Espectáculos

Keith Richards en su zona de confort

Keith Richards esperó 23 años para lanzar su tercer disco en solitario. El guitarrista de The Rolling Stone no necesita vivir apresurado a sus 71 años. Junto X-Pensive Winos, la banda que le acompaña en su faceta solista, gestó el álbum Crosseyed Heart (2015) co-producido por el multi-intrumentista Steve Jordan.

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A la par de este lanzamiento se estrenó el documental Under The Influences, disponible en Netflix y que fue dirigido por el ganador del Oscar Morgan Neville (

Temas como «Substantial damage» poseen una carga de rock, funk con groove, «Robbed blind» mantiene ese down tempo rock que conocemos de Stones. El álbum es una especie de tributos a sus influencias musical en el blues. La guitarra acústica que abre el disco con «Crosseyed heart», que le da título al disco, es una muestra del Richards old school que admiramos. La voz de Alicia Keys aparece en «Illusion», a decir verdad no es la mejor del disco, un interesante match que pudo haberse gestado en gira.

Los acólitos más radicales saben que este es el Keith Richards blusero, compositor por excelencia que parece haberse tomado el tiempo para lanzar un puñado de quince tracks para su deleite personal y en cierta forma decirle a su banda «¡hey! Vamos a meternos al estudio o hago mis canciones sin ustedes».

El primer single «Trouble» es la canción que te queda pegada bien sea por tu fijación de los Stones o saber que Keith está de vuelta con algo nuevo. «Love overdue» es nuevamente ese tributo que paga Richard al sonido jamaiquino con su voz relajada.

Poco más de veinte músicos colaboran en esta placa musical, incluye al excepcional bajista Pino Palladino que junto a Steve Jordan suelen armar poderosas bases musicales.

Nadie es capaz de cuestionar la zona de confort en la que Keith le dio vida a este disco, ya sea porque la leyenda Stone es quien se ocupa de musicalizar la experiencia de 58 minutos de música o el hecho de que a un personaje como este, se le puede exigir innovación o que nos siga entreteniendo con lo que ya ha demostrado.

Crosseyed Heart es el álbum necesario para que un ícono del rock y blusero consagrado funcione dentro de su lista de composiciones personales. Es la producción que sus fanáticos y contemporáneos pueden sentarse a apreciar porque si algo nos ha restregado a Kieth es que sigue siendo un rockstar con postura, sabiduría e influencia grandilocuente dentro de la música contemporánea.

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