Perfil

Osmel Sousa, el zar de pocas palabras

Aunque la elocuencia no es una de sus características, cuando abre la boca lo hace sin contemplaciones. La rueda de prensa que piensa ofrecer cuando regrese de Río de Janeiro promete polvareda y explicaciones sobre su renuncia al Miss Venezuela. Su vida, que comenzó en Cuba y pasó por Maracaibo, lo convirtió en un gurú

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Por ahora y por unos cuantos días más permanecerán en el terreno de la especulación las razones que llevaron a Osmel Sousa a renunciar a la presidencia de la Organización Miss Venezuela, el pasado 6 de febrero. Que si por recomendación médica, que si por la campaña desatada contra el concurso en los últimos tiempos, que si por la presión interna a que fue sometido en el reciente quinquenio, que si por una tentadora propuesta que lo dotará de recursos para retomar el glamour perdido.

cita-5-osmelLo cierto es que después de lanzar a la arena de las redes sociales el post que comunicaba su decisión y de alborotar a los leones del coliseo farandulero, terminó de empacar algunos enseres para viajar a Brasil y disfrutar del carnaval de Río de Janeiro. Al regreso, tiene previsto ofrecer una rueda de prensa que promete… y mucho.

Porque una de las características que más destacan del zar de la belleza quienes han tenido la posibilidad de compartir con él es que “no tiene filtro”. Suelta lo que piensa sin haber tamizado el impacto que producirán sus palabras.  Además, no se retracta, porque suele mantener ideas fijas que defiende, aún en contra de sectores específicos de la población. Pero todo tiene su historia. La de Osmel comenzó en Cuba.

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Trazos de la infancia

Las terribles consecuencias de la Guerra Civil Española llevaron a los Sousa y los Mancilla a tomar la decisión de abandonar su Galicia natal para iniciar una nueva vida en el Caribe, específicamente en Cuba. Allí vieron la luz Odilio y Mancilla, quienes tiempo después decidieron unir sus vidas.

En Rodas, cerca de Cienfuegos, crearon un hogar en el que crecieron Omar y Osmel Ricardo Lázaro Cipriano, quien nació el 26 de septiembre de un año impreciso. Algunas fuentes aseguran que fue en 1942, otras del ámbito legal hablan de 1945 (aunque ésta pudo ser el resultado de sus valiosos contactos en la transmutada Dirección de Extranjería) y hay quienes afirman que era contemporáneo de Joaquín Riviera, llegado al mundo en 1932.

cita-4-osmelLa certeza que existe es que estudió en el Instituto Cienfuegos, donde trabajaba como docente Conchita Bustillo, madre de María Conchita Alonso. Entonces surgió el vínculo afectivo que se deterioró años después cuando el destino los reunió en otra tierra y en otras circunstancias.

La dislexia y el déficit de atención incidieron en el rendimiento académico del pequeño, quien dedicaba la mayor parte del tiempo a su actividad favorita: dibujar, sobre todo figuras femeninas que escrutaba y reconstruía. “Cuando mis siluetas no satisfacían los cánones que en aquella época se llamaban griegos –en realidad han debido llamarse occidentales–, tomaba el borrador de mi lápiz de grafito y las hacía desaparecer, volviéndolas a dibujar una y otra vez hasta que estuviesen perfectas”, declaró en entrevista publicada por la revista Blitz.

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Tal hobby con visos de obsesión sembró la preocupación en los padres, quienes decidieron enviarlo a casa de su abuela en Maracaibo, Venezuela. El 8 de septiembre de 1955 arribó a la capital zuliana. Trabajó como decorador de vitrinas y como actor de teatro. En esos vaivenes conoció a Lupita Ferrer. A principios de los 60, ella le recomendó tocar la puerta de la recién fundada Cadena Venezolana de Televisión (hoy VTV) que buscaba al creador de una figura femenina para identificar a la televisora. Subsanado el prejuicio de su edad, dio forma a Telepavita y fue contratado para trabajar en el departamento de Promociones.

Su nombre comenzó a sonar hasta llegar a oídos de Peter Bottome, quien lo tentó con una jugosa oferta para que se incorporara al Departamento de Dibujo de Radio Caracas Televisión. Al mismo tiempo, recibía encargos freelance que llevaba para la oficina, a fin de cumplir con los lapsos de entrega. Conocida esta práctica, recibió su carta de despido.

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Entonces buscó trabajo en la Organización de Profesionales Publicitarios Asociados (OPPA), que poseía los derechos del Miss Venezuela. En 1968 fue contratado como dibujante. Alternaba este compromiso con algunos encargos para la revista Páginas, en la que terminó siendo cronista de sociales; después repetiría esta experiencia en Últimas Noticias, El Universal y El Nacional.

Pertenecer a la agencia le permitió acercarse al mundo de la belleza. A la calladita, comenzó a asesorar y a diseñar los vestidos de algunas candidatas, siendo Jeannette Donzella su primera pupila en obtener la corona como Miss Venezuela 1971.

Hecho el mandado

La actividad clandestina se hizo pública y fue incorporado al staff del concurso. Con él nació la que se conoce como “La leyenda de los zarcillos mágicos” que indicaba que aquella aspirante que luciera las prendas rosadas pertenecientes a Carolina Herrera obtendría la corona. Sucedió con María Antonieta Campoli (1972), Maritza Pineda (1975), Elluz Peraza (1976), Cristal Montañez (1977) y Marisol Alfonzo (1978). Sin embargo, su fama llegó a un momento estelar con el triunfo de Maritza Sayalero en el Miss Universo 1979. Entonces su nombre se rodeó de lentejuelas y hasta aceptó posar desnudo para el fotógrafo José Sigala.cita-3-osmelEl mandado estaba hecho, de manera que cuando murió el presidente del concurso, Ignacio Font Coll, en septiembre de 1981, y la Organización Cisneros decidió adquirir los derechos, el nombre que surgió para estar al frente de la naciente Organización Miss Venezuela (OMV), fue el de Osmel Sousa. En noviembre, en una reunión con Edwin Acosta Rubio y Ricardo Cisneros recibió la propuesta, la cual aceptó. En la calle Sojo de El Rosal se estableció la sede que sería conocida como la Quinta Rosada, por el color de su fachada. En 1996, asumió el reto de sacar adelante el Míster Venezuela.

De esta forma, se fijaron los cimientos que convertirían a Venezuela en una potencia en materia de belleza. Siete Miss Universo, cinco Miss Mundo, siete Miss Internacional y una Miss Tierra, amén de decenas de coronas en los certámenes más disímiles y constantes figuraciones entre los primeros lugares, lo rodearon de una fama que trascendió las fronteras.

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El diseñador Miguel Alemán, quien trabajó en el concurso masculino, asegura: “Osmel es quien puso a Venezuela en la punta del iceberg de la belleza. Su ojo clínico creó el concepto de la mujer perfecta y dio forma a una escuela militar de la belleza de enormes resultados. Y eso porque le dieron la libertad que necesitaba para crear, concibiendo a la mujer como una obra de arte”.

La estrategia de Sousa es clara: “Para ganar un concurso mundial de belleza no basta ser hermosa y punto. Hay un conjunto de cualidades que es necesario tener y, si no se han adquirido en la vida, entonces resulta indispensable tratar de aprenderlas, de vivenciarlas en un plazo muy corto. Eso es lo que hago yo. Por eso ganamos coronas internacionales”, dijo a Blitz.

Ya bautizado como “El zar de la belleza”, los ejecutivos de Univisión le propusieron ser jurado de Nuestra belleza latina en Miami. En 2007 se convirtió en el villano de la producción televisiva que mostraba su complacencia frente a alguna candidata, diciéndole: “Eres bella, firma aquí”. Una década después integró el staff del programa de transformaciones físicas Te tocó a ti de VV Plus.

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Por la boca…

Durante mucho tiempo, Osmel Sousa le apostó al bajo perfil; apenas daba declaraciones y aparecía lo menos posible. Miguel Alemán lo describe así: “No es un hombre de hablar mucho. Cuando te conoce, te evalúa, mirándote de arriba a abajo. Y te pone pruebas para ver cómo respondes. Todo el tiempo está trabajando. Cuando iba a un evento, lo hacía para cazar talentos entre los diseñadores, los modelos, los fotógrafos… no para hacer sociales, porque siempre ha tenido a alguien que se los escriba. Nunca pudo dominar el inglés y no es bueno para la tecnología”.cita-2-osmelEl diseñador continúa: “Es un personaje que sabe cómo manejar el estrés. No te grita, no te maltrata. Le encanta tragar como un caimán y que le regalen cosas. No es de caña. Tampoco le gusta la lisonja en exceso, porque eso hace que se fastidie de la gente rapidito. Con los candidatos era muy respetuoso, no los tocaba, sino que usaba una varilla para indicar dónde quería los bordados. Y cuidaba que no les pusieran una mano encima, a pesar de que siempre estaban en trajes de baño, porque el entrenador decía que realizar así todas las actividades les daba seguridad en sí mismos”.

Sin embargo, a raíz de la contratación en Miami que lo convirtió en celebrity, comenzó a tener más exposición y a aumentar las posibilidades de generar controversia.

Ocurrió en 2012, cuando la Organización Miss Canadá aceptó la participación de la candidata transgénero Jenna Talackova. Entonces declaró a El Universal: “Esa fue una autorización que le hizo Miss Universo a Canadá por sus leyes y la forma como ellos viven, pero el pueblo venezolano sencillo, cristiano, no va a aceptar nunca esa posición (…) Nosotros no estamos preparados para ese tipo de cosas (…) Yo, personalmente, considero que sería un irrespeto ponerle a la mujer venezolana un transexual al lado que compita con ella”.

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Un año después, encendió otra polémica al asegurar en el programa Aquí y ahora de Univisión: “Aunque me eche al mundo gay encima, no estoy de acuerdo con el matrimonio gay ni con que los gays adopten niños. Yo nunca me casaría, ni nunca adoptaría niños. Si quieres ayudar a un niño, das dinero, lo patrocinas completamente hasta que sea grande, pero papá y papá… mmm… eso no está en mi mente; ni mamá y mamá tampoco”.

Hombre de retoques

Con su personalidad y con sus credenciales, ha logrado sobrevivir a los escándalos y a varios percances de salud, incluyendo una laberintitis crónica que lo mantuvo varios días hospitalizado. Tal vez porque siempre lleva consigo un combo con las estampitas de la Virgen del Carmen, María Betania, La Milagrosa, San Patricio y San Lázaro. O tal vez porque siente los quirófanos como lugares familiares, a los que ha ingresado por razones estéticas en infinidad de ocasiones.cita-1-osmel

El periodista Roland Carreño, quien fungió como jefe de Prensa y RRPP de la OMV, relató una anécdota: “Un día entré a su oficina y lo encontré con toda la cara rayada, mirándose en el espejo. Le pregunté qué le había pasado y me contestó que estaba haciendo las marcas para que el cirujano supiera lo que tenía que hacerle”.

Su opinión sobre estas prácticas es de conocimiento público: “Te sacas las cejas y eso no es natural. Pintarse el cabello no es natural. Te haces una cantidad de cosas que no son naturales. Entonces, si hay algo más que se pueda hacer para perfeccionarte, para ser más bella de lo que eres, nosotros recurrimos a eso, llámese como se llame”.OsmelSousa6

Esas palabras bien pudo pronunciarlas desde alguna mecedora -uno de sus muebles favoritos-, cómplice, además, de los despistes que forman parte de su personalidad y que pueden llegar al extremo de decirle al franquiciante de Miss Miranda: “Esteban (Velásquez), aquella morena es perfecta para el Miss Venezuela, ¿qué te parece?”, antes de recibir como respuesta: “Osmel, esa morena es Miss Venezuela, Keysi Sayago”.

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