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"El pasado no duerme": final explicado de la serie alemana disponible en Netflix

La miniserie de apenas seis capítulos puede ser tan confusa como las lagunas mentales del protagonista, el expolicía Mike Atlas. Aquí aclaramos todas las interrogantes que deja esta producción

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Sleeping Dog

«Sleeping dog», traducida como «El pasado no duerme» para el público hispano, es una miniserie alemana de apenas seis capítulos que está disponible en Netflix y ha generado muchos comentarios en las redes sociales por un final que sorprende porque va a contracorriente con las tramas policíacas, tanto en fondo como en forma.

El programa, dirigido por Stephan Lacant («Freier Fall») y Francis Meletzky («Una voz del pasado»), sigue a Mike Atlas (Max Riemelt), un expolicía que tras haberse aislado del mundo, incluyendo a su familia, decide investigar la sospechosa muerte de un convicto que él mismo ayudó a detener.

En «El pasado no duerme» hay un juego de despistes que funcionan para que el espectador se plantee varias hipótesis, hasta que llega la resolución. Si bien quien tenga el ojo acostumbrado a estas tramas podría resolver el pricipal misterio rápidamente, hay algunos personajes que entran y salen de escena, complicando la trama. En las siguientes líneas vamos a aclarar ese panorama. Advertimos que vienen spoilers.

¿Por qué Atlas vive en un remolque?

Hacia el final de la serie se van descubriendo las cartas y el pasado de Atlas. Además de atropellar a un indigente, Mike casi arrolla a su hija. Hecho un manojo de nervios, en parte también a las pastillas que estaba tomando para superar el primer asesinato involuntario, el personaje principal siente que es un peligro para la sociedad y específicamente para su propia familia, así que la deja.

Sin embargo se ve obligado a salir de su remolque, tras ocho meses aislado de su entorno, al ser atacado tras la muerte de Mussa (a quien Mike había ayudado a apresar). El expolicía empieza a conectar el pasado que su cerebro ha bloqueado. No es fácil porque sufre de amnesia temporal y las drogas han empantanado su mente.

¿Qué pasó con Mussa?

La chispa que prende la acción en la miniserie es el suicidio de Mussa Bassher. El joven había sido declarado culpable por la muerte de un juez llamado Herres. Quien encontró y suministró la prueba condenatoria -cabello- fue Atlas. El policía, en ese momento activo, atestiguó en el juicio. La gran pregunta que se va aclarando con el pasar de los capítulos es: ¿Musa es realmente culpable?

No, Mussa no es culpable y se demuestra cuando la fiscal Corinna Steck (Melika Foroutan) le pide a Jule Andergast (Luise von Finckh) que investigue y encuentre una razón que justifique el suicidio para cerrar el caso cuanto antes. Pero la joven aprendiz se compromete con la causa de la familia Basher y descubre que Musa tenía una pareja, otro joven llamado Idris Kouri (Nicolas Sidiropulos). Por el miedo y las consecuencias de mostrarse como homosexuales, esta relación no se da a conocer y esto es clave porque cuando fue asesinado el juez Herrez, ambos estaban juntos.

En conclusión, Mussa tenía una coartada, aunque Idris no quiso testificar en un principio y luego, cuando se preparaba para ello, lo mataron. Entonces, ¿quién asesinó a Herres entonces? Esta es la pregunta que se hace Atlas cuando empieza a involucrarse con el caso y se cruza con Julie. Obsesionados por encontrar respuestas, deciden trabajar juntos o al menos compartir información.

¿Quién es el verdadero asesino?

Una vez que queda claro que Mussa no fue el culpable del asesinato de Herres, porque además el juez recibió un disparo a quemarropa y el acusado no presentó restos de pólvora, el espectador se pregunta quién es el verdadero culpable y todo apunta a la unidad especial 49, que tuvo contacto con todos los implicados del caso.

La unidad 49 estaba formada por Atlas, Luka Zaric (Carlo Ljubek) y Roland Sokowski (Antonio Wannek). Era el escuadrón favorito de la fiscal Corinna Steck (Melika Foroutan), quien llamaba a este grupo «mis muchachos». Ese favoritismo partía por la resolución de casos que le ahorraban mucho dinero y tiempo a la fiscalía y por ende, al Estado. Sin embargo, la efectividad de los policías no tarda en levantar sospechas en Asuntos Internos.

Tom Schlefski (Helgi Schmid) es el agente encubierto que empieza a averiguar el modus operandi de La Unidad 49 y se alía con Julie y Atlas para descubrir si alguno de los integrantes o todo el equipo está confabulando con la fiscalía. En este punto, un investigador privado, Joachim Jürgens (Bernd Hölscher), ya había sido asesinado tras sospechar que alguien de La Unidad 49 estaba detrás de la muerte de Mussa.

Al final, el propio Sokowski se delata, al acudir a casa de Julie e intentar matarla. Pero Atlas llega al apartamento, ya que había quedado de encontrarse con la asistente de la fiscal, y consigue distraer por momentos a su excompañero. Luego se suma Zaric, quien hasta entonces era el gran sospechoso de haber cometido los crímenes. Los dos hombres logran engañar a Sokowski para que no apriete el gatillo, lo que aprovecha Julie para neutralizarlo con un botellazo en la cabeza.

¿Por qué Sokowski se convirtió en asesino?

Hay que retroceder a la noche en que La Unidad 49 decidió asistir a un lugar donde se había registrado un ataque terrorista. Mke, Luka y Roland habían terminado su horario de trabajo y estaban bebiendo alcohol y divirtiéndose. Como Atlas era el único que no había consumido bebidas sino que había tomado pastillas, se le permitió conducir. En el camino, producto de la somnolencia que producían las píldoras, atropelló a un habitante de calle llamado Polifemo.

Cuando los tres policías se bajan de la unidad, descubren que Polifemo murió al instante. Deciden, para resguardar sus posiciones dentro de la policía, encubrir el accidente y el cadáver es mudado a la zona donde ocurrió el ataque terrorista. Sin embargo, ninguno de los tes supo en ese momento que la colisión había sido presenciada por otro habitante de calle, quien se lo comentaría al juez Herres.

El juez Herres emprende una investigación personal para dar con los asesinos de Polifermo. ¿Por qué se interesa en este caso? porque el juez es un miembro activo de una organización llamada Benedictus Homeless Charity, que ayuda económicamente y con comida a las personas sin hogar.

En este contexto, Sokowski entró en pánico, al conocer la investigación y mata al juez. Hace lo mismo con Idris (que iba a declarar a favor de Mussa); el investigador privado Joachim Jürgens (que estaba colaborando con Jules y Tom), Tom (de Asuntos Internos) y finalmente intenta acabar con la vida de Jules, sin éxito.

¿Por qué Mike Atlas se vuelve adicto a la pastillas?

Atlas manifiesta estrés postraumático después de presenciar tantos crímenes, estando en la Unidad 49. Debido a ello empieza a consumir las píldoras que le provee Zaric. Esto le va incapacitando hasta colapsar. Cuando casi atropella a su hija, es el momento en el que decide alejarse de su familia. Por eso, luego de que consigue recordar todo lo sucedido, desde la muerte de Polifermo hasta la implantación de pruebas, informa que se internará para desintoxicarse.

Como vemos al final, Atlas recibe una pena breve, no puede volver a la policía y se dedica a mejorar las relaciones con su esposa e hija. Lo mismo pasa con Zaric, un hombre que había vivido sin propósito y que envidiaba contar con una familia como la que tenía su compañero. Él termina navegando con su amante, la fiscal Steck, sin rumbo conocido.

¿Cuál es el mensaje de «El pasado no duerme»?

A pesar de que muchos espectadores esperan que la serie sea un policial en el que se enfrentan diferentes facciones, esta producción alemana no muestra héroes y villanos sino cómo el sistema es fácilmente corruptible. Además, hay un señalamiento directo a cómo los prejuicios raciales le permiten a una fiscal dirigir sus operaciones. Mussa es detenido porque Steck se la tiene jurada al clan Bassher.

También se evidencia que los agentes son quienes realmente están fuera de la ley. Esta situación genera un gran desencanto en Jules, el personaje que ingresa al sistema judicial creyendo que puede hacer una diferencia, pero se aleja luego de ver la corrupción, intereses y malos procederes que reina adentro.

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