10 artefactos que se consiguen en la Expo Remate

La Expo Remate 2016 es un repele de lo que sobró de otras expos previas: la de Navidad, la del Día de la Madre del Niño y del Padre, la del mueble, la del día de los enamorados, la del piercing y el tattoo, la de los magos, la del turismo, la de los chocolateros y la de las comiquitas. Se celebra (es un decir) hasta este domingo 28 en el Círculo Militar de Caracas, se respira atmósfera de naufragio (o de cadena de Maduro hablando de los ingresos petroleros de enero) y la entrada cuesta apenas 100 bolívares. Es decir, te están subsidiando de manera desesperada para que entres a pasear por los stands y juegues a desilusionar a un joven emprendedor. El pasado domingo la oferta superaba a la demanda, que es una forma educada de decir que realmente había poca gente.

Yo perdí ya los parámetros de qué es caro y qué es barato en este momento en Venezuela. En estos días hice cola en una panadería para pagar 120 bolívares por algo que allí llamaban “canillón mini-sobado integral” y que tenía la longitud de un phablet.

Le pongo precios y juzgue usted si este mercado de los corotos le parece una ocasión o un regulado se murió. Un televisor de alta definición de 39 pulgadas marca Kaimy (Bs 220.000); un colchón matrimonial marca Regal (entre 69.000 y 220.000); un panetone Pasqualino (1.500); una mermelada de mango-cilantro (700); relojes de dama (entre 3.800 y 9.000); 100 gramos de merey (600); un kit de chorizos de la Colonia Tovar (1.300); un bar casero (240.000); blusas en tallas para gorditas (desde 4.500); un juego de somier y copete de cama (123.000); dos muñecas de Frozen (65.000); duraznos en almíbar (2.000); una tableta de chocolate negro Macuare (800); toallas de microfibra Secco (3.500); un cojín anti-várices (10.000); un puff (15.000); un kit de magia para chamos (12.000); zapatillas chocolaticas (entre 11.000 y 16.000); y un brócoli quemado que me produjo arcadas y por el que preferí no preguntar. Lo único que compré fue una bolsita de té de cacao en 150.

Después hay una feria de comida en la que constatas que hoy nadie remata comida. Hallacas en febrero (700 bolívares; con ensalada, 1.000); pernil (1.000); cochino frito (1.850); salchichas alemanas (desde 850); pinchos gourmet (desde 850); torta de zanahoria (500); un trago de coctel Coco Loco o Kaipiroska (500); una merengada de Óreo (650); una agregación de compuestos orgánicos clasificada como chicharrón de pollo (600); y lamentablemente el puesto de los patacones estaba cerrado. Antes de la salida es probable que te topes con una clase de salsa casino.

Un top ten de los artefactos más intrigantes de la Expo Remate 2016 del Círculo Militar:

1)  Réplicas panameñas (10.000). Supongo que esto está a medio camino entre los perfumes Factory y los originales tipo Persuechion que salen en las cuñas de países lejanos. En Venezuela es una bendición ser como Jean-Baptiste Grenouille, que carecía de todo olor corporal, pero en todo caso este rubro salió de mi presupuesto hace años.

2) Jaboncitos artesanales (entre 700 y 900). Algunos con formas de chancleticas, corazones u orejas de Mickey Mouse. Según la Wikipedia, la primera evidencia histórica de un jabón es una tablilla babilónica de arcilla de 2200 antes de Cristo con una fórmula de canela de Ceilán y sales alcalinas. Estas del Círculo Militar (de marcas como Consiéntete o Marea) no son muy económicas, ¿pero cuándo fue la última vez que vi un Lux, un Safeguard, un Camay, un Banner, un Dove o un Moncler? Lo único que consigo son Protex o los de avena, y en los manteles de los bachaqueros. Antes de 2017 estoy decidido a empezar a bañarme con agua fría y jabón Las Llaves.

3) Arbolitos de bonsái (entre 10.500 y 30.000). Pequeños y retorcidos, como el fallecido siquiatra Edmundo Chirinos. El propósito de esta milenaria práctica botánica japonesa no es producir frutos, sino el placer de la contemplación (en el espectador) y el del “saludable ejercicio del esfuerzo y la ingenuidad” (en el cultivador). Ideal para regalarle uno a Emma Ortega, la ex ministra de Agricultura Urbana que dijo que, si se presentaba un gringo en Venezuela, había que puyarle los ojos y espicharle las bolas con un lapicero.

4) Pósteres de iconos de la cultura pop (entre 2.500 y 3.000, según el grosor del lienzo). Los hay de portadas de suplementos de Archie y sus Amigos, de Periquita o Condorito, así como de La Guerra de las Galaxias. Lamentablemente estaba buscando uno de Henry Ramos Allup y no lo conseguí.

5) Licores artesanales de la Colonia Tovar (entre 1.600 y 3.200). Se podría rodar una película venezolana de comedia tipo The Hangover con el argumento de: lo que me pasó el día que me rasqué después de bajarme cuatro botellas completas seguidas de licores de parchita, arequipe, cacao con avellanas y ron con miel.

6) Blusitas vaporosas (2.500 para niñas y 3.000 para damas). Llamar a esto “camisita” quizás es demasiado generoso; se trata del corte de tela más elemental posible con cuatro agujeros y un estampado que puede ser de las Chicas Superpoderosas, Hello Kitty, un oso panda, Madonna, la Mona Lisa, la princesa de Frozen, Batman y hasta una de Darth Vader. Se trata de la prenda de vestir más económica disponible en la Expo Remate y probablemente en toda Venezuela. Ideal para ir a visitar a Leopoldo López en Ramo Verde y no tener que quitarse demasiada ropa en la requisa.

7) Disfraces para perritas del Caracas y del Magallanes (2.500 el combo). En 1992 se estrenó una película protagonizada por Madonna, A League of Their Own, sobre unas chicas beisbolistas que sustituían a los grandeligas durante la Segunda Guerra Mundial. Si no se aprueban los dólares preferenciales a 10 bolívares para la pelota venezolana en 2016, probablemente habrá que jugar no ni siquiera con chicas, sino con cahorritas.

8) Morralitos de personajes de Intensamente (desde 5.000 bolívares). Apresúrese porque el pasado fin de semana solo quedaban los de Alegría y Furia, ya se habían llevado a Miedo, Tristeza y Desagrado (o probablemente nunca los trajeron). Hay que invertir un poco, pero por lo menos son una alternativa a los morrales tricolores que regala el Gobierno junto con la computadora Canaimita y la colección de libros Bicentenario, y que se han convertido en uno de los objetos más omnipresentes de 2016. (link: http://www.olabolivariana.org.ve/noticias/solo-en-revolucion-los-chamos-de-la-patria-recibiran-morrales-para-el-inicio-del-ano-escolar/#.Vs2ynn3hA_4escolar/#.Vs2yin3hA_4)

9) Hilos dentales y conjunticos de colorinches (entre 2.000 y 4.000). Todas esas cositas que se pondría Rosita para ser la Djane de una fiesta a la que asisten el Conejo, el Picure, el Chino y el Buñuelo y para posar en Instagram antes de salir a la playa.  

10) Franela negra del Guasón (5.000). Para mí este era el cantante de The Cure, pero la muchacha del stand insistió en que se trataba del villano de una película de superhéroes demasiado filosófica.

Ñapa: otro traje de baño, esta vez artesanal (20.000). Los hombres odiamos esos tejidos de pólipos coralinos (y también esos anteojos de sol, y también esos peinados elaborados, y también esa inseguridad de nunca estar suficientemente buena que transmite hasta un maniquí), pero en esencia, nos siguen gustando mucho las mujeres, sobre todo si pueden aportar la mitad de la canasta básica del Cendas.