De Interés

Fútbol: Haga silencio, todo vale y todo pasa

Que nadie se engañe: Ni Rafael Esquivel ni Joseph Blatter inventaron el sistema, sólo son parte de él. Quienes realmente mandan están allí, sin nervios ni nada que les altere su eterna calma. Los dueños del circo permiten el arresto de sus gestores y obligan a Blatter a renunciar, ya sabe, para dar la sensación de que todo cambia. Gatopardismo, otra vez.

Publicidad
(Leslie Mazoch/AP)

Muchos reniegan ahora de los paseos en el barco de Esquivel, o de las reuniones en la FVF en las que decidían hasta qué equipo iba a cerrar una final en casa. Ni hablar de las putas y los viáticos que se ganaban en cada viaje. Nadie dice nada porque este es el sistema. Callan los benefactores como calla la productorcita de TV que se pega al negocio a ver si algún día ahorra unas monedas que le sirvan para alargar la rumba o para comprar una parcelita en el cementerio, lo que primero llegue. Callan los que le deben un puestico y callan los que comparten culpabilidad. ¡Callan todos y seguirán callados!

¿Por qué el silencio? Callan porque todos tienen rabo de paja. Hay unos que viajan desde aquella Copa América de Paraguay en 1999, pero hay otros que ya viajaban desde antes gracias al auspicio presidencial. También están los que deben su casa a otros dirigentes y por ello nunca criticaron a ciertas organizaciones, a pesar de que ni los nombres de sus jugadores se saben. Callan porque no tienen vergüenza y porque aún tienen mucho por cobrar. Este es el juego del fútbol: calle usted y vivirá mejor.

No voy a hablar de mis experiencias personales porque son eso, propias y de nada le sirven a nadie, ni si quiera a mi que las viví. Si quiero aprovechar para que todos aquellos que aspiran al poder repasen como se comportan estas sabandijas luego de que Rafael Esquivel ha caído en desgracia, porque así actuarán cuando ustedes que están por llegar, también caigan. Esto es política, por ende se maneja con dinero y se trata de poder. Traficantes de influencias; miserias que deben ser atendidas y no hay nada más económico que la dignidad humana.

Rafael Esquivel no inventó nada ni es el único que invitaba o perseguía según quien y qué dijera. Algunos iban y van a «asaditos» en Puerto La Cruz y otros a fiestecitas en Caracas, con espuma y demás. Mientras tanto, ahora que el jefe está preso, vale quitarse de encima cualquier olor al pasado, no sea que los nuevos no quieran pagar putas en Oriente, Puerto Cabello o donde quiera que estén. El silencio lo vale todo, y hoy, que la situación está tan difícil, callar se hace necesario.

¿Que tanto tienen que ver los nuevos (en FIFA y en Venezuela) con los viejos procederes? ¿Lo que viene no es un 2.0 de lo que ya conocemos? Cuantas dudas… Creo que fue la francesa Nikki de Saint Phalle que dijo aquello de:

«Pasare la vida cuestionando todo; me enamore del signo de interrogacion»

Cuestionemos todo y llegaremos al origen de esta triste comedia que aún no hace reír a nadie.

Este es el juego más viejo de la humanidad. Es el poder por el poder mismo y nadie es inmune. A menos que usted desee sumirse en el mayor de los pesimismos y se asuma como un suicida. ¿Qué es todo esto? Es fútbol, y lo que menos importa es el juego. No me crea, sólo abra sus ojos y ponga atención.

Publicidad
Publicidad