Viajes

Hotel Isabel La Católica: hospitalidad real en Margarita

Fotografía: David Egui
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Con un emplazamiento excepcional, el hotel Isabel La Católica, en la isla de Margarita, deslumbra a sus huéspedes. Instalaciones modernas, finamente decoradas e interiores de postín y comodidad, hacen de este lugar la mejor opción para unas vacaciones con vista al mar

Una nueva hospedería abrió sus puertas en diciembre de 2013, en las costas de la “Perla del Caribe”, Margarita. Construida en pleno casco histórico de Pampatar, sobre un privilegiado escenario, que antiguamente se conocía como Casa de Alto, donde funcionaba la Escuela Rural, este majestuoso lugar se bautiza con el nombre de reina que, hambrienta de conquistas y oro, apostó unos cuantos maravedíes en 1492. Esa que, sin conocer mucho al intrépido genovés, Cristóbal Colón, empeñó un sueño. La mujer de Fernando, la expulsó a los moros de Granada. Isabel la Católica.

Decoración de lujo

El Hotel Boutique Isabel La Católica es el albergue en el que conviven el pasado y la modernidad. Evoca la tosquedad colonial sin pasar por alto la practicidad y la comodidad contemporánea —que reconforta las exigencias de los huéspedes.
Cada habitación es única y su decoración gira en torno al genio de numerosos personajes que se vincularon al monarca de Castilla. Dos suites principales con terraza y vista al mar que llevan por nombres los de los protagonistas de esta historia: Isabel y Fernando, el de Aragón. Además de 11 habitaciones estándar y una habitación doble, equipadas con: televisión, DVD, servicio de televisión por cable, internet, caja de seguridad, nevera, aire acondicionado y lo más importante de todo: una deliciosa cama con tecnología PillowTop en donde descansar después de un soleado y salado día de playa.
Los encargados de distribuir y adornar exquisitamente cada recoveco de este proyecto fueron el arquitecto Ángel Yánez y los diseñadores Milena García y Fernán Isaías Hernández. Basta con mirar alguna fotografía del hotel para que el deseo de tele-transportarse sea inmediato.
La particularidad y el carácter único e irrepetible en cada recodo representan, físicamente, el concepto de atención personal. Ofrecen a los invitados un disfrute digno de la realeza. El lujo y la atención están garantizados al reservar plaza en este pequeño castillo costeño.

Complaciendo al paladar

El estómago también es un viajero exigente, es por ello que ninguna estancia está completa sin un sitio donde disfrutar de buena gastronomía. El restaurante “Juana La Loca” funciona bajo el resguardo de un enorme muro de piedra, que le da al lugar el carácter patrimonial. Enormes ventanales antiguos para disfrutar de las delicias del mar, frescos en el techo reinterpretados por artistas locales y platos que te harán perder la cabeza tal y como lo hizo Juana, la que amaba al “Hermoso”. La que por amor no enterró, a su marido muerto.

Al agua

No toda la diversión ocurre dentro de la habitación cuando se trata de un viaje a la costa caribeña. Una piscina con espectacular vista a la bahía de Pampatar y la playa a escasos 10 Km harán del viaje una experiencia tropical inolvidable.

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