Trabajadores del Museo Nacional se ocuparon de organizar la colección de 196 piezas, que incluyen dos esferas de piedra, metates, barriles, figuras de guerreros y vasijas de barro, procedentes de diferentes regiones de Costa Rica.
«Hoy Costa Rica está más completa. Hoy el país, con el regreso de estas casi 200 piezas de nuestro patrimonio, se complementa, se llena de parte de sí que no estaba con nosotros», comentó el presidente Luis Guillermo Solís en una conferencia de prensa para dar a conocer la recuperación de las obras.
Las piezas fueron decomisadas entre 2009 y 2014 en Venezuela al coleccionista estonio Harry Mannnil, cuya casa en Caracas funcionaba como un pequeño museo.
«Es el primer lote grande de piezas que recuperamos producto del tráfico ilícito», declaró Marlin Calvo, jefa del departamento de protección del patrimonio cultural del Museo Nacional.
Dijo que con la batalla librada con la familia de Manill por recuperar la colección, «hemos aprendido la lección de cómo hacer para recuperar las piezas, qué pruebas presentar ante el otro país para recuperarlas».
La funcionaria indicó además que el acervo incluye nueve figuras de animales de la región sureña de Diquis, de las cuales el Museo Nacional tiene solo dos.
Las primeras 57 piezas de la colección fueron decomisadas en 2009 en la aduana venezolana de La Guaira, cuando Manill intentó trasladarlas a Estados Unidos.
Las demás fueron confiscadas en la casa de su familia en 2014. El empresario estonio murió en Costa Rica en 2010.
«Hemos recuperado las expresiones de talento de ciencias, de ideología, de las cosmovisiones de nuestros pueblos precolombinos, recogidas en esta colección que durante tantos años estuvo fuera del suelo nacional y que sufrió tantos vejámenes en manos de quienes ilegalmente se apropiaron de esta importante parte de nuestra historia», agregó Solís, un historiador.
El presidente recomendó al Museo Nacional exhibir las obras en una sección especial de piezas recuperadas.
Las piezas salieron de Venezuela el 24 de diciembre en barco y llegaron el 2 de enero al puerto caribeño de Moín, en Costa Rica, y este miércoles fueron recibidas por el Museo Nacional.
La ministra de Cultura, Silvie Durán, explicó que las piezas fueron recuperadas gracias a la colaboración entre países latinoamericanos.
Las piezas serán incorporadas al acervo del Museo Nacional, indicó el ministerio.