Caracas fue escenario de la jornada más brutal de la represión en tres semanas de manifestaciones opositoras que exigen la salida del presidente Nicolás Maduro del poder y un cambio en el sistema chavista de gobierno.
Juan Pablo Pernalete Llovera, de 20 años, estudiante de la Universidad Metropolitana, fue asesinado con el impacto de una bomba lacrimógena disparada casi a quemarropa contra su pecho, durante una protesta en el sector de Altamira (este), donde un grupo de manifestantes se concentró una vez disuelta la marcha.
Jóvenes en Altamira, donde murió Pernalete, y en El Rosal acusaron a agentes de la Guardia Nacional de disparar al cuerpo de los manifestantes.
«Resultó herido por varios disparos» e inmediatamente fue trasladado a un centro asistencial, en el que «perdió la vida», se indicó en un boletín de Salud Chacao, en el que no se especifica si las armas de fuego fueron accionadas por policías, militares o civiles.
Por su parte, el ministro de Relaciones Interiores, Néstor Reverol, denunció en Twitter que dos efectivos de la Guardia Nacional fueron heridos por disparos hechos desde el distribuidor Altamira.
«Grupos de Motorizados contratados por la Derecha Terrorista disparan desde el distribuidor Altamira, resultando heridos 2 GNs», dijo el ministro sin ofrecer mayores detalles.
Los guardias se encontraban en el puesto de vigilancia de Tránsito de Altamira «prestando servicio de despeje de la autopista», escribió el ministro.
En otro suceso, la Fiscalía informó que un hombre de 22 años murió la noche del martes tras haber sido baleado el lunes durante protesta en la ciudad de Valencia, en el occidente del país..
Con estas muertes, ascienden a 28 los fallecidos en Venezuela en tres semanas de las protestas activadas contra Maduro en varias partes del país, según los balances del Ministerio Público.
Las “ballenas”, como se conocen a los camiones tanque que lanzaban fuertes chorros de agua, junto a los gases, obligaron a los marchantes a correr en plena autopista Francisco Fajardo, la mayor arteria vial de la capital.
Salud Chacao, que depende de la municipalidad de Chacao, reportó 14 heridos por traumatismos, seis por inhalación de gases y uno por hiperglicemia, además del asesinado.
Al menos 12 trabajadores de la prensa fueron agredidos o heridos durante las manifestaciones, informó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa y Organizaciones No Gubernamentales de defensa de la prensa libre y la libertad de expresión.
Una fotoperiodista de El Estímulo fue alcanzada en el rostro por una bomba lacrimógena disparada desde unos tres metros de distancia por un Guardia Nacional. Se salvó gracias al equipo de protección que portaba: máscara con pantalla y casco.
La arremetida de agentes de la Policía Nacional Bolivariana y de la Guardia Nacional Bolivariana se desplegó en apenas minutos en la autopista, a la altura de El Rosal. Los efectos de los gases y el gas pimienta obligaron a las personas a evacuar oficinas y comercios.
Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática, calificó como “brutal” la represión desplegada por las autoridades.
Bajo un inclemente sol, los opositores apostaban por séptima ocasión dirigirse hacia la sede de la Defensoría con la intención de exigir el adelanto de elecciones y la remoción de los magistrados del Supremo, acusados de dar un “golpe de Estado jurídico” a favor de Nicolás Maduro, con dos sentencias emitidas en marzo que afectan las funciones del legislativo y minimizan la inmunidad parlamentaria.