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Convocatoria Vinotinto: El grupo que entiende el mensaje

Es prácticamente descartable que los pesos pesados, los jugadores sublevados, los de la carta contra la FVF, renuncien definitivamente a ser convocados. 

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A Noel Sanvicente le gusta contar con los muchachos del patio. Fueron ellos los que le regalaron la alegría de los triunfos hace casi un año, en aquel doble enfrentamiento contra la Honduras de Jorge Luis Pinto. Con ellos hay feeling, le entienden el mensaje y no reclaman las maneras.

Ahora, en un duelo de apariencia poco atractiva contra Costa Rica el martes 2 de febrero en Barinas, la Selección B de Venezuela se deja ver con muchas expectativas para un grupo que prontamente tendrá que asumir más responsabilidades de las que se podría esperar de ellos.

Es prácticamente descartable que los pesos pesados, los jugadores sublevados, los de la carta contra la FVF, renuncien definitivamente a ser convocados. En una relación extremadamente simbiótica, los firmantes saben que la Selección necesita de ellos y ellos de la Selección. Ese simple elemento hace pensar que muy pocas variantes habrá en el llamado de la fecha eliminatoria ante Perú y Chile. Sin embargo, recordando a Perucho Conde, como nunca falta un condenado “pero” y en esta vida lo único seguro es la muerte, Chita tiene su plan B para un hipotético y hecatómbico caso contrario. No será otro, salvo algunas adiciones, que este grupo que ha sido elegido para enfrentar a Costa Rica en una fecha no FIFA. 

El campeón Zamora tiene masiva presencia. Los muchachos que alguna vez fueron dirigidos por Noel andan muy bien y llevan amplia ventaja con el resto en cuanto a la asimilación de los conceptos de trabajo. Muchas novedades se hallan en la lista, que no sorpresas. Quizás algunas presencias, como la del guaireño Javier García y el zamorano Yohan Moreno no eran esperadas, pero el resto se ha ganado con mérito estar en el papel, que curiosamente fue divulgado por una web y no por la prensa oficial de la Federación Venezolana de Fútbol. Los jóvenes legionarios Mikel Villanueva y Andrés Ponce esperaban más temprano que tarde que contaran con ellos y el hecho de estar en equipos filiales hace posible su presencia para esta concentración.

Villanueva es un zurdo nato, que no cumplió todas las etapas de formación de un futbolista profesional y fue captado casi de forma casual por Táchira cuando rondaba la mayoría de edad, pero el solvente extranjero Yúber Mosquera trancó su franco ascenso. El destierro en el Lara de Dudamel fue, paradójicamente, la catapulta que lo llevó a Málaga, donde la prensa no le pierde la vista y se descarga en elogios para el languiducho marcador de punta. Mikel es, sin duda, el firme candidato en heredar, más pronto que tarde, el tan discutido puesto de lateral izquierdo que hoy pertenece a Gabriel Cichero.

Particularmente notorio es que estén convocados hasta cuatro jugadores que puedan ubicarse por el carril izquierdo de la defensa, lo que indica que Sanvicente busca urgente un relevo a Cichero tras la renuncia de Amorebieta. Francisco Carabalí, el tan solicitado Óscar González y Carlos Cermeño pueden cubrir sin problemas esa posición junto con Villanueva. Además, la polivalencia del cuarteto hace más lógico su llamado.

Es precisamente la capacidad de ocupar varios lugares en el campo lo que resalta de muchos nombres en esta convocatoria. En la media hay hasta seis (número exagerado) jugadores que pueden ocupar la zona cerebral del once. Cermeño, García, Rafa Acosta, Arquímedes Figuera, Arles Flores y «Mono» Suárez son jugadores con distintas características, pero que no arrancarían desde el vamos en otra posición que no sea la de mediocentro. 

Queda muy claro con este overbooking de volantes de marca que el seleccionador desea evitar amarguras como las del partido ante Ecuador, cuando perdió a Luisma Seijas por sanción y Tomás Rincón debió triplicar esfuerzos por no tener un compañero de garantías en un radio de acción vital. Figuera y Acosta no terminan de convencer y por eso retumban los nombres de Flores y Suárez, los dos mejores en su posición en el pasado torneo, como alternativas al capitán de la Selección y al campeón de la Copa Sudamericana.

Caso similar ocurre con Daniel Benítez y Edwin Peraza, los dos zagueros con mejor actualidad del país, quienes están precisamente para apretar a Wilker Ángel y John Chancellor, quienes no han dado muestras de solvencia en las oportunidades que han tenido.

«Cariaco» González, Angelo Peña Moreno y Yeferson Soteldo son solo los cuarto creativos con que cuenta esta plantilla que promedia en edad 24 años. De estos, destaca el primer llamado de Soteldo, el mejor jugador de Venezuela, quien con 18 años ha mostrado una madurez impropia de su edad, que no le ha hecho perder la magia con el balón en los pies. No será su primera prueba de fuego en un choque de tintes internacionales: ya Boca Juniors le conoció en la Libertadores y no tuvo miedo en exhibirse en La Bombonera. Su desparpajo sigue siendo la irreverencia que hace tiempo se perdió en la Vinotinto.

En ataque, Ponce habla con sus goles. No para de hacerlos en Italia y junto con Adalberto Peñaranda, y Josef Martínez, son los que deberán apretar a Salomón Rondón y Christian Santos como sus escuderos en el ataque patrio. Richard Blanco sigue siendo el más fiable de los de casa y “Chuto” Lugo luchará por terminar de establecerse de una vez en el grupo de los tenidos en cuenta.

En un fútbol local con escasez de figuras, pocas son las ausencias notables en el listado. Dos jugadores de Caracas con mucha proyección internacional pero que por compromisos con su club en Libertadores no podrán estar, son Wuilker Faríñez y Jefre Vargas. El lugar del juvenil cancerbero es tomado por el mejor en su posición en el pasado Adecuación, el meta guaireño Luis Rojas. Un premio merecido, pero que no será suficiente para desbancar de la titularidad a José Contreras, otro joven en el que el seleccionador tiene mucha fe puesta. De resto, solo debería haber lugar para hombres como el lateral del Porto B Víctor García y «Kuki» Martins, el volante del Anzoátegui.

En Barinas, este grupo tendrá el firme propósito de volver a sacarle una sonrisa a Noel Sanvicente. Es gente de su confianza y ellos saben cómo retribuírsela.

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