Sexo

El turismo sexual infantil tiene nuevos agresores

El turismo sexual infantil es un flagelo mundial en plena mutación. De acuerdo con un estudio avalado por la ONU, los abusadores ocasionales se han incrementado y son oriundos de países de América Latina y el sureste asiático

Fotografía: www.solucionesmagazine.com
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«No hay ninguna región al abrigo de este crimen y ningún país es inmune», subraya el Estudio global sobre explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en viajes y turismo (ESNNA-VT), realizado por unas 70 organizaciones oficiales, ONG e instituciones universitarias bajo la orientación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La investigación señala que, en las últimas dos décadas, los avances tecnológicos y el abaratamiento de los viajes son dos factores clave que explican en gran medida el desarrollo de esta forma de criminalidad. La red permite compartir información con mayor facilidad o crear nuevas formas de trata de personas. Citan como ejemplo la ciudad colombiana de Medellín, donde se realizan subastas en línea de niñas organizadas por un jefe del narcotráfico.

Los abusadores ocasionales ya no son pederastas identificados por la justicia, sino procedentes de países ricos. «Los hombres blancos, occidentales, adinerados y de mediana edad ya no son los típicos ofensores», indica el resumen del reporte. Los autores de los crímenes «pueden ser extranjeros o locales, viejos o jóvenes» y muchos son “ofensores situacionales”, es decir participan en la explotación de los niños, niñas y adolescentes porque se les presenta la oportunidad y porque sienten que pueden salirse con la suya».

El cambio de perfil de los abusadores puede verificarse en el sureste asiático que durante mucho tiempo fue uno de los principales terrenos de operación de depredadores sexuales extranjeros. De acuerdo con el estudio, “en el este de Asia, los hombres locales que viajan dentro de la región son los principales ofensores y los viajeros nacionales superan en gran cantidad a los extranjeros». El turismo sexual extranjero también está cambiando de origen, con un número creciente de viajeros chinos, japoneses o surcoreanos y Europa se está convirtiendo en un punto de abuso infantil debido a fallas en la legislación, sobre todo los países del este y el centro del continente.

Auge latinoamericano

América Latina no está exenta. La incidencia del abuso sexual infantil por viajeros y turistas «es muy alta, particularmente en las zonas turísticas cercanas a comunidades pobres y excluidas», según el reporte. «Las llegadas de turistas se han cuadruplicado desde 1980», sin que ello signifique una mejora en el nivel de vida de las poblaciones locales. Por el contrario, el desarrollo de zonas turísticas «ha privado a menudo a familias de sus medios tradicionales de vida —agricultura, turismo, etc. — dejándoles pocas alternativas fuera de los trabajos en el área turística».

La miseria se combina con la multiplicación de las tentaciones. Para muchos niños y adolescentes, la prostitución «es un medio de sobrevivencia. Pero otros con mayores medios practican sexo para obtener, por ejemplo, teléfonos celulares u otros productos de lujo». El informe lamenta el “contexto de impunidad» que favorece esta práctica, dada la existencia de una «complicidad indirecta» de funcionarios gubernamentales, miembros del poder judicial y trabajadores del sector del turismo con la propagación de la explotación sexual infantil.

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