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5 conclusiones que deja la convocatoria para los juegos contra Bolivia y Ecuador

Noel Sanvicente entregó la lista de los jugadores que podría usar para los partidos contra Bolivia y Ecuador. Ningún movimiento traumático. Es una lista amplia, que incluye a jugadores que harán grupo antes que debutar oficialmente. 

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 5No hay “borrados”. Se le dice así a los jugadores que, por diferentes razones, dejan de formar parte del círculo regular del entrenador. Quien escribe había sido informado de seis nombres que estarían “bajo observación”, luego del rendimiento contra Paraguay y Brasil y que dos (Franklin Lucena y César “Maetsrico González) no serían llamados. No pasó nada de eso. Se mantiene el grupo y es una buena noticia para todos. Más que una revolución francesa, que corta cabezas, la convocatoria es una inclusión socialista. Hasta Francisco Carabalí, botado del Caracas por indisciplina y sin ritmo competitivo desde hace dos meses, tiene la oportunidad de sumar minutos.

4- Hay un grupo establecido y solo la circunstancia de la altura en Bolivia permite observar tantos nombres del patio. Allí siguen los Rosales, Vizcarrondo, Amorebieta, Cichero, González (Alexander y César), Lucena, Rincón, Seijas, Suárez, Falcón, Martínez y Rondón (Salomón)… Son jugadores que vienen del proceso de César Farías y que aún cuentan con el beneplácito de “Chita”. Pero otros comienzan a ganarse el derecho a competir por los puestos establecidos: Christian Santos, Arquímides Figuera y Jhon Murillo. Luego aparece un nombre que muchos piden aunque juega muy poco en Málaga: Juanpi Añor.

3- Vuelve Mario Rondón. Es difícil entender la manera como los técnicos concluyen que tal o cual futbolista puede ser útil para tal o cual partido. Si revisamos el inicio de Sanvicente como entrenador y lo pasamos bajo el tamiz que dejaron los dos primeros partidos de la eliminatoria, pareciera que un solo jugador logró comprender desde el primer minuto lo que el estratega deseaba. Y ese es el delantero Shijiazhuang. Qué pasó después, para no ser tomado en cuenta para la Copa América es un misterio. De los regresos, no sorprende la presencia de Rómulo Otero (iba a ser la punta de lanza del proceso de “Chita” hasta que se lesionó). Su llamado es un punto de atención: ninguno de los que juega adelante tiene el puesto seguro. El partido de Bolivia contra Uruguay deja una conclusión simple: al contragolpe es muy vulnerable. Otero y Rondón tienen las características para hacer daño en la altura. Otro de igual perfil es Murillo. Sema Velázquez, por su parte, refuerza una zona en la que hay dudas y el hecho de actuar en Portugal respalda su llamado. Es bastante probable que sea uno de los centrales contra los del altiplano.

2- No habrá un equipo de “puros” jugadores del torneo local en la altura. En 2009, Venezuela ganó a Bolivia, sin disparar ni una sola vez entre los tres palos, con esta formación: Rafa Romo, Sema Velázquez, Pedro Boada, Grenddy Perozo, José Yeguez; Francisco Flores, Giacomo Di Giorgi, Angelo Peña, Luis Manuel Seijas; Giancarlo Maldonado y Juan García. El único tanto fue un autogol de Ronald Rivero en el minuto 32. En la siguiente fecha, cuatro días después, igualaría 2-2 con Uruguay, alineando así: Renny Vega, Juan Fuenmayor, Gerzon Chacón, José Manuel Rey, Carlos Salazar; Franklin Lucena, Tomás Rincón, César González, Juan Arango; Alejandro Moreno y Giancarlo Maldonado. En la convocatoria de Noel Sanvicente hay 20 jugadores  que actúan fuera del país y 13 que hacen vida en el torneo nacional. Aunque solo han pasado seis años, la competitividad del fútbol criollo de desploma. El torneo Adecuación es uno de los más pobres que hemos visto y es un riesgo inútil abrir solo con jugadores del patio, por más que los rendimientos individuales justifiquen el llamado. Una preparación adecuada, con las cámaras diseñadas para simular el trabajo que deben realizar en La Paz, no basta. Uruguay ganó por primera vez en La Paz (antes había cosechado 4 empates y 4 derrotas) gracias a la calidad de sus jugadores y la disposición táctica, algo que refrendaron ante Colombia.

En correspondencia con lo anterior, se sabe que por su adaptación en la altura, Luis Manuel Seijas sería uno de los volantes de primera línea. La gran pregunta es quién le acompañará. Hasta ahora, Tomás Rincón es el hombre de más importancia en el esquema de Sanvicente. Si el equipo no ha sido ordenado, es difícil imaginar cómo actuará la selección sin él. Después, hay que tener consideraciones similares para la línea de cuatro en defensa. Condicionados por los puntos perdidos ante Paraguay, sumar ante Bolivia es una obligación y para ello se necesita un 11 que no dé ventajas. La tarea es titánica.

1- De los últimos nueve partidos de eliminatoria, en La Paz, Bolivia solo ha ganado dos. Ha empatado cuatro y caído en tres oportunidades.  Los 3600 metros, pues, no son invencibles. “Hay mucha leyenda y mucha excusa sobre el tema de la altura. Hay gente que cree que por jugar en la altura se va a morir”, aseguró a BBC Xavier Azkargorta, exseleccionador de Bolivia y Chile. “De lo que se trata es de explotar ese tema psicológico y presionar mucho al rival, hacerlo correr para que sientan la falta de recuperación. Pero no siempre funciona, porque si no seríamos campeones en todas las competencias”, confesó el médico Guillermo Aponte, miembro de la Comisión de Defensa de la Altura de la Federación Boliviana de Fútbol al mismo medio. No obstante, a pesar de los resultados y de ambas declaraciones, no se puede olvidar que la Argentina de Messi, Di maría, Mascherano y compañía cayó 6-1 y que el campeón de Copa Libertadores perdió 2-0 con San José de Oruro. Fue el único triunfo del equipo boliviano en el grupo, donde compartía con Tigres de México y Juan Aurich, además del rival argentino. Pareciera que además de la preparación física y de la calidad de los jugadores, también se necesita un buen día. Esa es una variable que solo podrá medirse el mismo día del juego. Si al grupo le va bien, se partirá con ventaja para enfrentar a Ecuador. De lo contrario, el golpe sicológico de sumar tres derrotas consecutivas puede ser devastador.

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