Ciencia

Vacuna más avanzada contra la malaria decae en efectividad

Aunque los avances médicos del siglo XXI han reducido la malaria a lo largo y ancho del globo, sus características letales se muestran resilientes. Ni la vacuna más avanzada de la época puede combatirla por completo. En Venezuela, sigue haciendo de las suyas, en acelerado aumento y sin políticas públicas adecuadas

Fotografía referencial: AFP
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La vacuna experimental RTS,S, la más avanzada contra la malaria, pierde gran parte de su eficacia luego de algunos años, de acuerdo con los resultados de un ensayo clínico realizado en Kenia con niños y publicados el miércoles en Estados Unidos.

La protección disminuye también más rápidamente en las personas que viven en zonas donde los índices de malaria, también conocida como paludismo, son mayores que la media, precisaron los investigadores, cuyo estudio apareció en la revista estadounidense New England Journal of Medicine.

Los resultados sugieren que la capacidad protectora de esta vacuna varía según las poblaciones, y muestran la necesidad de investigaciones adicionales para hallar la manera más eficaz de utilizarla, señalaron los científicos británicos.

La RTS,S, es la vacuna más avanzada en la historia de la medicina, desarrollada por los laboratorios británicos GlaxoSmithKline. Es la única en su tipo, pues no existe ninguna vacuna homologada contra la malaria. Fue evaluada en el marco de un amplio ensayo clínico en siete países africanos. La agencia europea de medicamentos dio el visto bueno a esta vacuna en julio de 2015.

Para este estudio, científicos del programa de investigación KEMRI-Wellcome Trust en Kilifi, Kenia, hicieron seguimiento a 447 niños de entre cinco y diecisiete meses de edad, divididos en dos grupos, uno que había recibido tres dosis de la vacuna RTS,S y un grupo control, que había sido vacunado contra la rabia.

Durante el primer año, la tasa de protección de los niños vacunados era de 35,9% con respecto a los del grupo de control. Pero luego de siete años, esta protección cayó hasta 4,4%.

Además, entre los niños expuestos a tasas de malaria superiores a la media el número de casos de infección por el parásito P. falciparum, transmitido por mosquitos, fue ligeramente mayor en el grupo vacunado (1.002 casos) después de cinco años, en comparación con el grupo de control (992 casos). Eso se explicaría por el hecho de que los niños vacunados desarrollan su inmunidad natural más lentamente que los que no han recibido la vacuna, un fenómeno observado en estudios anteriores, según los investigadores.

“Nuestro estudio muestra que la vacuna RTS, S puede ser de protección para los niños, pero también sugiere que una cuarta dosis podría ser importante para mantener esta protección por más tiempo”, dijo el doctor Ally Olotu, investigador del Instituto KEMRI-Wellcome y autor principal del estudio.

La malaria mató a más de 400.000 personas en todo el mundo en 2015, 90% de las cuales en el África subsahariana y en su mayoría niños menores de cinco años. En Venezuela se mantiene vigente: de acuerdo con el Reporte Mundial de Malaria 2015 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el único país americano en donde aumentó el número de infectados. 23% de los casos de toda América se le atribuyen.

Además, de los 214 millones de casos de malaria que registró la OMS alrededor del globo en 2015, Venezuela aportó 136.402, según registros de la Sociedad Venezolana de Salud Pública, una cifra no reportada nunca antes en la historia del país. Este año, los afectados aumentan como la plaga: van 54.529 casos en el transcurso de 2016, más de la mitad de los 89.365 de 2014.

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