Espectáculos

10 incorrecciones que cometería Ted en Venezuela

Sí era posible que hubiera algo peor que un gobierno de Chávez, y siempre es posible que haya algo peor que una película tan mala como Ted 2: quedarse esperando durante 10 minutos de créditos aburridos por su pésima escena oculta con Liam Neeson. No lo haga. Con un impacto similar al que provoca enterarse de que algo como Diosdado Cabello es capaz de engendrar a Daniella Cabello, la primera Ted de 2012 pegó duro debido a la ley del contraste: un osito de peluche que se comportaba como un Pedroso del Imperio, fumador de macoña, parandero, mujeriego e incorrecto. En la secuela, el peluche forma familia (aunque la esposa se drogue, esposa se queda) y la historia se estructura casi enteramente como una trial movie, por lo que todo se vuelve un fastidio.

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De todos modos, Ted 2 sirve de oportunidad para especular qué haría el osito de peluche transgresor en Venezuela, partiendo de una premisa fundamental: sus irreverencias no pueden complacer por completo a ninguno de los dos bandos enfrentados en la polarización.

1. Vivir en un bloque de la Misión Vivienda y convertirse en un objetivo de la OLP: luego de un matrimonio que debe haber costado por lo menos 5 palos, el peluche termina arrimado con su catira (no es Lilian Tintori, ojo) en un suburbio miserable de Boston, donde perturba la paz de los vecinos con su mala conducta. El prototipo del paramilitar infiltrado en la GMMV que pone reguetón a todo volumen.

2. Hacerse pana de gimnasio de Tarek Willians Saab: en dos platos, Ted 2 consiste en que el osito es tratado como un inmigrante por Donald Trump, como un Leopoldo López o un Ledezma cualquieras o como últimamente un venezolano sin real en cualquier parte del mundo. Por lo tanto, debe pelear en tribunales para ser considerado una persona. Se trata sobre todo de un caso de derechos humanos Ted versus el Estado, pero hablemos a calzón quitao: esto no lo resuelve Alfredo Romero ni Gonzalo Himiob, ni mucho menos un arrugue de Felipe González. La única solución es un locker vecino al del Defensor del Pueblo.

3. Bachaquear: Ted se gana los cobres como cajero en un supermecado gringo en el que hay de todo. En Venezuela, atravesaría constantemente la porosa frontera con Colombia y se enriquecería traficando inescrupulosamente con las Polarcitas de su primo Pedroso.

4. Meterse una nota con Daniella Cabello: en una de las escenas culminantes, el peluche y su amigo John (Mark Wahlberg) escuchan una serenata de la abogada defensora del osito, Samantha (la sosísima Amanda Seyfried), luego de quedar accidentados en las inmediaciones de una plantación de Cannabis Solera. A una mente inquieta no le cuesta imaginar una secuencia similar en la que el osito le echa los perros a Daniella Cabello mientras ésta toca la guitarrita.

5. Lanzar huevos en el Parque del Este: en la película, el osito y sus amigos se divierten tirándole manzanas desde la azotea a los deportistas que corren en las calles de Boston. Con un cartón de huevos a casi 1.000 bolos, se podría hacer una escena corrosiva jodiendo a runners venezolanos, como una de esas diversiones de cochinadas con comida que ya no se hacen por respeto en programas como Qué Locura o La Guerra de los Sexos.

6. Robar esperma de Omar Vizquel mientras duerme: para tener descendencia, el osito trata de extraer semen de un casi automático futuro integrante del Salón de la Fama del fútbol americano e ídolo de Nueva Inglaterra, Tom Brady. ¿Qué deportista equivalente levanta admiración y suspiros en Venezuela, a pesar de los estragos de la alopecia? Le tengo un candidato con 11 Guantes de Oro.

7. Grabar una superproducción con el Potro Álvarez: en la película hablan de los hombres que despiertan fuck-me-eyes (mirada de “hazme tuya”) en las damas, como Mark Wahlberg. Para su equivalente tricolor, ¿quién más indicado que un pelotero que estuvo empatado con Astrid Carolina Herrera, Mariángel Ruiz y Dayana Colmenares? Se podría incluir en el videoclip un featuring de Kelvim Escobar.

8. Crear un hashtag para la #Tropa: Ted y su amigo John se han vuelto todos unos linces para los trending topics, y en Venezuela arrasarían con los retuits automatizados del oficialismo. #LegalizalaMaduro

9. Guarimbear en el Suena Caracas: en ausencia de un verdadero evento de la resonancia internacional del Comic Con, donde el osito causa un rebullicio al ser confundido con un ewok, el Ted-Pedroso provocaría una tángana entre Horacio Blanco de Desorden Público y los miembros de Dame Pa’ Matala en el festival musical creado por Jorge Rodríguez, además de insertar un video guerrilla en la pantalla gigante desmitificando al cuasi canonizado padre del alcalde caraqueño.

10. Profanar el Cuartel de la Montaña 4-F: una de las subtramas macabras de Ted 2 consiste en el intento de desguazar la panza rellena de aserrín del peluche para resolver el enigma de la ubicación anatómica de su conciencia. ¿Qué pasaría si el osito se colara en la Flor de los Cuatro Elementos e, imbuido con el espíritu de un Nelson Bocaranda, revelara algunos de los misterios necrofílicos más inquietantes de la revolución? Mejor lo dejamos hasta aquí.

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