Especial: así fue la New York Fashion Week
Titina Penzini hace un repaso de la propuesta de cuatro grandes marcas que participaron en la Semana de la Moda de Nueva York: Carolina Herrera, Proenza Schouler, Gabriela Hearst y Ulla Johnson
Titina Penzini hace un repaso de la propuesta de cuatro grandes marcas que participaron en la Semana de la Moda de Nueva York: Carolina Herrera, Proenza Schouler, Gabriela Hearst y Ulla Johnson
En los desfiles de la New York Fashion Week, que mostraron las colecciones del otoño/invierno 2022, las marcas y diseñadores desplegaron su creatividad, ingenio y talento enfocándose, sobre todo, en la diversidad y en la vuelta a la elegancia.
A continuación algunas de las mejores propuestas:
De la mano de su director creativo Wes Gordon, fue de las colecciones más aplaudidas de la Semana de la Moda en la Gran Manzana. Piezas que invitan a vestir con elegancia para los diferentes eventos que requiere la clientela de la casa como vestidos, faldas e incluso capas que recuerdan mucho a Lacroix. Elementos que están directamente inspirados en la misma Carolina, como esas blusas con mangas abullonadas o las infaltables faldas amplias que Herrera sigue utilizando hoy en día o los clásicos pantalones cigarrillo.
El moiré estuvo presente en gran parte de la colección en maxifaldas con cinturón ancho en tono fucsia, vestidos negros tipo abrigo con dramáticas mangas o incluso en combinación de diferentes azules sobre un mismo vestido.
El tul trabajado en forma escultural fue otro gran protagonista en un soberbio vestido rojo, otro modelo en negro impecable y otro en combinaciones de magenta, fucsia y rojo magnífico.
Los bordados de lazos y flores complementaron la colección, añadiendo aún más posibilidades para escoger a esa clientela de la casa que cada día crece más, gracias a las fabulosas colecciones que proponen.
Más por @carolinaherrera
Definitivamente una de mis diseñadoras favoritas, no solo por sus maravillosas colecciones, sino también por su filosofía en cuanto a diseño e implementación de la artesanía en sus modelos.
Hearst siempre piensa en la naturaleza a la hora de comenzar su proceso creativo, y todo lo que puede conllevar ese diseño, incluso los pigmentos que utiliza para teñir sus piezas en cashmere, como el tono melón o el citrino, provienen de tinturas botánicas de la casa Manos de Uruguay.
La artista Ana Martínez Orizondo fue quien diseñó el estampado de uno de los ponchos de la colección además de ser una de las piezas principales de la propuesta tejido en seda y lana, arte para llevar.
Como siempre el crochet, las piedras semipreciosas, las ágatas, estuvieron presentes como aplicaciones sobre los vestidos y otras piezas. En cuanto a sus trajes de impecable corte, el colorido fue el punto focal de la colección presentada en la New York Fashion Week, tanto para hombres como para las mujeres.
Más por @gabrielahearst
Es uno de los grandes nombres de la moda y de la pasarela neoyorquina, una mujer que sabe diseñar para las mujeres brindando colecciones que podemos disfrutar, combinar y lucir con orgullo.
El desfile se llevó a cabo en la New York Public Library, donde las modelos lucieron esas piezas llenas de fabulosos estampados étnicos tan característicos de la marca, así como mangas voluminosas y volantes en mangas, faldas y vestidos.
La novedad de la marca es la nueva línea de jeans que estiliza, debido a su patronaje de talle alto que favorece la silueta increíblemente. Los cuellos de tortuga pegadizos también se vieron, no solo en esta colección sino en Tory Burch, anunciando su regreso para la próxima temporada.
Pueden seguirla y disfrutar de su colección a través de @ullajohnson
La dupla de diseñadores Lázaro Hernández y Jack McCollough volvieron a demostrar en la New York Fashion Week, que siguen posicionándose como uno de los grandes nombres del american fashion.
Revelaron una colección llena de piezas elegantes diseñadas para la mujer que quiere disfrutar del arte de vestir bien. El arte de la sastrería estuvo presente en mucho de los modelos impecablemente construidos, pero también en esos vestidos de caída suave realizados por el atelier flou de la casa.
Las faldas bombachas magistralmente construidas, complementadas con un corset, fueron las grandes protagonistas, así como los talleres de pantalón fluidos y anchos, elegantísimos para cualquier ocasión.
Los vestidos largos en animal print causaron sensación rompiendo con las monocromías de la colección y la gama de colores en general estuvo divinamente empleada: tonos tierra, marrones, negros, blanco óptico, rojo carmín, azul cobalto, lila, kaki, petunia, amarillo cúrcuma y beige.
Un verdadero ejercicio de estilo y moda, arte y conceptualidad.
Más por @proenzaschouler