Espectáculos

Final de la saga del Hobbit y películas de superhéroes dominaron 2014

A la espera de ver el resultado del Hobbit, recién estrenado, solo la de Transformers ha superado la barrera psicológica de los 1.000 millones de dólares de recaudación.

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AP

El final de la saga del Hobbit y las películas de superhéroes dominaron 2014, un año en el que pese a la invasión de superproducciones, hubo huecos para historias más especiales, como «Boyhood», «The Grand Budapest Hotel» o la adaptación al cine de los muñecos de Lego.

La tercera entrega de las aventuras de Bilbo Baggins supone el cierre de casi 20 años de trabajo del realizador neozelandés Peter Jackson, que empezó pensando en el «Hobbit» y acabó haciendo una trilogía de este libro de Tolkien y otra previa de «El señor de los anillos».

Es sin duda el filme protagonista del año, con permiso de la tercera y penúltima película de la saga «Hunger Games» y de las más taquilleras de este 2014: «Transformers: Age of Extinction»; «Guardians of the Galaxy» y «Maleficient».

«X-Men: Days of Future Past», «Captain America: The Winter Soldier» y «The Amazing Spider-Man 2» les siguen en una lista repleta de grandes producciones de acción y de impresionantes efectos especiales.

A la espera de ver el resultado del Hobbit, recién estrenado, solo la de Transformers ha superado la barrera psicológica de los 1.000 millones de dólares de recaudación.

Y aunque algunas de ellas han destacado por su calidad -como «Guardians of the Galaxy», una gran comedia con una impresionante galería de personajes secundarios-, la originalidad de los argumentos no es el punto fuerte de este tipo de largometrajes, que buscan el puro espectáculo fácil de digerir.

Pero más allá de estas películas, dirigidas a un público mayoritario, el cine de 2014 ha ofrecido algunas más especiales, independientemente de su tamaño.

Es el caso de «Boyhood», todo un experimento de Richard Linklater, que durante 11 años siguió el crecimiento de Ellar Coltrane, el protagonista de una película que cuenta la historia de un niño de los 6 a los 18 años.

La honestidad y la veracidad del filme le han situado entre los favoritos de público y crítica, con cinco nominaciones a los Globos de Oro y el premio al mejor director en la Berlinale, entre muchos reconocimientos, además de una alta rentabilidad, con una taquilla de más de 43 millones de dólares para un presupuesto de tan solo cuatro.

Otra de las sorpresas de la temporada ha sido la disparatada comedia de Wes Anderson «The Grand Hotel Budapest», puro kitsch para la adaptación de varios relatos de Stefan Zweig, aunque el resultado no puede estar más alejado de la densidad narrativa del escritor austríaco.

Ralph Fiennes encabeza el reparto de una película coral en la que no dejan de aparecer personajes que enriquecen un relato tan coherente como absurdo y brillante desde el primer al último minuto de una historia que se desarrolla en el final del Imperio austrohúngaro.

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