Cultura

Si fueras músico, ¿a cuál de estos siete villanos le harías un concierto?

En nuestra escena del espectáculo cada vez más parecida a un pasita Sun-Maid, uno de los grandes escándalos de este primer trimestre de 2021 fue el show de Caramelos de Cianuro a la mujer de Jorge Rodríguez. Repasamos una lista no exhaustiva de contratantes que hicieron tragar cianuro a artistas que se presentaron para ellos

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Caramelos de Cianuro
Diseño: Yiseld Yemiñany

¿Qué posición tomaste ante el recital privado que ofrecieron los Caramelos de Cianuro a Daniela Rivas, la mujer de Jorge Rodríguez? Fue uno de los grandes escándalos en este primer trimestre de 2021. Hubo gente muy respetable que les acusó de tener dos caras y dos corazones. “Hay como un elemento caníbal, vamos felices a mutilarnos otro pedacito”, me comentó en un mensaje personal la artista Yolanda Cazalis, hermana del cantante Asier, que aunque no habla como vocera de Caramelos, cuestiona el presunto bullying de los portales de noticias —más que de los usuarios de redes— y cuenta que la banda no le vio mayor sentido a enfrascarse en un debate público sobre el show que les puso a tragar un caramelo de su propio cianuro.

Mi opinión: entiendo las críticas, pero yo no critiqué a Caramelos de Cianuro en febrero ni lo haría hoy. Mis razones: 1. El país cambió un poco más después de diciembre de 2020, el chavismo está más consolidado y, para los nos quedamos en Venezuela, hay que asumir otro ciclo de resignación, ajuste, aceptación y adaptación. 2. En general, como personas, tenemos una capacidad limitada para destacar en varias cosas. Todos queremos ganar plata y mantenernos activos haciendo lo que hacemos mejor. En los últimos 22 años, en algún momento escribí cosas para el gobierno y recibí unos reales. No lo hice como empleado, sino como freelance contratado por un intermediario, y no eran temas de política, sino de deportes. Pero lo hice. A mi casa llega la caja CLAP, por cierto. 3. En el caso de Caramelos, ¿cuántos conciertos se están haciendo en Venezuela? ¿Cuántos desde la pandemia? 4. Caramelos siempre será una de mis bandas favoritas, haga lo que haga —y esto debería separarse del cuestionar o no cuestionar, pero uno tiene su corazoncito— y adoro cantar en voz alta Estrógeno oyéndola con audífonos por las calles de La Pastora en una tarde de sábado salpicada por una pausa en las preocupaciones.

“Yo he trabajado para narcotraficantes. Uno no se da cuenta hasta que llega a la fiesta”, admitió una vez abiertamente la cantante mexicana Paquita la del Barrio. La segunda parte de su frase puede ser cuestionable, pero la primera podría aplaudirse y servir de ejemplo: asumir lo que se hace y atreverse a hablar de ello. ¿A cuál de estos siete villanos le habrías dicho que no, si fueras artista? ¿O a cuál de estos artistas dejarías de admirar por decir que sí?

El chavismo

Por supuesto, los Caramelos de Cianuro distan de ser los únicos que han recibido críticas por presentaciones privadas ante chavistas o conciertos patrocinados por el chavismo. En la lista hay gente como Desorden Público, Reynaldo Armas, Calle 13, Plácido Domingo, Gustavo Dudamel… Juan Gabriel, por cierto, debe haber sido de los pocos que le cantó las mañanitas a Maduro y Cilia y salió casi sin un rasguño. Porque Juan Gabriel está por encima de prácticamente todo.

Robert Mugabe

Si hay algo que se ha parecido a la Venezuela de Maduro (hasta ahora) es la Zimbabwe de Robert Mugabe (1924-2019). Mugabe estuvo en el poder 37 años y su país llegó a tener un billete de 100 billones de “dólares zimbabwenses” que no servía para comprar ni un café. Pues bien, uno de mis ídolos y el de mucha gente, el jamaiquino Bob Marley, prácticamente empujó a Zimbabwe entero a conquistar su independencia con una canción que se convirtió en himno informal del país y dio uno de sus conciertos más emotivos en la otrora Rhodesia (1980) un año antes de morir. Claro, lo que no sabía el comeflores de Bob es que esos guerrilleros —entre ellos Mugabe— darían pie a una de las tiranías africanas más largas y horrorosas.

Adolf Hitler

No era una música, pero Leni Riefenstahl (1902-2003) puede ser considerada una de las mejores cineastas femeninas de todos los tiempos y le hizo a Hitler una película por encargo que le eriza los vellos de la piel hasta a un judío. Edith Piaf, una cantante universalmente aclamada, fue uno de los franceses que actuó para fiestas privadas del nazismo —tipo Caramelos— durante la ocupación alemana. Der Chilenische Nachtigall (el Ruiseñor Chileno) llamaban a Rosita Serrano, una suramericana que emigró a Berlín por motivos familiares y terminó convertida en una especie de Omar Acedo del nazismo. Y eso que no era un exponente de la pureza aria. Después parece que se descubrió que espiaba para los Aliados, pero esa es otra historia.

Fidel Castro

En 2008, tras una movilización de tropas de Hugo Chávez hacia la frontera, artistas como Carlos Vives, Alejandro Sanz, Juan Luis Guerra, Miguel Bosé, Ricardo Montaner y Juanes cantaron en el lado colombiano del Puente Internacional Simón Bolívar. Paz sin Fronteras no ablandó el corazón de Chávez, pero algunos jamás olvidaremos a los niños gochos de gorritas blancas que hicieron la ola loca de la paz (sic). Juanes repitió la experiencia en La Habana en 2009, se supone que con buenas intenciones, darle un empujoncito a una apertura de Cuba al mundo y blablablá, pero Fidel Castro —entonces ya dictador empantuflado— aprovechó el gesto a su favor (¿esperaban otra cosa?) y al hombre de la camisa negra que debajo tiene el difunto bebió el veneno malevo de la opinión pública.

Muammar Gaddafi

Tras 42 años encaramado en el poder en Libia, el dictador socialista y amigo de Chiabe terminó de la peor manera imaginable —por eso los dictadores toman tantas previsiones para no ser derrocados o capturados en caso de derrocamiento— y dicen que hasta presuntamente con un palo atravesado. En todo caso, se la pasó bastante mejor que un ayatolá iraní ultraconservador en las cuatro décadas anteriores. Mariah Carey recibió un millón de dólares por cantarle a un hijo de Gaddafi, Mutassin (no es el mismo que Al-Saadi Gaddafi, que usó la chequera de papá para jugar fútbol en primera división de Italia). Nelly Furtado, Usher, 50 Cent o Beyoncé también hicieron shows privados para Gaddafi o su familia por una bola de real. Hoy casi nadie se acuerda de eso. Y todos los onvres seguimos queriendo a Mariah como nuestro único regalo de Navidad.

Pablo Escobar

El capo más famoso de la historia de Medellín y de Colombia (1949-1993) no solo importó cuatro hipopótamos que fueron fecundos, se multiplicaron (hoy son más de cien) y se convirtieron en un problema ecológico y de seguridad pública, sino que puso al español José Luis Perales —uno de los baladistas pop más tiernos de todos los tiempos— a cantar 15 veces seguidas: ¿Y cómo es él? ¿En qué lugar se enamoró de ti? ¿De dónde es? ¿A qué dedica el tiempo libre? Es un narco que me ha robado todo. Hay fuentes que me han asegurado que los venezolanos José Luis Rodríguez y Franco de Vita cantaron en la famosa Hacienda Nápoles, aunque probablemente ellos jamás lo admitirán en público. Cuenta la leyenda que Héctor Lavoe fue secuestrado cuando le obligaron a dar una especie de recital infinito ante Escobar. Lo que sí es un mito urbano: el show privado de los Rolling Stones.

Gurbanguly Berdimuhamedow

Quizás porque está lejos de todo, Asia Central ha alojado algunas de las dictaduras contemporáneas más atroces y megalomaníacas del mundo. No por nada, Sacha Baron Cohen eligió a Kazajistán para su sátira Borat. En Turkmenistán, Saparmurat Niyazov se mandó a hacer una estatua de oro giratoria que siempre estaba viendo hacia el sol, y su sucesor, Gurbanguly Berdimuhamedow también le hizo una estatua de oro a su perro. En 2013, Jennifer López le cantó cumpleaños feliz a Berdimuhamedow —que casi que rima con Tonight we gon’ be it on the floor— y después pidió disculpas. Pero no devolvió los reales.

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