Este sábado, por tercer día consecutivo, continuaron las protestas contra las políticas del gobierno, en diferentes ciudades del país, donde cientos de personas salieron a la calle y corearon lemas contra el gobierno y el sistema de la República Islámica de Irán.
El alza de los precios, la corrupción y el presupuesto presentado para 2018 habrían sido los detonantes de las manifestaciones.
El Ministerio iraní del Interior recordó la prohibición de llevar a cabo manifestaciones y protestas no autorizadas. Ninguna de las que han ocurrido entre jueves y sábado han sido autorizadas, según dijo el titular de dicho departamento, Abdolreza Rahmaní Fazlí.
La nueva ley de delitos políticos iraní, aprobada el pasado enero, penaliza cualquier manifestación considerada «contraria a la gestión del país y sus instituciones políticas y a las políticas nacionales y exteriores».
«Pedimos al pueblo que no asista a las concentraciones ilegales, si tienen la intención de manifestarse, hagan una solicitud y esta será revisada», manifestó el ministro, según la agencia de noticias iraní, ISNA.
El ministro del Interior explicó que han recibido informes sobre convocatorias de manifestaciones hechas en las redes sociales y subrayó que «estas reuniones son ilegales».
Un miembro de un partido político que prefirió el anonimato, precisó que el motivo de las manifestaciones es «el descontento de la población con la situación económica y no tiene que ver con ningún partido específico».
Mientras, el ministerio iraní de Asuntos Exteriores criticó la intervención de Estados Unidos en sus asuntos internos, en reacción al apoyo del presidente estadounidense, Donald Trump, a las manifestaciones.
Las protestas contra la situación económica del país comenzaron el jueves en la ciudad de Mashad, y se extendieron por las ciudades de Neyshabur, Kamshmar, Shahrud, Kermanshah, Rasht, Orumie e Isfahan entre otras, según las imágenes difundidas por las redes sociales.
Los manifestantes expresaron su desprecio por la vida acomodada del clero iraní, al que acusan de no empatizar con los problemas reales de la sociedad.
Igualmente, expresaron su rechazo al gasto que destina el régimen iraní a algunos países de la región mientras la población pasa por dificultades económicas: «Ni Gaza ni Líbano, mi vida la sacrifico por Irán».
Las manifestaciones del jueves y viernes en algunos lugares acabaron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, según se supo por redes sociales como Telegram.
-Espejo a kilómetros de distancia-
A 12.374 kilómetros de Irán, en Venezuela una situación similar.
En los últimos días se han presentado varias protestas en todo el país reclamando comida, agua y mejoras en servicios básicos como la recolección de basura.
No es la única similitud con la república islámica. Venezuela también le reclama a Estados Unidos por la supuesta injerencia en asuntos internos.
Las protestas de estos días en Irán son calificadas como las más importantes desde 2009. Ya se contabilizan, al menos, 50 personas detenidas.
Con información de EFE.]]>