Cine y TV

"El portal": el documental de Netflix que conecta a Venezuela con México y la prostitución forzada

El documental detalla el asesinato de varias venezolanas que trabajaban en México en la prostitución. Y con esto, refleja la crisis que sucede en Venezuela y que obliga a muchas jóvenes a aceptar trabajos que derivan en la esclavitud sexual

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Aunque aparece como un documental mexicano, «El portal» refleja como pocos otros trabajos la grave crisis que vive Venezuela. Decenas de mujeres dejan el país para emprender labores en otros lugares. Muchas de ellas se van con la promesa de un trabajo con un salario digno, pero una vez que aterrizan en tierras ajenas, se les obliga a prostituirse. También las hay que saben a lo que van mas no que serán sometidas a la esclavitud sexual, lo que les impide salir de un terrible círculo de abuso y violencia.

El nombre completo de la docu-serie de cuatro capítulos es «El Portal: La historia oculta de Zona Divas». Y como su nombre lo indica, se concentra en las mujeres que aparecían en la página web mexicana Zona Divas, donde eran presentadas como acompañantes. Detrás de este portal estaba Ignacio Antonio Santoyo Cervantes, alias ‘El Soni’, un hombre que se graduó de la licenciatura en Administración en la Universidad Anáhuac en 2002 y que, según testimonios de las víctimas, chantajeaba y violentaba a muchas de las jóvenes que aparecían en la página.

Esta serie de Netflix, que lleva la firma de Laura Woldenberg (productora), se aleja de los tratos amarillistas que se le ha dado al llamado «caso Zona Divas». A su vez, le da voz a las familias de las víctimas y a las propias mujeres que fueron prácticamente secuestradas por una organización criminal mexicana. Muchas de ellas provenían de Maracaibo, Caracas y La Guaira. También las hay de zonas pobres de Colombia y Argentina.

El método de captación es conocido. Una persona se ofrece como garante del viaje a México, esto significa tener contactos para que la policía corrupta permita el ingreso por migración. «Luego, llegan a, por ejemplo, Ciudad de México, donde hay otro grupo criminal que se encarga de recibirlas, retenerlas y tratarlas generalmente en un formato donde ellas adquieren una deuda (…) que se convierte en impagable y tienen que trabajar contra su voluntad para saldar», explica Rondero sobre este proceso criminal, dijo una de las directoras, Astrid Rondero, al portal HJCK.

En 2017 se registraron losfeminicidios de tres jóvenesque se habían anunciado en Zona Divas. Dos eran venezolanas: Wendy Vaneska de Lima(26 años) y Génesis Uliannys Gibson( 24 años).La tercera era argentina: Karen Ailén Grodzniski(23 años). Lo que une a estos crímenes es que sucedieron en hoteles de la Ciudad de México. A principios de 2’018, se registró otro feminicidio, el de Kenni Finol.

Todos los testimonios son desgarradores. Sin embargo, lo que rodea al caso de Finol (Maracaibo, 26 años) es de una atrocidad espeluznante. El espectador puede seguir en tiempo real, debido a los audios que tiene la producción de «El Portal», el hostigamiento de parte del acosador de esta joven hasta que sucede lo irremediable.

Finol fue novia de Brayan Mauricio González, alias «El Pozole», un sicario de la banda Unión Tepito (un barrio de Ciudad de México). La enajenación y violencia de este sujeto pone en evidencia la orfandad no solo de su víctima sino de cualquier mujer que hace vida en México.

«Nosotras hablamos de cinco feminicidios de los cuales hay dos con sentencia, tres no están resueltos aunque fueron sumamente mediáticos, tuvimos acceso a las carpetas de investigación y muchas de ellas son muy débiles y para que exista este tipo de delito tiene que haber colusión con las autoridades», explica Woldenberg al portal HJCK. «El Pozole», por ejemplo, sale ileso, al menos al momento de escribir estas líneas, de este crimen.

Porque al final, lo que deja claro esta docu-serie, más allá de darle voz a las víctimas y detallar el grado de corrupción que se vive en México, es que estas mujeres son vistas como desechables. Aparte de los allegados, a nadie le importa las muertes de estas jóvenes debido a cómo generan sus ingresos. Como explica otra de las directoras, Fernanda Valadez: «Algo que hace muy vulnerable a las mujeres que llegan a México a realizar trabajos sexuales que son víctimas de trata es todos los prejuicios morales que hay con respecto a este fenómeno. Sufren discriminación desde sus familias a toda la sociedad, lo que hace que sean doblemente vulnerables».

Además de las injusticias, el dolor y la tragedia, este documental permite comprender la grave crisis económica, política y social que vive Venezuela. Estas jóvenes se meten en la boca del lobo porque necesitan dinero para mantener a sus familias, repletas de adultos mayores y niños. Lo peor, lo que más duele, es que esa crisis hoy es mayor y las páginas parecidas a «Zona Divas» se han multiplicado en el mundo.

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