Venezuela

Oposición enfrenta el reto de fortalecer la MUD para mantener la unidad

La diferencia no está en el qué, sino en el cómo. Los partidos de la alianza opositora persiguen el mismo objetivo, pero aún debe definir los mecanismos para alcanzar la meta: cambiar el Gobierno del presidente Nicolás Maduro

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Al evaluar la hoja de ruta que presentó la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para promover el cambio de Gobierno, el diputado Américo de Grazia (LCR-Bolívar) sentencia: “nos pusimos de acuerdo en el desacuerdo”. No es una ironía. Con esa expresión, el dirigente de La Causa R destaca que la oposición tiene la capacidad de abordar sus discrepancias sin perder de vista el objetivo común.
La cohesión de la MUD es un tema de debate permanente en la opinión pública. Ni siquiera el aplastante triunfo electoral que lograron en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, con listas y candidatos únicos en todos los circuitos del país, ha disminuido la intensidad de esa discusión. Al contrario, la competencia por la presidencia de la Asamblea Nacional y las diferentes visiones sobre las “salidas” al conflicto político, aumentaron la preocupación acerca de la situación interna de la coalición.
De Grazia le resta dramatismo al asunto y trata de enmarcarlo en su justa dimensión. “Yo no puedo desestimar la opinión de otro, esto no es un cuartel, no es un Ejército, de pararse firme y seguir a una lumbrera, un mesías. Es normal que los partidos tengan distintas opiniones”, dice. A su juicio, “la MUD es un ejercicio más complejo” que aquel movimiento que provocó la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958. “Los actores son más diversos y la realidad venezolana es más compleja”, valora.
El legislador Stalin González (UNT-Caracas) cree que el problema no es la “desunión”, sino definir “la dirección política de la Unidad”. El portavoz de Un Nuevo Tiempo observa que la junta directiva de la AN ha desplazado a la instancia de conducción que representa la MUD. “Tenemos que resolver la conducción política de la MUD. El Parlamento tiene un papel institucional y unas competencias que le asigna la Constitución, pero la oposición venezolana tiene que tener una conducción distinta y un plan específico. La AN no puede sustituir a la MUD”, advierte González.
El vocero de la fracción de Acción Democrática, Edgar Zambrano, sostiene que la pluralidad y la diversidad están en el ADN de la alianza. “El momento político no determina una acción individual. La conjugación de esfuerzos es lo que ha permitido el avance que hemos tenido”, recuerda el asambleísta del estado Lara.
Zambrano admite que las distintas visiones pueden retrasar la toma de decisiones; sin embargo, resalta que esta situación no atenta contra sus fines. “Discutir un día más o un día menos no significa que se contrapongan los objetivos. Digerir las cosas con claridad es lo que nos permite consolidar el proyecto unitario”, manifiesta el parlamentario de AD, tras apuntar que “las trabas de los poderes del Estado nos obligan a hacer mucho más eficientes y ordenar mejor las cosas para superar esas barreras con éxito”.
 
Desde adentro

Pocos conocen a la MUD por dentro como Julio Borges. Jefe de la bancada de la Unidad y coordinador nacional de Primer Justicia, indica que las “discusiones públicas” que desarrollan los factores de la coalición deben interpretarse como un ejercicio democrático.
“Las discusiones públicas son sanas, siempre y cuando no sean discusiones simplemente de egos o de visiones de candidaturas presidenciales que son muy dañinas”, aclara Borges, quien agrega: “doy fe de que trabajamos muy articulados e integrados, desde la elaboración de una sola plancha para las elecciones hasta la labor en la AN. Ahora, estamos en un proceso muy complicado y no es fácil tener visiones rápidas y unánimes”.
El fundador de PJ reconoce que la resaca de la victoria electoral desató las ambiciones personales en el seno de la alianza. “Con un triunfo tan grande, muchos pensaban que el Gobierno estaba caído y el tema del cambio de Gobierno se convirtió en una especie de primaria presidencial. Al final, nos hemos dado cuenta de que tenemos que unirnos más, el tema no es quién es el próximo líder, sino cómo construir un Gobierno de unidad nacional”.
El miércoles 6 de abril la oposición encajó un autogol en la AN. La sesión de ese día se suspendió por falta de quorum, lo que retrasó por unas horas la aprobación de la ley que otorga títulos de propiedad a los beneficiarios de la Misión Vivienda. La ausencia de los diputados de la Unidad facilitó ese día el plan obstruccionista de la minoría chavista.
¿Lo ocurrido en esa plenaria fue una demostración de la falta de unidad dentro de la oposición? “No, fue irresponsabilidad de los diputados. Simplemente se fueron y eso al final es un tema que debe responder cada quien frente al país”, contesta Borges.
La desavenencia no está en el qué, sino en el cómo, según Freddy Guevara. “Los temas más importantes están absolutamente acordados y definidos”, afirma el coordinador de Voluntad Popular. Todos coinciden, por ejemplo, en que el presidente Nicolás Maduro debe salir de forma pacífica, constitucional, democrática y electoral de Miraflores este mismo año. El punto, comenta Guevara, es precisar cuál es la “táctica” adecuada para ejercer presión popular y lograr el cometido.
En VP consideran que desde hace tiempo han debido marchar hacia el Tribunal Supremo de Justicia para exigir a los magistrados que respeten la Constitución de la República y al Poder Legislativo. La Causa R, por su lado, estima que “la calle” pasa por arrasar en las elecciones regionales, pautadas para este año. “No hay nada mejor que tener gobernadores legitimados con el voto popular”, subraya De Grazia.
La necesidad de fortalecer la MUD es compartida por la mayoría. “Hay que devolverle la centralidad a la MUD, que sea el epicentro sobre lo cual gire lo demás”, explica Borges, aunque Guevara, presidente de la Comisión de Contraloría, rescata que en la actualidad “la AN es el principal convocante del país y refleja la mayor confianza de los venezolanos”.
Cuando se habla de antagonismos en el seno de la oposición, siempre aparecen dos nombres propios: Primero Justicia y Voluntad Popular. En nombre de su organización, Guevara plantea una solución que sume a todas las fuerzas y atenúe la desconfianza. “Se requiere un nuevo acuerdo de gobernabilidad nacional, con un programa mínimo común. Tenemos que lograr que la unidad no se limite a lo electoral, debe ser para gobernar, que para ningún partido sea un asunto existencial que su líder sea Presidente”.]]>

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