Cultura

“Doña Bárbara” llegó al cine hace 80 años para convertir en mito a María Félix

Se cumplen ocho décadas de la primera adaptación cinematográfica de la más célebre novela de Rómulo Gallegos y 65 de la versión televisiva, que protagonizó la cantante Adilia Castillo en 1958 para la desaparecida Televisa, la primera televisora comercial surgida en Venezuela

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Doña Bárbara, la inmortal de María Félix

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Se están cumpliendo 80 años de la primera adaptación cinematográfica de Doña Bárbara (1943), la película del mexicano Fernando de Fuentes, basada en la novela del mismo nombre escrita por Rómulo Gallegos. El filme convirtió en mito a María Félix, su protagonista, quien se enraizó tanto con el personaje – le llegó a los 29 años, cuando apenas iniciaba su carrera- que más nunca pudo desprenderse de él, tanto en lo personal como en lo artístico.

De hecho, a partir de entonces, comenzó a ser conocida como “La Doña”.

Y desde entonces pasaron a llamarla «La Doña». Foto cortesía Archivo Ricardo Tirado

También está de aniversario la primera adaptación que se hizo para la televisión de esta obra, que sin lugar a dudas es la más famosa de Rómulo Gallegos, lo cual es decir bastante si tomamos en cuenta que en la vasta producción literaria del maestro venezolano aparecen otros títulos tan conocidos y celebrados como “La Trepadora”, “Cantaclaro”, “Canaima” y “Pobre negro”, entre otros.

La versión inicial para la pequeña pantalla data de 1958 y fue realizada por la desaparecida Televisa, la primera televisora comercial surgida en Venezuela, que entonces transmitía en la misma señal que ocupa hoy Venevisión. De eso hace ya 65 años y la protagonista fue la cantante de música venezolana Adilia Castillo, quien hizo su debut como actriz en esta producción.

Del texto literario al cine

En torno a “Doña Bárbara”, el Museo del Libro Venezolano refiere en su página web que fue publicada por la Editorial Araluce, de Barcelona, España, en una primera edición que salió el 15 de febrero de 1929 y obtuvo casi de inmediato críticas muy favorables.

“En 1930 se publica una nueva edición corregida por el autor, que realiza modificaciones sustanciales al texto, dispone de otra forma los capítulos y los acontecimientos y la obra aumenta unas 20.000 palabras, además se modifica el estilo. Cuenta con 397 páginas. En las siguientes ediciones Gallegos realiza nuevas modificaciones, pero no tan importantes como las de la versión de 1930”, destaca la misma fuente.

Ambientada enlos llanosdeApure, esta novela contrasta la tensión entre civilización y barbarie, traducida en la percepción sociológica del autor sobre la situación de Venezuela en la época de la dictadura del Juan Vicente Gómez (1908-1935). Marcó un interesante hito en la literatura latinoamericana, ha sidoreeditada más de 40veces y traducida a muchos idiomas. Su popularidad alcanzó tales niveles que no tardaría en convertirse en un atractivo señuelo para los productores cinematográficos.

Fue escogida por el propio Rómulo Gallegos para el rol que la hizo famosa. Foto cortesía Archivo Ricardo Tirado.

Una historia de película

Un resumen de su historia, esbozada por Clasa Films Mundiales, el estudio mexicano que finalmente adquirió los derechos para su adaptación al séptimo arte, pone de manifiesto que posee todos los ingredientes para hacer de ella una película que interesara a las audiencias de entonces:

“Doña Bárbara es una rica hacendada que fue violada en la adolescencia por un grupo de hombres. Endurecida por esta experiencia, se ha dedicado a acumular grandes cantidades de tierra y ganado, usando hombres y sobornando políticos locales para lograr sus objetivos. Uno de los pocos hacendados en los alrededores es Santos Luzardo, quien regresó recientemente de la capital a sus tierras para tomar control de las propiedades de su familia. Santos Luzardo sospecha que su empleado, Don Balbino, le roba su ganado en complicidad con Doña Bárbara. Nadie cree que puede enfrentarse a ella, pero su llegada inmediatamente cambia el balance de poder en la zona».

·Doña Bárbara tiene una hija, Marisela, cuyo padre es Lorenzo Barquero, un antiguo hacendado al que ella dejó sin un centavo y ahora es un alcohólico. La joven es ignorada por su voluntariosa madre, pero Juan Primito, uno de sus sirvientes, la cuida sin que su jefa se dé cuenta. Eventualmente, Santos Luzardo conoce a Marisela y se encarga de ella y de su padre. Pero Doña Bárbara se enamora de Santos Luzardo y pronto su propia hija se convierte en rival”.

Coqueteo con la Metro

Consciente del poderoso atractivo cinematográfico de su argumento, el propio Rómulo Gallegos comenzaría a hacer gestiones para llevar su obra a la gran pantalla. Recientemente, vía Twitter, el usuario identificado con las siglas GFV, publicó una copia mimeografiada de un reportaje de la revista venezolana Élite, fechado el 12 de febrero de 1938, en el cual se reseña la visita del escritor y su esposa, Teotiste de Gallegos, a la Metro Goldwin Mayer, en Hollywood, “para concretar detalles relativos a la filmación de ‘Doña Bárbara’”, según reza el encabezado del texto. Y añade:

“Dentro de poco nuestros cineastas podrán regustar nuevamente los innumerables hallazgos sociales y estéticos de ‘Doña Bárbara’ ahora en el écran, gracias a la iniciativa de Gallegos, quien dirigirá personalmente la filmación de su gran novela”.

La nota está ilustrada con fotos de Gallegos, su esposa Teotiste y la periodista mexicana Aura De Silva, en su visita a los sets de filmación de la Metro, durante el rodaje de “Madelon”, filme protagonizado por Wallace Beery y Maureen O’ Sullivan.

Pero Rómulo Gallegos tendría que esperar cinco años más, hasta 1943, para realizar su sueño de ver su obra convertida en película por la empresa productora mexicana Clasa Films Mundiales y con la casi debutante María Félix de protagonista, que hasta entonces había hecho solo dos películas: “El Peñón de las Ánimas” (Miguel Zacarías/1942) y “María Eugenia” (Felipe Gregorio Castillo/1942). En torno a la escogencia de María Félix para este filme se han tejido no pocas leyendas.

En el lugar y momento correcto

Se dijo que para la película ya estaba contratada otra actriz, Isabela Corona, a quien llamaban “la Bette Davis de México” por su capacidad histriónica. Pero cuando Gallegos vio por primera vez a María Félix, siendo apenas una principiante, en una comida a la cual había sido invitado en un restaurante de Chapultepec, Ciudad de México, quedó tan prendado de ella, por lo avasallante de su belleza y personalidad, que exclamó al director Fernando de Fuentes y a otros productores que lo acompañaban: “¡Aquí está mi Doña Bárbara!”.

Y no se equivocó. Su interpretación resultó tan memorable que desde entonces sería bautizada con el apelativo de “La Doña”, pues se mimetizó tanto en el personaje de mujer recia, voluptuosa y “devoradora de hombres” creada en la ficción literaria por el gran escritor venezolano, que literalmente se apropió del telúrico rol, ya no sólo en sus películas siguientes, sino también en su vida fuera del ámbito cinematográfico.

Doña Bárbara
La recia mujer domadora de hombres rompió paradigmas del cine mexicano de la época. Foto: Foto cortesía Archivo Ricardo Tirado

A partir de allí surgió el mito. Emergió como encarnación de la criatura altiva y desdeñosa que se rebelaba ante el sometimiento de la mujer al macho arrogante, tan en boga en el cine azteca de entonces. María Félix representó como nadie el arquetipo de la mujer fatal.

“Yo no hice nada, me quedó bien, yo me aprendí mis diálogos, llevaba muy bien mi película en mi cabeza. Fue el golpe, el boom de mi vida, porque de allí en adelante tuvo tanto éxito que fue lo que me obligó realmente a aprender un oficio que es muy difícil”, relataría la diva en 1998 al semanario mexicano Proceso, en una de sus últimas entrevistas.

Bruja de embriagante belleza

La periodista Susana Cato, autora de la mencionada nota, hizo una muy lograda descripción de esa mímesis actriz-personaje:

“María Félix, entonces de 29 años, encarnó a la primera cacique del cine, bruja que embriagaba a los hombres con su belleza y sus brebajes afrodisiacos, madre desnaturalizada que pelearía en amores con su propia hija, Marisela (María Elena Márquez), criada a la buena de Dios por un loco que alimentaba lo mismo a la niña que a las aves de mal agüero, los “rebullones del demonio” que habitaban su rancho de El Miedo. Dueña de todo lo que no se moviera, incluyendo la ley que había comprado, Doña Bárbara encontró su talón de Aquiles en el doctor Santos Luzardo (Julián Soler), único hombre al cual no pudo domar. Nadie podría decir si el personaje se apoderó de ella o al revés”.

“Fernando de Fuentes estaba muy furioso porque yo le había echado abajo sus planes, su artista”, revelaría La Doña a su interlocutora, al comentar la manera en que Gallegos la escogió como protagonista de la película que la lanzó a la fama.

María Félix, una Doña Bárbara de armas tomar. Foto cortesía Archivo de Ricardo Tirado. Foto cortesía Archivo Ricardo Tirado.

-¿Discutió Fernando de Fuentes con Rómulo Gallegos?

-Sí, sí discutieron. Dijo que yo era una novata, que era apenas mi tercera película. Después de eso lo primero que hice fue leerme la novela, que me gustó mucho y comenzó todo para mí: el arreglo, la ropa, los ensayos, todo.

-¿Mejoró la relación con De Fuentes?

-No, pues no era una relación muy amable que dijéramos.

-¿Durante toda la filmación?

-Durante toda la filmación. A él no le gustaba que estuviera yo allí.

-¿Y qué dijo al ver el éxito de la película?

-Inmediatamente me ofreció otra, “La mujer sin alma”.

Una huella, un legado

Más recientemente, en abril de 2022, el periodista Sebastián Cabrices, en la versión mexicana de la revista Vogue, en un exhaustivo repaso a la carrera de la temperamental actriz, fallecida en 2002 a los 88 años, resaltó la fortaleza y trascendencia de su personalidad, dentro y fuera de la gran pantalla:

Con su carrera cambió paradigmas en el mundo del cine, el papel de la mujer en películas pasó de ser el de la damisela al de terrateniente. María Félixse convirtió en la mujer que eligiera sus propios roles,era una de las mejores pagadasde todo el medio. Más allá deuna exitosa carrera con 47 películas, el legado deLa Doñase extiende fuera del cine. Su imagen fue símbolo del lujo, el estilo y la excentricidad, María fue el personaje principal, no solamente de sus películas, sino también de toda una estética, explicable únicamente con su nombre.”

Adilia Castillo, la primera Doña Bárbara vía TV

Hace 65 años, en 1958, alboreando la democracia en Venezuela, la primera en interpretar el personaje deDoña Bárbara en una adaptación para la televisión fue la entonces muy popular cantante Adilia Castillo, quien de esta manera haría su debut como actriz, contratada por la desaparecida Televisa, Canal 4, pionera de las televisoras comerciales en nuestro país, antes de que surgiera Radio Caracas Televisión.

Con Adilia Castillo estelarizaban Edmundo Valdemar, en el rol de Santos Luzardo, así como una muy joven y prácticamente debutante Aura Rivas como Marisela. Rómulo Gallegos calificó de “convincente” el desempeño de la actriz-cantante y así se lo haría saber en un telegrama de felicitación a René Estevez, productor del seriado, que abarcó 60capítulos y tuvo a José Jordá interpretando a Lorenzo Barquero y Ciro Medina como Juan Primito.

La cantante Adilia Castillo posa ante un cuadro de su Doña Bárbara.Foto cortesía Manuel Abrizo

Formaban también parte del elenco, Paúl Antillano, José Torres, Galeazzo Benti y Helvia Hazz de Zapata, entre otros. La adaptación la hizo el propio Gallegos, asistido por René Estevez como guionista. Se transmitía en vivo (en esa época no existía el videotape y por ello no hay registros grabados) de lunes a viernes en el horario nocturno, en capítulos de 15 minutos de duración.

El locutor, publicista y hombre de medios Gonzalo “Chile” Veloz, hijo del fundador de Televisa, Gonzalo Veloz Mancera, recuerda que en términos de producción hubo un esfuerzo importante en esta versión. Así lo expresó en una entrevista que hace varios años le hicimos para El Universal. Dijo entonces que su padre le contaba que “en el único estudio que tuvo Televisa, había en el centro un hueco, como de dos metros de largo por tres de ancho y unos 60 centímetros de profundidad”.

-Cuando Adilia Castillo protagonizó “Doña Bárbara”, en la primera versión televisiva que se hizo en Venezuela -contó el hijo del eminente pionero radial y televisivo-, ella aparecía en una escena metiendo los pies como en una laguna.Para efectos como ese era el hueco. Le ponían unas hojas y unas matas alrededor y era como un pequeño lago. También les permitía colocar allí las cámaras quitándoles el trípode y hacer tomas a ras de suelo. Cuando no lo utilizaban, lo tapaban con una plancha de acero rectificado.

Televisa, antecesora de lo que es hoy Venevisión (a partir de 1961 el Canal de La Colina emite en esa señal, al desaparecer la televisora de Veloz Mancera por problemas financieros), transmitió durante los años 50 otras versiones televisivas de obras de Gallegos, igualmente en vivo y en emisiones de un cuarto de hora, títulos como “Cantaclaro”, con Oscar Martínez y “La Trepadora”, con Américo Montero y Olga Henríquez.

Marina Baura, una seductora interpretación

Diecisiete años después, en 1975, “Doña Bárbara” se volvió a adaptar a la pequeña pantalla por Radio Caracas Televisión, esta vez en formato de telenovela, en una producción firmada por José Ignacio Cabrujas y estelarizada por la gran Marina Baura, cuya interpretación, muy inspirada en la de María Félix, obtuvo las mejores críticas.

En el elenco figuraron, entre otros destacados actores y actrices, Elio Rubens (Santos Luzardo), Marisela Berti (Marisela), Arturo Calderón (Juan Primito), Carlos Márquez (Balbino Paiva), Edmundo Valdemar (Ño Pernalete), Enrique Benshimol (Mr. Danger) y Tomás Henríquez (Melquíades Gamarra).

Marina Baura, en su glamorosa y enigmática Doña Bárbara . Foto: Cortesía RCTV

No correrían con buena fortuna lacoproducción entre España y Argentina de “Doña Bárbara” hecha para cine y dirigida en 1998 por la venezolana Betty Kaplan, estelarizada por la actriz porteña Esther Goris. Ni mucho menos la telenovela que en 2008 produjo en Colombia la cadena Telemundo, en sociedad con RTI, protagonizada por la mexicanaEdith González.

La investigadora y académica finlandesa Jenni Lehtinen, doctora en literatura latinoamericana por la Universidad de Oxford y especialista en la obra literaria de Rómulo Gallegos, hizo un análisis, lapidario y sumamente crítico, en una conferencia que ofreció en 2015 en la Cineteca Nacional de Ciudad de México, al compararlas con la versión cinematográfica de 1943, firmada por Fernando de Fuentes y estelarizada por María Félix.

De acuerdo con Lehtinen, “la adaptación cinematográfica de esta novela que permanece como la más entrañable es la versión mexicana, obra de Fernando de Fuentes (…). Esta cinta difiere de la obra original, pero esto no le resta valor, hay que analizarla desde un enfoque distinto. Como la actuación de María Félix, que la lanzó al estrellato e impuso un carácter y fuerza inigualable al personaje de Doña Bárbara”.

La experta continuó con sus observaciones en torno a otra adaptación, esta vez la producción española-argentina de 1998, dirigida por Betty Kapplan. Sobre esta película señaló: “Resaltan en esta cinta las actuaciones exageradas. Distrae la variedad de los acentos de los actores, argentinos, cubanos y españoles. Aunque en la novela nunca hay una relación entre Santos Luzardo y Doña Bárbara, esta cinta explota mucho esa posibilidad».

Finalmente, la investigadora comentó el contenido de la adaptación en clave de telenovela hecha por Telemundo-RTI en 2008, protagonizada por la fallecida actriz Edith González. “Se toma muchas libertades para modificar la novela. El propio formato de telenovela requirió muchos cambios en los personajes, la época que describe y la trama general”, subrayó.

Escena de Doña Bárbara con María Félix:

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