El guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, rompió su silencio sobre la ola de protestas y aseguró que están orquestadas por los «enemigos» del país.
«En los sucesos de los últimos días, los enemigos se han unido y están usando todos sus medios, su dinero, sus armas, sus políticas y sus servicios de seguridad para crear problemas para el régimen islámico», dijo Jamenei en una declaración retransmitida por la televisión oficial.
«El enemigo siempre está buscando una oportunidad y cualquier grieta para infiltrarse y golpear a la nación iraní», añadió.
Un total 21 personas murieron desde el jueves, cuando empezaron en la ciudad de Mashhad (noreste) las protestas contra las dificultades económicas y el poder, que luego se extendieron por todo el país.
«Lo único que puede detener al enemigo es el espíritu de valentía, de sacrificio y la fe del pueblo», dijo Jamenei durante un encuentro con viudas de guerra y sus familias.