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Allanan casa de Chamorro, mayor rival de Ortega en Nicaragua

La principal figura opositora de cara a unas elecciones presidenciales quedó bajo arresto domiciliario. El gobierno la acusa de irregularidades en el manejo de la fundación que lleva el nombre de su madre, dedicada a la promoción de la libertad de expresión. La opositora ha rechazado esas acusaciones como una farsa para evitar su participación en las elecciones presidenciales de este año.

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La policía de Nicaragua allanó este miércoles en medio de un fuerte dispositivo la vivienda de la opositora Cristiana Chamorro, acusada de lavado de activos por el gobierno de Daniel Ortega, hecho que suscitó la condena internacional.

Chamorro, principal rival ante una posible candidatura del mandatario Daniel Ortega para las presidenciales de noviembre, quedó bajo arresto domiciliario, tras una acusación de lavado de dinero planteada por el gobierno.

«Después de más de cinco horas de allanamiento policial en la vivienda de mi hermana Cristiana Chamorro, precandidata presidencial, a las 5H15 [23H15 GMT] los policías antimotines la dejan bajo ‘arresto domiciliar’, bajo aislamiento. Su casa sigue ocupada por la Policía», escribió en Twitter Carlos Fernando Chamorro.

Largo allanamiento

Hasta entrada la tarde, familiares y colaboradores desconocían en detalle la situación de Chamorro, horas después que un tribunal de Managua emitió una orden de allanamiento y detención en su contra. La acusación por delitos de «gestión abusiva, falsedad ideológica en concurso real con el delito de lavado de dinero, bienes y activos, en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad nicaragüense» fue presentada por el gobierno.

Un fuerte dispositivo de policías y antimotines impedían el paso de familiares y amigos al lugar, constató la AFP.

Un hombre que dijo ser su cuñado comentó a la TV local que fue impedido a golpes de ingresar a la vivienda de Chamorro en el sureste de Managua, pero que entendía que ella se encontraba dentro.

Aspirante con posibilidades

Los agentes entraron con violencia a la residencia, donde Chamorro se preparaba para dar una conferencia de prensa tras la acusación presentada por la fiscalía, dijo a la AFP Arelia Barba, asistente de Cristiana.

Chamorro, de 67 años, manifestó públicamente su intención de representar a la oposición como candidata única para los comicios del 7 de noviembre. Recientes sondeos la colocan como la aspirante de mayor apoyo popular después de Ortega.

El actual gobernante, en el poder desde 2007, aún no ha confirmado su participación en estas elecciones, pero sus adversarios creen que buscará un cuarto mandato consecutivo.

Violeta Barrios de Chamorro, madre de Cristiana, derrotó en 1990 a Ortega en las urnas cuando este buscaba su reelección después de su primer gobierno (1985-1990).

Cristiana Chamorro, ex directora de la Fundación Violeta Barrios de Chamarro, cuando llegaba este lunes 1 de junio a la sede del partido «Ciudadanos por la Libertad» (CXL) para formalizar su candidatura única para las elecciones presidenciales de este año en Nicaragua. Foto: Inti OCON / AFP

El brazo de la justicia oficial

La orden de detención la emitió la juez Karen Chavarría, del Noveno Distrito Penal, donde la fiscalía presentó la acusación la noche del martes, según el comunicado.

La fiscalía abrió una investigación contra Chamorro el 20 de mayo a pedido del ministerio de Gobernación.

El gobierno la acusa de irregularidades en el manejo de la fundación que lleva el nombre de su madre, dedicada a la promoción de la libertad de expresión.

La opositora ha rechazado esas acusaciones, las que considera una «farsa» para evitar su participación en las elecciones, ya que la ley nicaragüense impide postular a cargos públicos a personas con proceso penal abierto.

La vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, sin referirse al proceso contra Chamorro manifestó, que «la opción preferencial de este gobierno es salir de la pobreza» y que «las y los adinerados, eso no puede volver» a dirigir el país.

Atentado a la democracia

La secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA) rechazó el miércoles la «inhabilitación política» de Chamorro, algo que calificó como «un atentado a la democracia» y advirtió que Nicaragua se encamina a las «peores elecciones posibles».

«Acciones como esta restan toda credibilidad política al Gobierno y a los organizadores del proceso electoral», agregó en su comunicado.

El eurodiputado español José Ramón Bauza calificó de atentado «gravísimo a la democracia» lo actuado contra Chamorro e insto a Josep Borrell, representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, a que el bloque aplique sanciones inmediatas contra el gobierno de Ortega.

«Prohibir arbitrariamente a la lideresa de la oposición Cristiana Chamorro refleja el temor de Ortega a unas elecciones libres y justas. Los nicaragüenses merecen una democracia real», dijo por su parte en Twitter el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken.

Cacería

El bloque opositor, denominado Coalición Nacional (CN), acusó en un comunicado a Ortega de «desatar una cacería» contra los precandidatos porque «teme ir a un proceso libre, transparente y observado».

Recientemente, el Tribunal Supremo Electoral, conformado por magistrados nombrados por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), dejó fuera de la carrera al Partido de Restauración Democrática (PRD-evangélico) y al Partido Conservador (PC-derecha), el más antiguo del país.

«Es posible que después de Cristiana sigan otras inhibiciones a más precandidatos, ya que Ortega quiere sacar del juego a los opositores que le signifiquen mayor reto a su plan de perpetuarse en el poder», dijo el martes el aspirante presidencial opositor Félix Maradiaga.

El registro de candidatos a presidente, vicepresidente y diputados será entre el 28 de julio y el 2 de agosto. Los opositores dan por descontada la candidatura de Ortega.

El gobernante de 75 años enfrenta desde el 2018 una crisis política detonada por protestas masivas por algunas medidas de su gobierno y que desencadenaron en pedidos de renuncia. Estas manifestaciones dejaron 328 muertos y miles de exiliados, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Los hechos le han valido sanciones de Estados Unidos.

Para Ortega, se trató de un intento fallido de golpe de Estado respaldado por Washington.

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