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Final de "Tin y Tina": ¿niños poseídos, maldadosos o demasiado religiosos?

La película española examina las decisiones familiares en medio de una sociedad que cambia en España. Aquí explicamos lo que la película quiere decir a través de los ojos de sus protagonistas

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Estrenada a finales de marzo en España, y recientemente en Latinoamérica en Netflix, «Tin y Tina» es una película de terror española que trabaja un viejo tropo de este género: la maternidad. En este caso, la trama involucra a dos niños cuyos nombres dan título a la obra. Hay un sospechoso parecido con la austríaca «Ich seh, Ich seh» (2014), traducida como «Goodnight Mommy».

En «Tin y Tina», luego de sufrir un accidente que le impide ser madre, Lola y Adolfo adoptan a dos hermanos con grandes habilidades musicales. La educación ultracatólica de los pequeños, que les lleva a interpretar la Biblia de forma literal, pone en riesgo la seguridad física y mental de la pareja.

La cinta significa el debut en un largometraje para el realizador español Rubin Stein. Y cuenta con dos estrellas en ascenso, Milena Smit (La chica de la nieve») y Jaime Lorente («La casa de papel»). A pesar de ello, la película se va perdiendo hasta que su final es caótico y difuso, un intento fallido de causar un efecto de golpe en el espectador. Precisamente, para aquellos que se perdieron en este argumento de citas religiosas y recuerdos de la transición democrática en España, van las siguientes líneas. Advertimos que vienen spoilers.

¿Por qué Lola y Adolfo adoptan?

Como es notorio en la secuencia a la salida de la iglesia, Lola (Smit) sufre un sangrado. En la clínica le informan que ha sufrido un grave accidente, aunque no se detalla, y le informan que ha perdido a sus hijos. Más adelante comprendemos que eran gemelos, ya que habían dos cunas en la casa sobre las que saltan Tin y Tina tras ser adoptados. Tampoco se explica en un inicio la razón por la que quedaba impedida de quedar embarazada de nuevo.

¿Tin y Tina están poseídos o so malvados?

No hay una prueba clara que deje Stein, el director y guionista, para concluir que los niños quieren hacer daño por placer. La película parece mostrar los riesgos de consumir una información sin contrastarla. Tin (Carlos González Morollón) y Tina (Anastasia Russo) son víctimas de una estricta educación. Se les obligó a creer en cada palabra de la biblia y se les castigaba de manera muy dura cuando cometían una acción negativa en el orfanato. Es probable que, al ser rechazados constantemente, que nadie quisiera adoptarlos, los pequeños se refugiaran en la religión para sentirse queridos y seguros.

¿Tin y Tina querían matar a su hermanito y compañero de clases?

No hay razones para creer que los dos hermanos quisieron matar al compañero de clases. Ellos no se sienten bien cuando les dicen «draculines», pero dejan todo en manos de Dios. Es probable que el chico que les hace bullyig, se haya perdido o caído por un peñasco por su propia naturaleza inquieta. Todo cae en el terreno de la especulación. ¿Y el dibujo encontrado? Los niños parecen encontrarle sentido a graficar todo aquello que tenga que ver con la vida y la muerte, como lo hicieron con el perro.

Tin y Tina no querían que el perro le volviera a hacer daño a Lola, es por ello que intervienen al a animal. No hay una naturaleza vengativa o de odio en este acto. Usan lo que aprendieron en clases para realizar la operación al can, siempre con la idea de cambiar la naturaleza del perro. Luego vemos cómo se sienten culpables y se castigan, caminando de rodillas. Regularmente quienes tienen tendencias psicópatas no suelen recapacitar sobre sus crímenes ni se imponen penitencias por los daños ocasionados.

En el caso del recién nacido, Tin y Tina quieren bautizar al pequeño para evitarle vivir en pecado. No tienen la intención de ahogarlo. Sin embargo, como conocen poco de socialización, no han vivido fuera del orfanato y comprenden poco de biología, mantienen al niño más tiempo del debido debajo del agua.

¿Tin y Tina mataron a Adolfo?

Tampoco hay pruebas para asegurar que los niños quisieron hacerle daño a Adolfo. De hecho es él quien más los defiende. Aunque es cierto que toma la decisión final de devolverlos al orfanato luego de lo sucedido en la piscina. Pero todo indica que los problemas con la televisión le llevaron al techo para arreglar la antena, donde recibió un rayo. Recordemos que había una tormenta. Y sí, la antena parece una cruz bajo fuego, pero es una de las tantas simbologías que usa el director para mantener la tensión y confusión en el espectador.

Entonces, ¿por qué Tina cree escuchar voces de Tin y Tina durante el incendio?

El guion confirma una y otra vez que Lola sufre de depresión, primero tras perder a los gemelos y luego de regresar a Tin y Tina al orfanato. Se hace visible cuando no quiere atender al bebé en el restaurante. El hecho de que tenga un esposo que constantemente le deja sola, no ayuda a mejorar su estado mental. De manera que es posible que el sentimiento de culpa, el miedo, todas esas emociones, le lleve a imaginar que los niños se han escapado de su reclusión para hacerles daño.

Esta confusión mental o desesperación le lleva a repetir la práctica que los pequeños le enseñaron para «encontrar a Dios». Me refiero a la asfixia provocada que precede a una «iluminación». Es así como se puede concentrar en escuchar la voz del bebé y escapar de la casa que se incendia debido a que Adolfo entró a la sala y propagó el fuego.

¿Por qué Lola vuelve a adoptar a Tin y Tina?

En el hospital, luego de recuperar el aliento y saber que su bebé está bien, Lola recibe a la hermana Asunción (Teresa Rabal), quien le pone en situación y le aclara el panorama. Desde lo que ha sucedido con Adolfo hasta la actualidad de los pequeños. Es ella quien le dice que Tin y Tina no podrían haber estado en la casa, pues ella puede atestiguar que estaban, al momento del accidente, durmiendo.

Lola se siente feliz al saber que Tin y Tina no están involucrados. O al menos eso parece. Tal vez por el sentimiento de culpa o por la aclaratoria de la monja, decide comenzar de nuevo. Es probable que haya entendido que el estrés y el miedo dominaron su primera etapa con los niños y que ser mamá requiere de un trabajo diferente al que estaba realizando.

¿Qué quiere decir el final de la película?

«Tin y Tina» establece un paralelismo entre la salud de Lola, la crisis de la pareja, la maternidad y la transición de España hacia la democracia. El militarismo al igual que la religión, al menos la de esa época, se basaba en muchos dogmas. Aprender a través del dolor, es un ejemplo. También, seguir reglas, como interpretar al pie de la letra la biblia, puede generar grandes confusiones, peleas y conflictos, muchas veces con consecuencias irreversibles.

Desde otro punto de vista, España está pariendo algo nuevo, algo con mayor libertad. Lola se siente atascada en su matrimonio, quiere trabajar, ser costurera, dejar de servir tortillas y cervezas al hombre que se sienta a ver fútbol y shows baratos en la televisión. Representa a ese otro ciudadano que se busca en una nueva sociedad que está por revelarse. Pero las fuerzas del orden, la necesidad de sentirte dentro de un sistema, conspiran. Es por eso que muchos dicen «Amén», aún en las peores circunstancias.

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