Cultura

10 películas en las que se pasa hambre

“¿Entiendes por qué debemos encontrar la bicicleta? ¡Sin bicicleta, no se come!”, exclama desesperado el personaje de Antonio en Ladrón de bicicletas (1948), la obra maestra del cine neorrealista italiano sobre un padre al que le quitan su único instrumento para ganarse la vida.

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Foto: Archivo

En realidad es una película en la que el hambre se presiente, pero no llega a verse: de hecho, Antonio quema sus últimos churupos para pagarle a su hijo un almuerzo de pan con mozzarella y vino. Es más bien un clásico sobre lo que le pasa a los pendejos cuando se meten a delincuentes ocasionales.

Ver películas sobre el hambre no quita la ansiedad de tener la nevera pelada. No obstante, sirve para poner en un contexto universal situaciones como las que han vivido los venezolanos en los últimos años por la escasez o la inflación más elevada del planeta.

Caras vemos, barrigas no sabemos. Llamativamente, algunas de las más grandes hambrunas registradas en la historia todavía esperan por ser plasmadas de manera adecuada en la pantalla: la de Biafra (Nigeria) a finales de los años sesenta, que popularizó las imágenes de niños africanos panzones; la de Irlanda a mediados del siglo XIX; y el Holodomor de Ucrania de 1932, considerado el segundo mayor genocidio luego del Holocausto judío, pero que tuvo que esperar hasta 2017 por una película.

Una lista de 10 películas en las que literalmente suenan las tripas:

1. King Kong (2005). Director: Peter Jackson

La frase: “Usted no es fea: alguien así no debería andar pasando hambre” (un empresario de cabarets a Naomi Watts)

Podría ser la película sobre un mono que sufre de inanición: un biólogo calculó que un gorila del tamaño de King Kong necesitaría al menos 3.400 kilos de comida diaria, y en 3 horas de película, apenas hay una escena en la que se le ve mascando un tallo. No obstante, King Kong es también un filme sobre la Gran Depresión de los años treinta, en cuya introducción vemos a un transeúnte que escarba comida en la basura, y también a Naomi Watts robando una manzana después de que se queda sin trabajo como actriz.

2. The Road (2009). Director: John Hillcoat

La frase: “Me van a violar, luego van a violar a tu hijo, luego nos matarán y luego nos comerán” (Charlize Theron)

Hay unas cuantas películas en las que se pasa hambre transitoriamente. Pero en pocas se pasa hambre prácticamente todo el tiempo y de manera tan inclemente como en la cruel distopía post-apocalíptica protagonizada por un Viggo Mortensen en el hueso y un hijo al que trata de mantener alimentado y a salvo (Kodi Smit-McPhee) en un país devastado y azotado por hordas de caníbales. Las reflexiones de Mortensen son pura poesía de la inanición, y el consejo que da a su hijo es válido para todos los que tienen que resolverse con un sancocho al borde del Guaire: “Preocúpate siempre por preservar un fuego: el fuego en tu interior”.

3. Delicatessen (1991). Directores: Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro

La frase: “Me gusta el olor del pegamento: huele a pescado y me trae recuerdos” (el fabricante de juguetes)

Otra fantasía post-apocalíptica, en este caso una fábula francesa del deterioro codirigida en clave de comedia negra por Jeunet, el posterior realizador de Amélie. Los habitantes de un condominio derruido y claustrofóbico pasan hambre a la espera de que el propietario-carnicero les alimente con la carne del próximo inquilino en la lista negra: todo apunta al recién llegado Louison (Dominique Pinon), un ex payaso vegetariano. Uno de los vecinos alcanza la soberanía alimentaria con caracoles que se reproducen en medio de la putrefacción.

4. The Killing Fields | Los Gritos del Silencio (1984). Director: Roland Joffé

La frase: “La gente se muere de hambre, pero nos está prohibido cultivar alimentos” (el periodista camboyano Dith Pran, en las cartas que escribe a su colega estadounidense Sam Waterston)

El gineco-obstetra camboyano Haing S. Ngor (1940-1996), que debutó como actor y ganó el Oscar por este drama, en la vida real sobrevivió comiendo escarabajos, termitas y escorpiones en un campo de concentración del Khmer Rojo, y una muestra de eso se observa en la película, cuando el prisionero sometido a trabajos forzados captura una lagartija como fuente de proteínas. Los Gritos del Silencio es uno de los documentos más brutales sobre los extremos a los que puede llegar el fanatismo: “El viento murmura miedo y odio”, reflexiona el personaje de Dith Pran sobre un régimen colectivista que extirpa el concepto de familia y cataloga la memoria como una enfermedad.

5. Into the Wild (2007). Director: Sean Penn

La frase: “¿Dónde están los jodidos animales ahora? ¡Tengo hambre! ¡Tengo una jodida hambre! ¡Estoy jodidamente hambriento!” (Emile Hirsch)

Basada en hechos reales, la historia de un estudiante universitario que se gradúa con notas sobresalientes y poco después decide llevar una vida sin dinero, tarjetas de crédito, documentos de identidad o ataduras familiares. Tras dos años pidiendo cola, descubre en Alaska una verdad del tamaño de una nevera: que la naturaleza salvaje dista mucho de ser una caja infinita de CLAP. Atrapado por una crecida de río, empieza a pasar hambre y, por si fuera poco, se alimenta por error con unas hierbas que le provocan una agónica inhibición del proceso digestivo. Conclusión: no, la solución no necesariamente es comer monte.

7. Back to 1942 (2012). Director: Feng Xiaogan

El diálogo:

—El burro está exhausto, ¿debo alimentarlo?
—Me temo que habrá que comerse al burro.

Los historiadores no terminan de ponerse de acuerdo para clasificarlo como un genocidio, pero el dato es que entre 2y 3 millones de civiles de la provincia china de Henan murieron debido a una hambruna ocasionada entre 1942 y 1943 por una catastrófica conjunción de eventos: la guerra contra Japón, la sequía, una inundación del río Amarillo provocada por el propio gobierno chino para detener a los invasores y la requisitoria de alimentos por parte de ambos ejércitos para alimentar a sus tropas. La superproducción histórica china contó con dos refuerzos de Hollywood: Adrien Brody como periodista y Tim Robbins comocura católico.

8. Misión rescate (2015). Director: Ridley Scott

La frase: “Sí, sobreviví en un planeta desierto cultivando con mi propia mierda”

El hambre llega a la conquista del espacio: Matt Damon se queda solo y varado en el planeta Marte con comida para 31 días y una misión de rescate se tardará por lo menos unos cuantos años. Una cosecha de papas improvisada en suelo marciano casi se convierte en la salvación… pero después viene lo más cruel. “En vez de tres raciones al día, ahora es una ración cada tres días: un verdadero golpe en los testículos. Hace una semana se me acabo el kétchup, y nadie impedirá que me coma esta papa sumergida en analgésico triturado”, son algunas de las reflexiones que deja el astronauta Mark Watney en su bitácora.

9. Alive (1993). Director: Franl Marshall

El diálogo:

—No puedes escalar una montaña con una pieza de chocolate y un trago de vino.
—Entonces cortaré carne de los pilotos. Después de todo, ellos nos metieron en este lío.

La producción de Hollywood sobre el Milagro de los Andes: los acontecimientos reales de 1972, cuando 16 sobrevivientes de un vuelo que trasladaba a un equipo uruguayo de rugby aguantaron durante 72 días alimentándose con la carne preservada en la nieve de los tripulantes que murieron. ¡Qué Dios los perdone!, tituló un diario amarillista chileno cuando se divulgó la noticia.

10. La quimera del oro (1925). Director: Charles Chaplin

El diálogo:

—¿Qué está comiendo?
—¡Nada!
—¡Mentiroso, usted se comió la vela!

Sobran los comentarios: la escena en la que Charles Chaplin se zampa un zapato en la cena de Acción de Gracias es probablemente la más famosa de la historia del cine hambriento.

Otras que se quedaron por fuera:

Hunger (2008), con Michael Fassbender, sobre un preso del IRA irlandés que lidera una huelga de hambre
Cinderella Man (2005), Russell Crowe como boxeador en bancarrota en la Gran Depresión: “He vendido ya todo lo que otro ser humano estuviera dispuesto a comprar”
Waterworld (1995), la superproducción protagonizada por Kevin Costner que muestra un mundo post-apocalíptico sumergido bajo los mares
Life of Pi (2012), un náufrago que debe alimentar a una mascota de 300 kilos: “Yo puedo comerme las galletas, pero Dios hizo a los tigres carnívoros”
Las oscarizadas Slumdog Millionaire (2008), Lion (2016) y casi cualquier otra película que llega a Occidente sobre la India

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