De Interés

El no tan insólito mundo de Roberto Franchi

"¿Y si pedimos comida china?" es la primera obra del año que se estrena en la ciudad. La idea surge de una de esas noches con los panas que se salen de control y quedan para el recuerdo y la burla de quien no bebió tanto como los demás

Publicidad
Foto: Fabiola Ferrero

Roberto Franchi es uno de esos jóvenes venezolanos que llegan para inflar la producción de talento nacional. En el 2015 este cineasta-guionista-escritor-actor regresó de estudiar en España para asistir a un casamiento como padrino de boda. Fue entonces cuando se le presentó la oportunidad de escribir su primera obra teatral.

Alguien le dijo: “tenemos una sala, escribe una obra, vamos a montarla”. Acto seguido estrenó la primera de cuatro piezas presentadas en poco más de un año en Caracas. Ninguna ha pasado desapercibida en la movida teatral citadina.

«¿Y si comemos comida china?» es su última producción, una comedia de humor negro que raya en lo absurdo e invita a reflexionar  o  a “inflexionar” sobre las relaciones en pareja.

Como todas sus obras, la idea de este guión surge del día a día y de las experiencias personales de Franchi, con personajes que normalmente personifican a sus amigos quienes, dependiendo de la destreza o la pericia de la pluma que escribe –siempre Roberto Franchi-, protestan o se ríen cuando se ven imitados en otros cuerpos. En esta ocasión el guionista quiso salirse de lo común y escribir una obra con solo dos actores.

“Estaba obstinado de tener a cinco y seis personajes metidos en un escenario, mucha gente. Se me ocurrió montar a una pareja, lo más fácil y sencillo, pero ¿qué hago con esta pareja?, ¿la pongo a discutir, la pongo a comer, la pongo a salir de viaje? Eso ya todo está hecho, quería algo distinto”.

Una noche, en una reunión con sus panas de esas que se salen de control y quedan para el recuerdo y la burla de quien no bebió tanto como los demás, la respuesta tocó a su puerta. “Al día siguiente de la reunión,  mi amigo –el anfitrión de la fiesta- manda un mensaje diciendo ‘coño me destruyeron el baño de mi casa, alguien no apuntó bien a la poceta y lo destruyó’ ”.  Tin tin! Franchi tiene un ganador.

unnamed-466x636

¿Y si pedimos comida china? va más o menos así:

Una pareja se encuentra cenando en un restaurante, el hombre se para al baño y cuando sale de este es acusado de no apuntar bien y de destruirlo. El par es acusado y encerrado en la oficina del gerente del restaurante mientras llega la policía para tomar cartas en el asunto. Es entonces cuando los novios comienzan a discutir y a echarse culpas del pasado,  a divagar sobre tonterías de la vida, sobre la rutina, la cotidianidad, y mil disparates más no tan absurdos como parecen.  Son dos personas que se están “matando verbalmente”, que están obstinados el uno del otro pero aún así se quieren. Señores y señoras, bienvenidos a la vida en pareja.

La pareja en cuestión es interpretada por el mismo Roberto Franchi y por la actriz Grecia Aguilar.

De todo un poco

Roberto Franchi tiene 29 años  y es abstemio a hacer dramas: “fastidian a la gente” ,concluye con convicción. Su primera obra, “Cita a Ciegas”, fue todo un éxito y eso que “no tenía ni idea de cómo hacerlo”.  Como buen venezolano es un todero, no solo escribe sus obras sino que las dirige y actúa en ellas, y aunque sus actuaciones las reserva para personajes escritos por él y para él -con salvedad a la vanidad del enunciado- afirma que nadie más sabría interpretarlo tan bien como él mismo. “Normalmente escribo un personaje para mí, pero soy yo mismo, ahí siempre estoy yo”. 

Además de dirigir teatro su verdadero interés es el cine, arte que estudió mientras residía en España. Actualmente tiene en su haber tres guiones, y espera comenzar a dirigir uno de ellos este mismo año.

«¿Y si comemos comida china?» se presenta  hasta  el 21 de febrero de este año en el Teatro Urban Cuplé en el CCCT, viernes y sábados a las 8:00 p.m. y domingos a las 7 p.m. Los mismos días, y con una hora de diferencia, Franchi también presenta y actúa en la obra «Despedida Desastre», otra de las anécdotas del joven director. Ésta la pueden averiguar por ustedes mismos.

Publicidad
Publicidad