Entrevista

Ricardo Cusanno: "Conseguimos cosas muy complejas dentro de la Cruz Roja"

Tras casi un año frente a la presidencia de la Junta Restructuradora de la Cruz Roja venezolana, el empresario Ricardo Cusanno se despide del cargo después de unas elecciones generales en las que una nueva junta directiva asume el reto de dirigir una institución en reconstrucción

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Ante la sorpresa y crítica de muchos, hace un año el ex presidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno, aceptó presidir la Junta Restructuradora de la Cruz Roja en Venezuela. Un dictamen del Tribunal Supremo de Justicia lo nombraba como el responsable principal de una institución que, hasta ese momento, no había cambiado de liderazgo por 43 años y que estaba sumida en denuncias de corrupción y maltratos a los voluntarios.

Tras el anuncio, Ricardo Cusanno comunicó a través de sus redes sociales no solo que aceptaba el cargo, sino que trazó el plan de acción de lo que se convertiría en su promesa de gestión. Diez meses después de ese momento, Cusanno se sienta a reflexionar sobre lo que se encontró, lo que se hizo y lo que queda por hacer en una de las instituciones más reconocidas del mundo.

El 4 de agosto de 2023, el expresidente de Fedecámaras resumía en un hilo de twitter las lineas de acción que tomaría al momento de asumir la presidencia de la Cruz Roja venezolana: proteger la integridad de los voluntarios y trabajadores de la Cruz Roja venezolana, iniciar un proceso de evaluación, reestructuración y modernización de la Institución y generar una elección transparente de sus autoridades, fueron las tres prioridades. A su juicio, las tres se cumplieron.

Hoy, a menos de un año de ese tuit, el empresario y gremialista venezolano se retira de la presidencia de la Cruz Roja venezolana para darle paso a Luis Faría, el nuevo presidente que fue electo durante una asamblea general del pasado 29 de junio que reunió en Caracas a cerca de 800 voluntarios de todo el país.

Cusanno se muestra orgulloso de lo logrado. Dice con entusiamo que recorrió las 43 sedes de la Cruz Roja en el país para conocer de cerca la situación de la institución. De ese recorrido salió la base para la creación de nuevos estatutos. En esos viajes se escucharon denuncias y se creo un sistema para que fueran atendidas. Tras la evaluación, dos de los directores regionales fueron expulsados de la Cruz Roja venezolana tras graves hechos de corrupción. Sin embargo, al final de este recorrido, el empresario evalúa como positivo que de los 43 presidentes de las sedes de la Cruz Roja venezolana, solo dos salieran.

¿Por qué salieron?, ¿qué encontraron para justificar su salida?

– Mira, uno de los directores que salió (del estado Miranda) era el mayor beneficiario de la junta anterior. Le asignaban carros, tenía asignación de medicina y llegamos a encontrar que tenía medicina vencida desde el año 1998, en un país como este.

Fíjate en esto. En el año 93, la Cruz Roja Americana hizo una donación de unos kits de educación, eran unas reglas, unos compases, colores. Jamás los entregaron. O sea, desde el año 93 y no entregaron nada. ¿Sabes qué encontramos? Unos dulces de maíz que dejaron de salir hace 15 años y nunca los entregaron. Era insalvable.

El otro era el presidente de la seccional de Coro. Tenía una cantidad de denuncias importantes que fueron verificadas y tuvo que salir.

– ¿Cómo fue tomada estas decisiones por los voluntarios y trabajadores de la Cruz Roja?

– Ellos promovieron los cambios. Al darles voz, apoyar el sentimiento de pertenencia del voluntariado y cambiar los incentivos, todo mejora. Cuando hay una gobernanza cercana, con reglas claras, con un objetivo por cumplir, al final las mismas personas que de alguna u otra forma soportaban la situación en las regiones fueron los que hicieron posible este cambio. Nosotros sí trabajamos mucho en liderar el proceso, pero al final lo hicimos con la misma gente. Eso lo que te dice es que las instituciones y las personas respondemos a incentivos. Si los incentivos son perniciosos, vamos a responder de manera negativa, si los incentivos son positivos la gente cambia.

Cumplimos con este primer paso de salvaguardar la integridad de trabajadores y voluntarios, generar mecanismos de defensa y de denuncia y acompañar en procesos para lograr subsanar las diferencias pequeñas, evitar que crecieran y afrontar las que crecían. Conseguimos cosas muy complejas en algunos sitios. Después de esto, nuestro segundo mandato estaba en salvaguardar los activos de la institución. Crear una línea de gestión donde hubiese total y completa transparencia.

– ¿Lo lograron?

– Sí. Instauramos como mecanismo la rendición de cuentas para asegurar precisamente la transparencia. Es lo que debe hacer la institución año tras año: convocar a sus bases y rendir memoria y cuenta con unos balances auditados.

Fíjate que en la encuesta que le hicimos a los trabajadores, les preguntamos cuantas veces en los últimos 10 años habían sido convocados para una Memoria y Cuenta y el 94% dijo que ninguna vez, ni para una memoria cuenta nacional, ni para una de los estados. Ni siquiera sabían que habían procesos de rendición de cuentas. Nosotros como junta interventora hicimos avances de memoria y cuenta cada 100 días.

– ¿Por qué si esto estaba pasando en la Cruz Roja venezolana desde hace tanto tiempo nunca se hizo nada? ¿La Cruz Roja Internacional no debe vigilar que todo esté bien?

– Esto que ocurrió en Venezuela le está sirviendo a la Federación (Cruz Roja Internacional) para subsanar profundas lagunas y deficiencias que tenían en procesos destinados a evitar que lo que pasó en Venezuela. Para explicar cómo paso esto hay que entender como funciona el movimiento. Las sociedades nacionales de cada país hacen vida en la Federación Internacional de la Cruz Roja, en esa federación se discuten temas transversales, temas presupuestarios, temas de captación de fondos, objetivos, planificación estratégica a nivel mundial. Después, hay un tercer componente que se llama el CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) que es el componente diplomático de la Cruz Roja que trabajan con los Estados, con los gobiernos. Mientras un país tiene mayores conflictos armados, conflictos bélicos, el CICR es más grande.

Venezuela tenía un liderazgo importante a nivel internacional en la Federación y la Federación es un espacio político, no partidista -aclara-, pero político, donde también se va por votaciones y bueno, se ejercían presiones. La Federación carecía de mecanismos para intervenciones en la Cruz Roja, porque quien tenía que solicitar ayuda a la Federación era el presidente, pero es que aquí el problema era el presidente de la institución.

Todo este proceso llevó a que la Federación subsane un poco los espacios grises.

La presidencia anterior de la Cruz Roja en Venezuela tenía 43 años. ¿cómo es esto posible y cómo se puede garantizar que esto no vuelva a pasar?

– Antes habían elecciones cada dos años y el mismo señor (Mario Villaroel) se renovaba en su mandato. Pero lo interesante es que quienes votaban eran solo unas figuras llamadas socios de la Cruz Roja que pagaban dos dólares una vez al año para votar y además no pertenecían al movimiento. Estas eran unas elecciones total y completamente trucadas. Hoy todo cambio.

Quienes votan son los voluntarios que tengan más de dos años en la organización, con 60 horas mensuales de dedicación certificada, que sean mayores de edad, que no estén sancionados por la justicia ordinaria o estén en un proceso sancionatorio interno del movimiento. Además de las condiciones para votar, también se establecieron condiciones para ser electo. Ahora debes tener conocimiento en el área de postulación.

Otra cosa que cambió es que antes el periodo era de dos años pero con elecciones indefinidas. Ahora el período para la junta nacional es de cinco años con un máximo de dos periodos. En las regiones, el periodo es de 2 años pero con hasta 5 periodos de relecciones.

¿Qué queda por hacer? ¿Cuáles son los retos que debe afrontar la nueva junta?

– El gran reto de la nueva junta es, a mi modo de ver, continuar con este proceso de modernización. En la Junta reestructuradora nos conseguimos más de 50 figuras jurídicas con RIF alrededor de la figura de la Cruz Roja, lo que lleva a que no haya una consolidación de balances, una articulación estratégica en temas de salud y tampoco una consolidación de la parte administrativa. Los nuevos estatutos obligan en dos años a desmontar y extinguir todas esas figuras jurídicas y anexarlas en una sola. Es un reto gigante porque al final es una gran empresa que tiene que tener contabilidad, administración, finanzas, presupuesto, planificación, etcétera.

Es necesario fortalecer la confianza en terceros actores de la Cruz Roja. Trabajar de forma coordinada en temas humanitarios y sanitarios con el Estado, con la academia, con los empresarios, con los trabajadores. Después, tiene que ser creativo para generar recursos.

En la Cruz Roja hay una mala percepción de que se recibía una cantidad de millones de dólares o de Ginebra o del Estado venezolano, y ninguna de las dos cosas son ciertas. Hay proyectos específicos en los que tú consigues donantes a través de la Federación o a través operaciones conjuntas con, por ejemplo, la Cruz Roja alemana, la Cruz Roja noruega o la Cruz Roja canadiense para temas muy específicos, pero tú tienes que producir tu propio ingreso. Para que tengas una idea, en Colombia tienen una lotería, creo que es en México donde la Cruz Roja vende agua mineral y en el Líbano el servicio de la ambulancia lo paga el ciudadano.

¿Cuáles son los planes para Ricardo Cusanno, después de esta experiencia frente de la Cruz Roja?

– Para mí este año de caminar el país y ver gente con precariedades enormes, que lo poco que tienen prefieren dárselo en tiempo a Cruz Roja para ayudar a otros, fue una experiencia que te hace cuestionar muchas cosas. En mi vida gremial encontré una forma de aportarle al país sin salirme de mi vida de empresario y de generar mis riquezas. Esta experiencia con la Cruz Roja también fue una forma de aportar al país desde otra dimensión.

Hoy con mucha humildad digo que ya encontraré el espacio para poder seguir aportando al país. No te niego que me seduce el mundo de la política, lo que pasa es que entrar en la política implica entrar a un partido y creo que hay todavía muchas deficiencias en esta área.

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