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Gego: “Midiendo el infinito” en el Guggenheim de Nueva York

La retrospectiva "Gego measuring infinity" nos ofrece una visión integral de la influyente artista alemana/venezolana y su acercamiento y manejo del lenguaje abstracto, único en su estilo

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Fotos cortesía Museo Guggenheim, NYT, Titina Penzini y Archivo Fundación Gego

El museo Solomon R. Guggenheim acaba de inaugurar la primera gran retrospectiva dedicada a la obra de Gego (Gertrude Goldschmidt), nacida en Hamburgo en 1912 y fallecida en Caracas en 1994.

Esta exposición nos ofrece una visión integral de la artista y su original interpretación en el lenguaje de la abstracción con alrededor de 200 obras que abarcan desde principios de los años 50 hasta comienzos de los 90.

El Museo Solomon R. Guggeiheim. Foto cortesía de su web

La muestra ha sido organizada de forma cronológica y temática a través de los 5 pisos de la rotunda del museo. En ella podemos apreciar un vasto cuerpo de trabajo desde dibujos, estampas, textiles y libros de la artista, hasta imágenes fotográficas de sus diversas instalaciones, obras de arte para espacios públicos, publicaciones y cartas.

Gego Guggeheim
Foto cortesía museo Guggenheim de Nueva York

Gego: arquitectura, ingeniería, arte

Nacida de una familia judía en Alemania, se formó inicialmente como arquitecto e ingeniero en la Technische Hochschule de Stuttgart y huyó de la persecución nazi en 1939, cuando emigró a Venezuela, donde se estableció permanentemente. Allí comenzó su carrera artística en los años 50, que duró por más de cuatro décadas.

Trabajos bidimensionales y tridimensionales fueron realizados en gran variedad de materiales con los que Gego pudo explorar la relación entre la línea, el espacio y el volumen. Su formación como arquitecto e ingeniero complementaron estas investigaciones.

Una vez establecida en Caracas, Gego comenzó a trabajar para una firma de arquitectos, se casó y tuvo dos hijos, luego se divorció y conoció a su pareja de vida: el gran artista y diseñador gráfico Gert Leufert. Todo esto ocurrió en un momento en Venezuela en el que el gobierno estimuló la creación y adquisición de obras de artistas como Alejandro Otero o Jesús Soto, quienes regresaban de París con las nuevas tendencias y el desarrollo de la abstracción geométrica y el cinetismo.

Gego Guggenheim
Gego comenzó su trayectoria artística en los años 50. Foto cortesía

Su primera exposición individual se llevó a cabo en Caracas en 1953. Tenía 43 años. Dos años más tarde, Gego estaba exponiendo con dos jóvenes talentos, Otero y Soto, 10 años menores que ella.

Gego se convirtió en la artista más relevante que emergió de Venezuela y Latinoamérica durante la segunda mitad del siglo XX, pero su trabajo no era tan conocido en los Estados Unidos.

Examinando sus obras, podemos ver sus contribuciones a nivel formal y conceptual y su acercamiento hacia ciertos movimientos artísticos que incluyen la abstracción geométrica y el arte cinético, manteniendo sus ideas radicales gracias a sus investigaciones en cuanto a sistemas estructurales como la transparencia, tensión, fragilidad, relaciones espaciales y efectos ópticos por el movimiento que se aprecia en su obra. Es un camino recorrido trazado por su individualidad como artista.

La Fundación Gego ha sido un apoyo fundamental para lograr esta maravilla de exposición en Nueva York, gracias a sus directores Tomás y Bárbara Gunz, además de todo el equipo y directiva quienes, desde un inicio, apoyaron el proyecto y sin quienes esta retrospectiva en el museo Guggenheim no hubiese sido posible de llevar a cabo.

Durante el recorrido se aprecian obras desde sus inicios como artista a principios de los años 50, en los que exploró diferentes técnicas como la pintura, el dibujo, el estampado y la escultura. Una de las primeras obras exhibidas es una acuarela que data de 1953, llamada Vista de Caracas, y podemos ver que, ya a final de los 50, se enfoca en producir piezas abstractas en metal que reflejan la influencia de los artistas cinéticos que la rodeaban, tan popular en la Venezuela de entonces en la que el arte incorporaba el elemento físico o el movimiento óptico.

Acuarela «Vista de Caracas». Foto cortesía

En la exposición están exhibidos sus originales “Dibujos sin papel” todos diferentes alrededor de 40 de ellos esparcidos por la rotunda y también llamados dibujos espaciales que, según el crítico del New York Times, Holland Cotter, asegura no haber visto algo tan innovador, estimulante e ingenioso cómo estas obras en ningún museo o de artista alguno.

Gego
Dibujo sin papel. Foto cortesía


Sus círculos concéntricos de 1957 realizados en aluminio pintado, 12 círculos concéntricos con sus curvas en movimiento marcan el inicio de un modelo constructivista que demuestra el trabajo geométrico de ese período.

Su trabajo siempre estuvo evolucionando y se puede ver a medida que recorremos la rotunda. Cada vez se torna más complejo. Son series de dibujos muy trabajados con influencias cinéticas. Las esculturas se van tornando en más trabajadas y complejas y, a partir del año 1969, implementa en sus esculturas la utilización de finos cables de metal con pequeños tubos que sirven de unión entre ellos, con los que logra la creación de mallas o tejidos, dando un resultado tridimensional que denominó “Reticulareas”, realizadas con sus propias manos sin asistencia alguna, con los que incluso logra volúmenes de gran formato y penetrables para espacios públicos.

Gego
Reticulareas. Foto cortesía

Entre estos trabajos están sus columnas reticulares, la esfera número 4 o la retícularea cuadrada y los chorros, entre otros.

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Espera de Gego. Foto cortesía


En la planta baja, los curadores de la exposición, Pablo León de la Barra y Geaninne Gutiérrez-Guimares, ambos pertenecientes al Guggenheim, dispusieron varias obras en un espacio de triple altura con piezas de la década de los 70 y 80.

Al final de los 80’s ya la artista no estaba en capacidad de elaborar esculturas de gran escala y es cuando da rienda suelta sus dibujos sin papel en formatos más manejables para ella en ellos utiliza materiales caseros como cartón, hilos, piezas de plomería, empaques de productos, botones suerte de obras upcycled.

1989 marca el año de sus obras finales con sus series “Bichitos” que son mini esculturas como si fueran joyas densas y muy trabajadas, que parten directamente de su serie “Bichos”.

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Un «bichito». Foto cortesía

El fabuloso catálogo que acompaña la exposición nos guía a través de la evolución de la artista. Fue diseñado por VACA estudio de diseño, liderado por el reconocido diseñador gráfico Álvaro Sotillo, quien fungió, durante años, como colaborador de Gego, y también por Gabriela Fontanillas.

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Foto cortesía museo Guggenheim de Nueva York

La publicación contiene más de 300 imágenes y la cronología de la trayectoria y vida de la artista, además de varios ensayos escritos por expertos en la materia del arte moderno y contemporáneo en América Latina. También comparte las contribuciones que realizó en el ámbito de la arquitectura, el diseño y su importante aporte en el área de la docencia durante más de 20 años en Caracas.

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El catálogo. Foto cortesía

El arte venezolano y su comunidad se encuentran celebrando este importante reconocimiento a esta artista única en su estilo, visionaria, adelantada a su tiempo y sobretodo orgullo venezolano!

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