Desde que tomamos los asientos para ver el desfile, ya el ambiente musical delataba lo que estaba por develarse y que fue confirmado desde la aparición del primer look sobre la pasarela. Trajes fastuosos, de inspiración orientalista, construidos a la perfección bajo las más rigurosas técnicas de la alta costura que evocan emperatrices o mujeres asiáticas de alto rango mostrando su belleza e influencia, son parte de la nueva colección de Elie Saab.
Las prendas son muy ricas en colores de piedras preciosas, trabajados en satén duquesa o terciopelos; además de exhibir una ligera transparencia de tul que creó siluetas ceremoniales y románticas. Los bordados siempre han sido el punto focal de Saab, y esta vez fueron exuberantes con temas de flora y fauna, llevados a lo abstracto más que a lo figurativo para imprimir modernidad.
En esta temporada el cinturón fue el accesorio que complementó los looks para enfatizar la cintura femenina y su poder.
Siluetas con colas que arrastraban sobre el suelo, aberturas vertiginosas en las piernas, mangas estilo kimono, columnas estrictas y mangas capa -características de este gran diseñador-, son algunos de los diseños que inundan la colección; una que cuenta con un modelo para cada estilo de mujer.