Cine y TV

"Luther: The Fallen Sun": final explicado y su posible secuela

La película, disponible en Netflix, deja la puerta abierta para que el personaje que protagoniza Idris Elba cambie de rol en una secuela. Aquí lo explicamos

Publicidad

John Luther regresó a Netflix, ahora con una historia muy retorcida sobre un asesino en serie desatado y con el personaje que encarna Idris Elba maniatado debido a que debe pagar en la cárcel los excesos cometidos a la hora de ejecutar su trabajo.

David Robey (Andy Serkis) es el villano de esta entrega y realmente mete miedo con su extraño peinado y patológico gusto a la exhibición del dolor, lo que incluye disfrazarse de demonio y aparecer en la misma escenas de sus crímenes para aterrorizar a los familiares de los fallecidos.

Pero todos sabemos que el hombre de la gabardina se las ingenia para dar pelea y es eso lo que sucede en «Luther: The Fallen Sun», un recorrido adrenalítico que deja muchas preguntas, sobre todo con una escena que tiene mil interpretaciones. Tranquilos, en las siguientes líneas vamos a ofrecer las respuestas.

Eso, sí, advertimos que vienen spoilers, así que si te quedas leyendo estas líneas es bajo tu propio riesgo.

¿Por qué está preso Luther?

Esta pregunta es la más sencilla de todas: Robey filtró un expediente que comprometía a Luther, como un hombre que violaba los derechos humanos de los delincuentes y que, en general, utilizaba prácticas poco ortodoxas para cumplir con su misión. ¿Por qué hizo esto? Básicamente para deshacerse de su vigilante. Recordemos que Luther estaba tras la pista del adolescente que el psicópata había secuestrado.

¿Cuál es la meta de Robey?

Robey sol quiere infligir dolor. Cree que no es un psicópata, sino un tipo de artista del dolor. De allí que crea un club llamado Red Room; un sitio en línea donde las personas pueden ver cómo torturan a ciertas víctimas. Una de ellas es la que vemos al inicio de la película, que es secuestrada y luego ahorcada, para finalmente ser calcinada frente a los ojos de la madre.

Y una de las últimas es la hija de la detective Odette Raine (Cynthia Erivo), quien había tomado el lugar de Luther como policía activo. Hay un giro argumental aquí porque el asesino esperaba que la mujer acabara con la vida del protagonista, sobornándola con el secuestro de la joven. Pero eso no sucede. Por el contrario, la funcionaria se une a Luther para acabar con Robey y encontrar a la adolescente.

¿Por qué Robey no consigue su objetivo?

La respuesta rápida y sencilla sería: porque Luther debe sobrevivir para las secuelas. Pero si nos ceñimos a la trama, se debe a que Robey confía demasiado en que las personas son capaces de cometer los más horrendos crímenes si son suficientemente presionados. Al final vemos que Luther, a pesar de su mala fama, es incapaz de hacerle daño a una persona inocente. Eso y advertir a la audiencia de Red Room que la policía estaba en camino y que debía desconectarse porque de lo contrario serían investigados siguiendo las conexiones a la página.

De manera que sin espectadores en línea y con la policía cercándolo, Robey intenta escapar sin terminar las ejecuciones. Eventualmente cae en el agua tras la persecución que le monta Luther y finalmente muere ahogado. El protagonista, por su parte, es rescatado por unos milagrosos buzos que parecían haber sido advertidos de lo que sucedía. Al mismo tiempo, la detective Raine escapa de su captor, con su hija viva.

¿Quién es la autoridad que al final se reúne con Luther?

Al final hemos visto que Luther tiene más vidas que el gato de «Tom y Jerry»: lo apuñalaron dos veces, lo ataron en cadenas, fue perseguido por todos los policías del mundo, cayó en agua helada, y aún así sobrevivió para contarlo. Entonces se lo llevan en un helicóptero y despierta en una casa, aparentemente del gobierno británico. Su gran amigo, Martin Schenk (Dermot Crowley), ante la llegada de un montón de carros y personas vestidas como agentes de seguridad, le advierte: «No creo que vuelvas a la cárcel».

Es bastante claro que alguien pesado del gobierno ha llegado para darle una nueva misión a Luther. De hecho el funcionario Tim Cranfield (Guy Williams), elogia al protagonista por haber detenido a Robey. Posteriormente le dice que «al jefe» le le gustaría hablar con él y le hace un gesto para que se suba a uno de los autos. ¿Qué significa este final? ¿Quién es el jefe?

Vamos a atenernos a los hechos. En el noticiero se escucha que hablan sobre Luther: «Se cree que ha sufrido lesiones potencialmente mortales». Es decir, para una parte de la sociedad, el protagonista ha muerto. Por otro lado, ha ayudado a resolver un crimen importante, salvando la vida de una agente y su hija. Si además entendemos que Robey incriminaba a sus víctimas, es fácil concluir que Luther será liberado de sus cargos.

Lo anterior deja la mesa servida para que el hombre de la gabardina sea contratado como un agente secreto o un espía y su próxima misión sea fuera del país, donde, como James Bond, Jason Burn o Ethan Hunt («Misión Imposible»), debe actuar de manera no oficial, lo mejor que este personaje sabe hacer.

Publicidad
Publicidad