Viciosidades

Pociones de amor en el Mercado Sonora, México

Las pócimas y hechizos de amor han existido desde la creación del mismísimo hombre, y de la pareja como núcleo del amor y la familia. En Quinta Crespo de seguro se encuentran todo tipo de brebajes e infusiones para conquistar en el plano del eros, pero Sarah Del Moral nos relata una mañana en un mercado tradicional de la capital mexicana

Fotografía de referencia: Mercado de Quitan Crespo: Andrea Hernández
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“Si quieres enamorarte profundamente busca canela, pero de la más picosa, de la que cuesta como 500 pesos el kilo en La Merced”, describe Lukcero Aghakán una bruja que practica el sufismo, una especie de esoterismo inspirado en la espiritualidad islámica pero desvinculado del islam. “La árabe es la mejorcita, como el hachís, que el mejor es el de la India. Así se bañaban nuestros ancestros: con hongo, peyote y mota, para recorrer de norte a sur. Ésas son las plantas que curan, aunque también pueden llegar a matarte”, detalla.

Lukcero trabaja en el Mercado Sonora, uno de los más importantes y antiguos de México, famoso por ofrecer curaciones alternativas para el cuerpo y el alma. Ahí la encontró la periodista Sarah del Moral de Munchies, Vice, quien buscaba una receta para el amor en la semana previa al día de los enamorados.

«Esta misma receta se la doy a todos mis ahijados (así llama ella a sus clientes), cualquier la puede hacer en su casa”, cuenta mientras anota en una libreta todos los ingredientes necesarios para hacer una pócima de amor para enamorar. La lista está llena de especias como la nuez moscada y la canela, y de hierbas, algunas que no esperaba, como las verdolagas, el epazote morado y dos tipos de perejil —uno representa a la hembra y otro al macho, según Lukcero, y necesito ambos para crear un equilibrio perfecto—.

“La verdad es que no siempre se necesita esta receta”, continúa contándo la bruja. “La magia está en lo que comes, en la leche, en un chocolate… La magia es una energía que emanamos por acá atrás —la mujer se señana el trasero—. La brujería entra por todos los hoyos, y el primerito es el de atrás”. 

Lukcero es también hija de Oshun, diosa yoruba del amor, y eso le impide comer ciertos alimentos como el huevo. En una consulta con música cubana, aprovecha para describir a su cliente lo mucho que le gustan “los huevos de las gallinas gordas”. Estos son alimentos muy respetados en su religión. Significan abundancia, por lo que tiene que abstenerse de su consumo. También tiene prohibidas la sandía y la calabaza. “Sólo puedo comer la calabaza en tacha”, dice. “No con tachas, sino en tacha. Soy una bruja seria”.

“Tienes que tener cuidado con la receta que te di, eh”, le dice a Sarah mientras la mira fijamente a los ojos. La poción recetada lleva toloache, una especie de planta herbácea mexicana que posee propiedades narcóticas, espasmódicas y psicoactivas. Ha sido empleado en la medicia tradicional en México, pero en dosis altas puede provocar alucinaciones y alterar el sistema nervioso incluso a grados en los que peligra la vida. En el “mercado del amor”, el mismo en el que trabaja Lukcero, el toloache se vende en todos los puestos, pero siempre bajo advertencia de sus efectos.

“A mí me visitan mucha gente, me vienen a buscar de todo México y de otros países”, le dice Lukcero a la periodista en el momento que esta inicia la despedida. “Ven cuando quieras, conmigo encuentras lo mejor y lo peor”. Seguro que sí. Sarah le agradece. Se despiden con un choque de puños.

Si quieres continuar la visita de Sarah Morales por el Mercado de Sonora haz click aquí. Encontrarás velas con formas de pene, ritos llamados «amarres», amansaguapos y perfumes «Quita Calzón»

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