Steve Goldstein, subsecretario de diplomacia pública del Departamento de Estado, denunció los intentos de Irán de restringir el acceso a la red: «La gente en Irán debe poder acceder a estos sitios mediante VPN», dijo, agregando que la página en Facebook del Departamento de Estado en lengua farsi cuenta con unos 70.000 suscriptores.
«Cuanto más accesibles sean estos sitios, mejor será», señaló el responsable, cuando continúan las protestas callejeras contra el régimen iraní, al que el presidente estadounidense Donald Trump calificó de «brutal y corrupto».
Desde que estallaron las manifestaciones, Teherán ha restringido el uso de algunas redes sociales como Instagram y Telegram ante temores de las autoridades de que sean usadas para divulgar información sobre los disturbios.
Otros servicios en línea proporcionados por gigantes tecnológicos de Estados Unidos no están disponibles en Irán debido a que sus matrices quieren evitar un conflicto con las sanciones que pesan sobre el país.
Goldstein dijo que Washington considera que todos los iraníes deberían tener acceso a noticias y opiniones que no estén alineadas con el gobierno, por lo que instó a los ciudadanos a buscar información de medios internacionales.
«Queremos alentar a los manifestantes a luchar por lo que es correcto», dijo el subsecretario a la prensa. «Deseamos fuertemente que el gobierno iraní permita a los manifestantes a disentir en paz».
Algunos observadores advierten que el respaldo público de la Casa Blanca al derecho de los iraníes a las protestas antigubernamentales podría empañar el movimiento y mostrarlo como si fuera un boicot impulsado desde el extranjero.
«Tenemos la obligación de no quedarnos parados. Siempre hay ese riesgo, pero le estamos dando posibilidades a las personas de expresar sus opiniones donde podemos», agregó Goldstein.