El principal aeropuerto de Bruselas, donde murieron 16 personas el pasado 22 de marzo en uno de los dos atentados terroristas que golpearon la capital belga, se mantendrá cerrado hasta "al menos" mañana por la tarde, informaron hoy sus autoridades.
«La evaluación de las pruebas sigue en marcha y tomará al menos hasta mañana por la tarde. No habrá vuelos hasta entonces», han confirmado los responsables del aeropuerto en un mensaje en la red social Twitter.
Se esperaba para este miércoles la reapertura parcial del aeropuerto de Bruselas-Zaventem, cuya terminal de salidas quedó dañada por las dos explosiones de hace una semana en el doble atentado contra la capital belga, tras más de una semana de pesquisas y pruebas en las instalaciones.
El consejero delegado del aeropuerto de Bruselas, Arnaud Feist, ya ha advertido de que la reapertura a vuelos de pasajeros será paulatina y avisó de que llevará «meses» recuperar el pleno rendimiento del aeródromo, ya que la zona de salidas hay que «rehacerla totalmente».
Las autoridades aeroportuarias estiman que en un primer momento esa zona provisional solo podrá gestionar un 20 % del flujo de pasajeros que pasa normalmente por el aeropuerto en fechas destacadas, y que calculan en unas 40.000 personas al día.
Para reabrir el aeropuerto se necesita, además, la autorización de la policía, del Ministerio de Defensa y de la Dirección General del Transporte Aéreo, sobre todo por las medidas de seguridad.
En los últimos días, las autoridades del aeródromo han analizado la infraestructura de la terminal dañada y evaluado las posibilidades para reanudar parcialmente sus actividades, y los expertos consideran que la estructura de la terminal es «estable».
Una primera explosión, en las afueras de Jerusalén, dejó un adolescente muerto y 11 heridos. La segunda, poco después y a poca distancia, hirió al menos a tres personas
Aunque ambos grupos son militantes islámicos sunitas de línea dura, también son rivales y difieren en detalles sobre religión y estrategia, y cada uno dice ser el verdadero estandarte de la yihad, la supuesta guerra santa. El EI-K se ufana de los ataques más mortíferos de los últimos años en Afganistán y Pakistán. Masacró civiles en ambos países en mezquitas, santuarios, plazas y hospitales.
En la región de Renania-Palatinado, la más afectada por el desastre, el número de muertos es ahora de 117, frente a los 112 contabilizados anteriormente, y hay 749 heridos. La tragedia del temporal ya llegó a Baviera, al sur, donde se reportó un muerto
