del Estado venezolano, tendrá duras consecuencias económicas que afectarán la vida de millones de venezolanos, si se cumplen todas las amenazas de Nicolás Maduro y de Estados Unidos.

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Foto: El Interés

Una vez consumada la elección en medio de un proceso que ha sido cuestionado por opositores dentro del país y por gobiernos y organismos extranjeros, Maduro se dispone a seguir adelante con su plan y en las próximas horas su Constituyente abolirá a la Asamblea Nacional, intervendrá la Fiscalía y comenzará a redactar una nueva Constitución tomando como modelo su propia propuesta, según anticipó hace días.
Tan temprano como este mismo lunes, el gobierno de Donald Trump se apresta a responder con una escalada de sanciones contra más funcionarios chavistas y contra el sistema financiero de su gobierno, incluyendo la neurálgica Petróleos de Venezuela (Pdvsa), -que es uno de los jugadores clave en el mercado de hidrocarburos de Estados Unidos-, según medios internacionales.
Mientras, una docena de países ha anunciado que no reconoce la elección «fraudulenta» de esta Asamblea cuya convocatoria no fue consultada con el pueblo. No está claro cómo la posición de esos gobiernos afectará las relaciones políticas y económicas con Venezuela.
Con Estados Unidos, el petróleo es la médula de las relaciones bilaterales.
“Mi última impresión es que van a empezar gradualmente”, dijo el experto en petróleo y energía Francisco Monaldi, profesor del IESA y de la Universidad Rice, en Estados Unidos sobre las anunciadas sanciones.
Después, podría seguir con las sanciones individuales, agregar alguna prohibición a algunas transacciones financieras, por ejemplo a nuevos créditos, agregó.
“Luego podrían subir a prohibición de exportaciones petroleras desde Estados Unidos a Venezuela”, dijo sobre este punto clave para el mercado interno de hidrocarburos y para las exportaciones de Pdvsa a sus clientes, inclusive el propio Estados Unidos.
Pdvsa compra a proveedores privados de Estados Unidos unos 200.000 barriles por día de diluyentes para mezclarlos con el crudo pesado venezolano, señala Monaldi.
Si hay sanciones y restricciones a estas compras se afectarían las exportaciones de crudo en más de 200.000 bpd, calcula el experto.
“La artillería pesada, es decir, la prohibición de importaciones de crudo venezolano y las sanciones financieras generales, las dejarían como último recurso. Creo que incluso con sanciones limitadas (el gobierno de Venezuela) podrían caer en default”. impago de la deuda externa, estimó.
“Yo creo que si hay sanciones y default la producción en 12 meses puede caer más de 400.000 barriles por día”, agregó Monaldi a El Estímulo.
Datos de la Agencia de Información de Energía de Estados Unidos, que depende del Departamento de Energía, revelan que en 2016 las ventas de derivados de petróleo a Venezuela promediaron 92.000 barriles por día. En abril pasado fueron 75.000 bpd en promedio.
Se trata básicamente de gasolina terminada, componentes para gasolina y otros combustibles.
La cifra no es despreciable: la de abril equivalió a más de 10% del consumo total del mercado venezolano de combustibles.
Un mercado donde los combustibles son técnicamente gratis. No hay nada más barato que un tanque de gasolina en toda la estructura de precios del país, gracias al populismo chavista.
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Muchos analistas vislumbran que más temprano que tarde un gobierno asfixiado por la realidad tendrá que aumentar drásticamente los precios de la gasolina para al menos comenzar a cobrar lo que cuesta.
Pero esta compra directa no es la única, en promedio otros 30.000 barriles diarios fueron a Curazao, donde Pdvsa opera la refinería Isla.
Venezuela posee una compleja estructura petrolera en Estados Unidos, cuya joya de la corona es Citgo, la filial de Pdvsa que mantiene excelentes relaciones hasta ahora con el gobierno de Trump y con el de la ciudad de Houston, Texas.
Estos activos, que técnicamente han sido empeñados a la rusa Rosfnet a cambio de auxilios financieros, estarían en el ojo de cualquier conflicto.
Ahora bien, si se acelera un impago de la deuda, el país ni siquiera está preparado para manejarlo, lo cual podría conducir a un proceso desordenado y de fuerte impacto no solo dentro de Venezuela, sino además en todo el mercado financiero internacional.
“La política del actual gobierno de pago total del servicio de la deuda externa pareciera estar motivada por el temor de las consecuencias que pudiese conllevar un incumplimiento, particularmente por parte de Pdvsa. Esto podría dar lugar a que los acreedores embarguen los despachos de petróleo o intercepten los pagos que realizan los compradores de dicho petróleo”, señalan en un ensayo titulado “¿Cómo restructurar la deuda venezolana?” los especialistas Lee C. Buchheit del escritorio Cleary Gottlieb Steen and Hamilton (Nueva York) y Mitu Gulati, de la Duke University.
“Existe un creciente consenso que Venezuela no podrá continuar durante mucho más tiempo con su política de cumplimiento total del servicio de su deuda externa. Los costos sociales son simplemente demasiado elevados”, dijeron en este “paper” fechado el 21 de julio, antes de que las sanciones fueran cuestión de horas.
Calculan “casi con certeza” que las obligaciones de la deuda venezolana exceden los $100.000 millones, de los cuales aproximadamente $60.000 millones corresponden a los bonos de la República de Venezuela y de Pdvsa (aproximadamente $35.000 millones adeudados por la República y $25.000 millones adeudados por Pdvsa).
Esos bonos de deuda financiera son los que tendrían que ser negociados ahora más temprano que tarde.
“La imposición de sanciones sería desastrosa para Pdvsa y para el país, provocando un colapso de la industria petrolera venezolana que ya está en una situación muy precaria”, señaló Monaldi en un reciente artículo para el portal Prodavinci.
Se estima que las dos sanciones que se están considerando seriamente son las financieras y la prohibición de importaciones de crudo venezolano. La combinación podría ser brutal para una Pdvsa con severas limitaciones de flujo de caja, probablemente forzándola a un default financiero, escribió.
“La cesación de pagos de la deuda externa, sin una renegociación ordenada, tendría efectos aún más devastadores. Se traducirían en una recesión aún más profunda, en una mayor caída del consumo y en una escalada inflacionaria y de la depreciación del tipo de cambio”, agregó Monaldi.
El petróleo provee hoy 96 de cada 100 dólares por exportaciones que ingresan a Venezuela, cuya infraestructura manufacturera, agrícola y de servicios ha colapsado bajo el peso de políticas erradas que han provocado una depresión histórica. Se ha pulverizado un tercio del tamaño de la economía en tres años.
Sin fuentes alternas de divisas de generación propia, el país además tiene limitado su acceso a los mercados financieros. Todo este escenario se debe a políticas económicas equivocadas, estatistas, ineficientes, controles inservibles. Son todas estas políticas las que van a ser profundizadas al galope en una nueva constitución y con decretos ejecutivos de la Constituyente de Maduro.
Si se considera que Estados Unidos es prácticamente el único cliente que paga en efectivo por el petróleo venezolano, es previsible que se agravará la escasez de divisas y la incertidumbre que ha llevado el tipo de cambio en el mercado paralelo a subir 10 veces en un año, hasta Bs 10.000 hoy.
“Creo que hemos entrado en un periodo muy delicado y especial. La ANC será una realidad y las sanciones vendrán”, señaló al respecto el operador financiero Alberto Cárdenas.
“El impacto puede ser severo en las operaciones de Pdvsa, en su flujo de caja, logística, pagos, colocación de productos”, advirtió el analista.
“Creo que un escenario de sanciones el default es casi un hecho. Todo dependerá de la anarquía reinante en el país. Los pagos de final de año están guindando”, advirtió.
En efecto, Venezuela debe honrar en lo queda de este año unos $3.500 millones en pagos de la República y de Pdvsa. Si bien en el pasado ha logrado salir al paso a estos compromisos contra todo pronóstico, esta vez se le acaban las municiones.
– Período especial –
Ese es el nombre de la peor fase que vivió Cuba tras el derrumbe de la URSS y el hundimiento financiero de Rusia y todo el bloque soviético, lo que supuso el fin de generosos subsidios, préstamos, asistencia técnica y abastecimiento de energía.
Los cubanos de a pie llevaron la peor parte, y la isla del gobierno comunista se sumergió en la miseria, perdió buena parte de sus avances sociales y se quedó sin aliados…hasta que llegó al poder en Venezuela el incondicional Hugo Chávez a inyectarle oxígeno y petróleo al gobierno de los hermanos Castro (Fidel y Raúl).
Ahora Venezuela ya vive su propio peor período en su historia republicana, con migraciones masivas de jóvenes y familias enteras sin esperanza, colas por bienes esenciales, escasez, hiperinflación, criminalidad desatada, colapso del sistema de formación de precios, corrupción rampante y falta de expectativas.
Pero, si hay sanciones de Estados Unidos, esta jugada hundiría más aún la situación cotidiana del venezolano común y de paso le daría excusas perfectas al gobierno de Maduro para alimentar su retórica antiimperialista, cazar a sus opositores ”traidores de la patria” y aferrarse más al poder, con Constituyente y todo.
Para el economista Steve Hanke, uno de los estudiosos internacionales del fenómeno de la hiperinflación, en realidad el derrumbe político en Venezuela ya comenzó.
“Nadie sabe lo que Maduro va a hacer ahora y nadie sabe lo que la oposición haría si estuvieran en el poder. Pero Venezuela está exactamente en la misma posición que la URSS antes de la caída del comunismo”, dijo a El Estímulo vía email.
“Venezuela atraviesa una mortal espiral socialista, justo como estuvo la URSS”, agregó este profesor de Economía Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.
Según sus mediciones (no proyecciones) la tasa de inflación anualizada de Venezuela es de 947%, otro récord histórico.
Todo eso sin sanciones de Estados Unidos.
Pese a dos décadas de retórica nacionalista, Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de Venezuela, con un comercio bilateral que totalizó $22.900 millones en 2016, según datos del gobierno de la primera potencia mundial.
Estados Unidos le vendió a Venezuela $11.200 millones y le compró $11.700 millones, principalmente en petróleo crudo.
Las ventas de Estados Unidos fueron principalmente combustibles minerales: $1.700 millones, maquinarias ($868 millones), maíz (394 millones), químicos $312 millones y maquinaria eléctrica $289 millones.
Las compras de comida desde Estados Unidos incluyeron además del maíz, soya ($132 millones), trigo ($98 millones), arroz $84 millones y aceite de soya ($41 millones).
Todos estos alimentos han escaseado en Venezuela en los últimos años, por lo que es previsible que el gobierno tendrá que acelerar sus búsquedas de nuevos proveedores, pues, dependiendo del alcance de las sanciones contra Maduro, estas ventas serían restringidas.
Las inversiones directas de Estados Unidos en Venezuela sumaron un valor de activos por $9.100 millones, con un descenso de 20% respecto a 2014. La mayor parte está en el sector de manufactura, finanzas y seguros.
Las inversiones de Venezuela en Estados Unidos sumaban un valor de $4.200 millones en 2015, la mayor parte propiedad de Pdvsa.]]>

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