Literatura

Renny Yagosesky explica cómo ayudar a nuestros niños a ser grandes lectores

Talento, modelaje y práctica las tres herramientas recomendadas por el Dr. Renny Yagosesky para marcar la ruta a seguir en el camino para convertir a nuestros niños en lectores.

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Un niño lector será un adulto capaz de pensar desde la libertad recibida desde las páginas de esos libros que en su infancia le amoblaron su mundo interior, el de la imaginación, el conocimiento, la fantasía, la reflexión y la felicidad. En tiempos tan duros como estos, el especialista Renny Yagosesky, explica la importancia de fomentar y disfrutar el hábito de la lectura.

Leer nos entrena para preparar la mente al sin fin de estímulos que llegarán a nuestros sentidos; nos dota de herramientas para un mejor vivir, porque cada libro trae consigo cultura, modos de vida, personajes, historias que están más allá de nuestros ojos. Es un viaje placentero que queremos hacer interminable.

El Dr. Renny Yagosesky destacado experto en la temática de la psicología aplicada nos explica que la poesía, los cuentos, la novela y la literatura tienen un impacto maravilloso en la mente y el espíritu. El juego de las palabras, las metáforas, las narraciones, los diálogos, producen mucha emoción y despiertan sensaciones altamente motivadoras.

Leer es una forma de libertad

En esta entrevista exclusiva para En Progresivo, Yagosesky PHD en Psicología Cognitiva, magister en Ciencias de la Conducta, Licenciado en Comunicación Social, conferencista, profesor y escritor, aborda la importancia de fomentar la lectura en nuestros niños.

“Estamos en un momento crucial, aunque leamos de la forma que sea, en digital o impreso, leer es maravilloso y es una dedicación francamente inteligente”, aseguró el especialista.

Diariamente los padres nos vemos frente a la realidad de niños poco motivados a leer por placer y es allí cuando comenzamos a aplicar “estrategias” que más que acercar pueden alejarnos del objetivo de criar niños lectores.

Ante esto el Dr. Yagosesky nos explica que para promover el proceso de acercamiento a los libros es necesario aplicar: la facilitación, la participación y el reforzamiento.

Reforzar buenas conductas

“Lo primero que debemos hacer es facilitar el acercamiento de los niños a los libros, ponerlos en el contexto de los libros. Lo segundo es participar. La neurociencia, desde el punto de vista de la neuroeducación, ha ofrecido evidencias de que cuando las personas trabajan en grupo, en equipo, cuando somos varios compartiendo la misma iniciativa, la misma experiencia se aprende más fácilmente, más rápidamente. Además hay un elemento lúdico, un elemento de diversión, de distracción que también cuenta. Como dijo una vez un famoso médico, es sano si es divertido”.

Agrega que finalmente hay que “reforzar la conducta, preguntarles qué estás leyendo. Le puedes dar una opinión sobre eso o preguntar qué le pareció, a fin de estimular la reflexión sobre los temas o los asuntos leídos”.

Las pantallas y la lectura

Hay otra realidad sobre la cual ya ha advertido la Organización Mundial de la Salud: los padres debemos ser cautelosos con el tiempo permitido a los niños frente a una pantalla.

Según sus recomendaciones, los niños no deberían tener acceso a ningún tipo de pantalla de aparatos digitales hasta los dos años como mínimo. El tiempo máximo frente a uno de ellos no debería superar la hora, cuando el niño tiene entre tres y cuatro años de edad.

La realidad, sin embargo, es otra: los estudios realizados al respecto muestran que los niños de hasta seis años pasarían unas tres horas al día frente a las pantallas, sobre todo ante la televisión. Este es el doble del tiempo empleado hace 20 años en esta actividad pasiva. Conforme avanzan en edad, hoy el tiempo promedio es de hasta 7 a 8 horas por día.

El doctor Yagosesky, autor de libros como: «Autoestima en palabras sencillas”, «El Mensaje de los Sabios”, “Reflexiones de Autoayuda”, “La Psicología del Éxito” y “El Poder de la Oratoria”, reconoce que en este momento hay una dura competencia entre los libros físicos y el bum de las tecnologías y los libros digitales. “Ahí hay un punto de quiebre interesante”, acota.

Este exitoso profesional, hijo de padre polaco y madre venezolana, frecuentemente dicta talleres y charlas en las distintas áreas vinculadas al desarrollo humano, de manera presencial y a través de sus cuentas en las redes sociales: @DoctorRenny y en su sitio web doctorrenny.com.

“El libro físico no ha muerto. Pero debemos admitir que en un mundo que privilegia la rapidez y la síntesis, los cultores, los que trabajamos la lectura, necesitamos trabajar duro para que no se pierda ese sentido tan particular, el de la magia de la lectura frente a lo auditivo, los podcats y frente a los videos”, explica el Dr.Yagosesky.

“Esto plantea un gran reto para las editoriales, para los escritores, para los lectores que disfrutan del libro. Difícilmente se puede comparar la experiencia de portar el libro en la mano, ese tema de poder estar en contacto, es verdaderamente especial”, agrega.

Errores por buena intención

En ese ensayo y error diario de los padres en la crianza de los hijos algunos errores son identificables al momento de quererlos acercarlos al mundo de los libros.

“El primer error es tratar que tu hijo sea una fotocopia tuya. Es necesario entender la diversidad y es necesario entender que tus hijos no son idénticos a ti. De manera que se les puede acercar al mundo de la lectura, al mundo de la cultura, al mundo de la información, pero no se les debe obligar”.

Otro de los errores comunes se refiere a la expectativa de «parécete a mí”, o «se como yo». Sobre esto Yagosesky apunta que con ese tema de dominar, hay que evitar que la lectura se convierta en un deber.

«Está bien, se puede generar disciplina, pero siempre debe estar presente el elemento agrado. Porque si no, se genera una especie de aversión ya que nuestro sistema mente-cerebro tiende a poner la atención en aquello que contiene placer».

“Y lo tercero es el hecho de compararlos. Pero tu hermano sí lee, el hijo de no se quien sí lee y tú no. Hay que evitar eso porque lo que genera es celos, rabia, frustración, resentimiento”, recomienda el especialista en psicología de la conducta.

Beneficios medibles

El proceso de acercamiento a la lectura es una combinación de variables: talento, modelaje y práctica, resume Yagosesky.

Se trata de aquello que traemos predeterminado en nuestro código genético y aquello que observamos y adquirimos de nuestro entorno. Lo cierto es que la lectura trae muchos beneficios para nuestros niños.

“Desde el punto de vista psicológico, neurológico, la lectura frecuente amplía el vocabulario, activa la imaginación, mejora la confianza, reduce el estrés, activa numerosas áreas del cerebro”, enumera Yagosesky .

Agrega que la lectura también mejora nuestras relaciones porque nos está diciendo cómo actúan las demás personas, incluso potencia el pensamiento lógico, el pensamiento interpretativo.

“Gracias a una investigación en 12 o 13 países, se estableció como conclusión que el 70 de los lectores decía que se sentían más felices. Por ello afirmamos que sí existe una relación entre bienestar emocional, activación de distintas zonas del cerebro y el hábito de la lectura”, explica.

“Es necesario leer, es necesario tener el libro en la mano o el libro digital. De lo que se trata es de dar el paso, de aproximarse y de entender que si lo hacemos unos pocos minutos al día vamos a desarrollar la afición, el gusto, el hábito y próximamente con la gestación de ese hábito aquello que al principio era un poco raro y hasta incómodo se va a convertir en una costumbre fascinante”, destacó Yagosesky.

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